Integrantes del grupo MinResET (Mineral Resources for the Energy Transition), de la Universidad de Barcelona realizan nuevos estudios a un fragmento de la roca recogida el 10 de julio del año 2021, en el barrio Ramón de las Yaguas, de la provincia de Santiago de Cuba, la cual había sido clasificada en Cuba como meteorito ordinario condrito, utilizando microscopía óptica de luz transmitida y reflejada.
Nuestro equipo de redacción conoció que un fragmento obtenido del meteorito de Ramón de las Yaguas será caracterizado utilizando técnica de microscopía electrónica de barrido de emisión de campo y microsonda electrónica en centros científicos y tecnológicos de la Universidad de Barcelona. Estos análisis permitirán determinar nuevos detalles texturales, mineralógicos y de química mineral.
Lo que se sabe de la roca encontrada en el oriente de Cuba
Seis días después de la caída del cuerpo rocoso, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) dio a conocer a través de una nota informativa que, de acuerdo con investigaciones preliminares realizadas mediante métodos ópticos por científicos del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), se trataba de “un meteorito pétreo, del grupo Lititos, perteneciente a la clase Condritas, con un peso total de 2,7 kg, una densidad aparente de 1,594 g/cm3 y dimensiones de 13,7 x 12,9 x 9,8 cm, el cual muestra claramente una fina corteza de fusión externa y gran cantidad de cóndrulos de diferente composición mineralógica en la matriz interior…”.
Posteriormente, la revista Meteoritos del Museo de meteoritos de las Islas Canarias en su número de Mayo-Junio de 2022 publicó los resultados del estudio de una pequeña muestra, realizado petrólogos del Instituto de Geología y Paleontología del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y del propio museo canario. Dicha contribución ofreció detalles sobre la composición mineralógica de la roca, las características de la superficie fundida al entrar a la atmósfera, con lo cual se comprobó que, en efecto, se trataba de un meteorito.
Además, se precisó la forma geométrica del objeto recuperado como una forma cilíndrica a lenticular imperfecta con 13,7 x 12,9 cm de ancho y 11 cm de alto, cuya densidad alcanza 3,1 g/cm3.
Asimismo, se dio a conocer que la matriz de grano fino ocupa el ~ 38 por ciento del volumen, donde se destacan algunos cristales y granos aislados (~ 7%), y abundantes cóndrulos (~ 40%). Los minerales metálicos son Troilita y Fe-Ni y cromita. La roca se encuentra recristalizada y fracturada, debido a los impactos contra otros meteoros durante su trayectoria espacial.
De acuerdo con estos estudios, los cóndrulos están constituidos por olivino con barras alargadas paralelamente, y por piroxeno con barras radiales a partir de un punto excéntrico.
Los cóndrulos son gránulos esféricos que aparecen en los meteoritos tipo condritas, cuyo tamaño oscila entre algunas micras y algo más de un centímetro. Se trata de uno de los materiales sólidos más antiguos que se formaron en el Sistema Solar. Su forma esférica se debe a que se encontraban fundidos o parcialmente fundidos cuando se fueron agregando entre sí y con otros materiales para formar los asteroides de los que proceden las condritas. Su abundancia en los meteoritos tipo condritas oscila entre el 0 y el 80% del volumen de estas rocas. Pueden estar constituidos por distintos minerales.
Estos gránulos esféricos contienen pequeñas inclusiones y grietas rellenas de minerales metálicos y alumino-silicatos cristalinos; algunos formados debido a choques y metamorfismo térmico. En la muestra del objeto de Ramón de las Yaguas es posible observar una ligera alteración de los minerales metálicos, que se rodean de una orla de hidróxidos de hierro, lo cual sugiere que la roca fue recuperada poco tiempo después de su caída.
Estas investigaciones concluyeron que, de acuerdo con las características petrológicas, metamórficas y de intemperismo (alteración), la roca caída en Ramón de las Yaguas puede ser clasificada como un meteorito pétreo, de la clase condrito ordinario de tipo L6 S2 W0-1.
¿Por qué un nuevo estudio?
Realizar nuevas investigaciones sobre la roca encontrada en Ramón de las Yaguas pasa, en primer lugar, por el interés de ampliar el conocimiento y registrar detalles de nuevas revelaciones que hasta ahora son insospechadas; por ejemplo, conocer de qué área de nuestra galaxia procede, explicó a Juventud Técnica el Dr. Manuel Iturralde-Vinent, miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba y actual asesor científico en la Empresa de Tecnologías y Servicios Telemáticos (CITMATEL).
El experto agregó que, para poder registrar este objeto caído en territorio cubano en la base de datos oficial de la Sociedad Meteorítica Internacional (SMI), se exige presentar análisis como los que se realizan en este momento en la Universidad de Barcelona, pues no basta con estudios petrográficos.
Los meteoritos deben clasificarse química, mineralógica y texturalmente para su reconocimiento oficial. Por ejemplo, la composición química de los minerales (olivino y piroxeno), determinada mediante microsonda electrónica, permite clasificar las condritas ordinarias en “H”, “L” y “LL”. “Pronto podremos saber si la clasificación original como L6 es correcta”, reveló el investigador cubano.
Una clasificación completa de un cuerpo de este tipo es crucial para confirmar la autenticidad del hallazgo y obtener una comprensión más profunda sobre su composición y origen. Los avances en tecnología y técnicas de análisis nos permiten llevar a cabo investigaciones más precisas y detalladas, que pueden arrojar nuevos datos sobre la historia y evolución de nuestro sistema solar. Hasta hoy solo el meteorito cubano caído en Viñales, se encuentra en la base de datos oficial de la SMI.