El debate sobre el precio de los videojuegos ha vuelto a tomar fuerza en las últimas jornadas, tras el nuevo anuncio de la Nintendo Switch 2 y cuánto valdrían algunos de los títulos. Los directivos (obviamente) defienden la subida, pero la comunidad gamer lo mira con escepticismo.
Para poner en contexto, el próximo Mario Kart World tiene un precio de ochenta dólares en Estados Unidos. Donkey Kong Bananza baja hasta los setenta USD. Lo único que ha hecho Nintendo es ponerse a la par de sus competidores (Sony y Microsoft) pero eso no quita que sean valores altos en todos los casos.
En recientes declaraciones al canal de YouTube PlayerDrive, el antiguo director ejecutivo de PlayStation Shawn Leyden dijo que no solo los juegos deben ser más caros, sino que las compañías fallaron al no realizar aumentos sistemáticos de precio con cada nueva generación de consolas.
“Las compañías se han mostrado reacias a subir ese precio. Cada generación debería haber incluido un aumento de 5 dólares en el precio del software y convertirlo en el típico ‘bueno, cada generación son cinco dólares más’, y ya habrían llegado a los 90 dólares”, comentó.
Nintendo has insisted Mario Kart World justifies its shock $80 price tag. https://t.co/SbllDDL3eZ pic.twitter.com/oghoSWN86Y
— IGN (@IGN) April 7, 2025
En las últimas décadas, los costes de desarollo y el tiempo de producción han aumentado significativamente, con mayor riesgo y menores beneficios para los creadores. Sin embargo, el precio de los videojuegos se mantiene estable, incluso cuando el resto de bienes son más caros debido a la inflación.
Por ese motivo los jugadores consideran irrazonable pagar esos precios debido a que el coste de la vida continúa en aumento. El mercado es también más competitivo, debido a la creación de juegos indies o gratuitos, sin contar otras opciones de entretenimiento como el cine.
El precio de los videojuegos se ve afectado por la creciente inflación, a la que no han reaccionado, además del aumento de sus costos productivos. Hay un factor del que todavía no se conoce su posible impacto: los aranceles que está imponiendo Donald Trump a varios países. Los analistas ya previeron en enero que el valor de los juegos subiría en 2025, pero acaba de entrar una nueva condicionante al asunto. Veremos cómo acaba.