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Cuasiluna: ¡La Tierra tiene una nueva compañera de viaje!

Raidel Sosa Armas
28 octubre 2025 | 0 |

¡Así mismo! La Tierra no está sola en su viaje alrededor del Sol. Así dictan muchos titulares en varias revistas en estos días. ¿Será cierta esta información o hay varios matices ocultos que necesitan ser revelados para usted, estimado lector? Quédese hasta el final y descúbralo usted mismo.

Un estudio reciente publicado en Research Notes of the American Astronomical Society ha confirmado el descubrimiento de 2025 PN7, un asteroide que se ha sumado a la exclusiva lista de cuasilunas de la Tierra. Esta roca espacial, que nos acompaña desde hace décadas sin ser detectada, ofrece a los astrónomos una oportunidad única para estudiar la dinámica de los objetos más cercanos a nuestro planeta.

¿Qué es una cuasiluna?

Para entender qué es 2025 PN7, primero hay que comprender el concepto de cuasiluna o cuasisatélite. A diferencia de la Luna, que está gravitacionalmente atada a la Tierra, una cuasiluna es un objeto, típicamente un asteroide, que comparte una órbita de 1:1 con nuestro planeta alrededor del Sol; es decir, completan una vuelta al Sol en exactamente el mismo tiempo.

Desde nuestra perspectiva, parece que orbitan alrededor de la Tierra, describiendo un movimiento en bucle. Sin embargo, esta es una ilusión óptica creada por nuestro punto de observación. En realidad, estos objetos orbitan alrededor del Sol y su proximidad a la Tierra es un baile coordinado y temporal, no un vínculo gravitatorio permanente como el de un satélite natural. La fuerza gravitatoria dominante en su movimiento es la del Sol, no la de la Tierra.

Imagen de las órbitas de la Tierra y de 2025 PN7 generada en Python por el autor

El descubrimiento de 2025 PN7 en su contexto científico

El artículo de Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, titulado “Meet Arjuna 2025 PN7, the Newest Quasi-satellite of Earth”, sitúa este descubrimiento en un marco más amplio.

  • – Un miembro de la familia “Arjuna”: 2025 PN7 no es un asteroide cualquiera. Pertenece a lo que los científicos denominan el cinturón secundario de asteroides Arjuna. Se trata de un grupo de más de 100 objetos cuyas órbitas alrededor del Sol son extraordinariamente similares a la de la Tierra. Estos asteroides se caracterizan por tener órbitas con baja excentricidad y baja inclinación con respecto a la nuestra.
  • – El eslabón más cercano: De todos los Arjunas, los cuasisatélites son nuestros compañeros más próximos. El estudio confirma que 2025 PN7 se une a la lista de cuasilunas conocidas de la Tierra, que incluye a Cardea, Kamo’oalewa, 277810, 2013 LX28, 2014 OL339 y 2023 FW13. Todos ellos están “atrapados” en la misma resonancia orbital 1:1 con nuestro planeta.

Una compañía temporal pero estable

Los cálculos orbitales presentados en la investigación revelan que 2025 PN7 es una cuasiluna de vida relativamente corta. Se estima que permanecerá en esta configuración orbital resonante con la Tierra durante aproximadamente 128 años en total. Se tiene evidencia de que ya ha estado en esta órbita durante, al menos, 60 años, por lo que se espera que nos acompañe durante varias décadas más antes de que las perturbaciones gravitatorias, principalmente del Sol, alteren su trayectoria y la lleven a una órbita de herradura.

Simulación de una órbita de herradura, tomada de Wikipedia

El valor de estudiar a 2025 PN7

El descubrimiento de 2025 PN7 va más allá de añadir un objeto a un catálogo. Su estudio es significativo por varias razones:

  • Un laboratorio natural: Los cuasisatélites ofrecen una oportunidad única para estudiar de cerca la dinámica orbital, las resonancias gravitatorias y la evolución de los objetos cercanos a la Tierra.
  • Accesibilidad para misiones espaciales: Por su relativa proximidad y órbita estable, objetos como 2025 PN7 son destinos ideales para misiones espaciales no tripuladas futuras. Estas misiones podrían probar tecnologías de exploración planetaria, estudiar la composición de asteroides e incluso investigar el potencial de la minería de asteroides, todo con una inversión relativamente modesta.
  • Sin riesgo de impacto: Es importante destacar que, aunque 2025 PN7 se acerca hasta unos 299,000 km de la Tierra, no representa ningún peligro de colisión para nuestro planeta. Su órbita está bien caracterizada y no intersecta la nuestra de manera peligrosa.

2025 PN7 es mucho más que una simple roca en el espacio. No es estrictamente un satélite natural de la Tierra, aunque la acompañará (como lo hacen varios asteroides del mismo tipo) durante varias décadas en su camino alrededor del Sol.  Es un recordatorio de la complejidad y belleza de nuestro vecindario cósmico, un testigo de los delicados equilibrios gravitatorios y una puerta abierta a la futura exploración del Sistema Solar.

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