Por Iramis Alonso Porro
El sector empresarial llegó a la trigésima Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre cambio climático con varios representantes, como grupo Innomax e Inversiones Ganma S.A. y la empresa empresa mixta cuba cubano-italiana BioCubaCafe S.A., quien expuso al público que asiste a la zona azul de la COP 30, los resultados de sus operaciones.
Roberto Rodríguez, de la dirección de Relaciones Internacionales, Colaboración y Sostenibilidad de la empresa expuso que su objetivo principal es la apreciación de la cadena de valor del café, el rescate de la producción del grano y de su vasta cultura, fundamentalmente en las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, donde se concentra el 70 por ciento de la producción cafetalera del país.
También, empoderar a los cafetaleros para que logren mejores condiciones productivas, mejor calidad de vida, producciones más sostenibles, en armonía con el medio ambiente y, como resultado, lograr la exportación de un café que, si bien no puede competir en volumen, sí puede hacerlo en calidad.
La creación de esta empresa mixta, en alianza con la Agencia Italiana de Cooperación y Desarrollo, la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba, el Grupo Agroforestal de Cuba y la Fundación Lavazza, explicó Rodríguez, ha permitido reorganizar todos flujos hacia el café, exportar a partir de incorporar nuevas tecnologías, que están en sintonía con la protección y conservación del medio ambiente y con las solicitudes del mercado.
“Como resultado, explicó Roberto Rodríguez, logramos certificar el café de 270 productores que son parte del proyecto con un certificado biointernacional, lo que permite acceder a nuevos nichos de mercado, e incrementar la calidad de otros 4880 que hoy tienen certificaciones normativas cubanas. Con ambas producciones logramos salir a exportar café”.
Entre las tecnologías incorporadas está el blockchain o cadena de bloques para lograr la trazabilidad del café, un elemento fundamental a la hora de lograr las exportaciones.
Además, según el experto de BioCubaCafé, en coordinación con la Fundación Lavazza se han incrementado los estándares en el café, disminuyendo lo que se consideran defectos y también se ha dotado a los productores de una clínica legal para permitirles conocer mejor cuáles son sus potencialidades, sus derechos a la hora de hacer los contratos y que de esta forma puedan tener mejores resultados.
“Nosotros decimos que, a veces, más que sembrar café, necesitamos sembrar productores con una nueva conciencia, con capacidad para enfrentarse a las dinámicas del mercado y estar listos para exportar”.
El proyecto ofrece otros incentivos, como la entrega de módulos en las zonas de montaña de difícil acceso para ofrecer una base alimentaria que incentive a que los cafetaleros se dediquen por entero a su producción y la entrega del producto al sistema del Grupo Agroforestal y a la empresa mixta.
“También entregamos módulos de material didáctico escolar para el inicio del curso y estamos haciendo un grupo de acciones en temas de género, de inclusión, sobre todo con los niños, ancianos y mujeres.
“Así, hemos valorizado a las selectoras, mujeres que, con la vista, hacen un análisis del café y disminuyen los niveles de defectos. Y a menos defectos, se incrementa el valor del café en el mercado”.
Sobre la experiencia de BioCubaCafé, el ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Dr. C. Armando Rodríguez Batista, dijo que en el contexto de la nueva Ley General que el sector está construyendo, la cual tiene un gran énfasis en la innovación, es tan importante tener centros científicos como comunidades innovadoras, que defiendan saberes tradicionales, lo cual no quiere decir que no pueda dárseles valor agregado desde la ciencia. “Para nuestro sistema de ciencia es tan importante un científico como un buen productor de café”.
Retos y visiones futuras
Para Roberto Rodríguez el mayor reto que tiene la empresa en estos momentos es integrar una plataforma, una red en todo el oriente del país, con todos los productores, para aprovechar que en su objeto social está la gestión de mercados de carbono, y con esa herramienta acceder a fondos internacionales y revertirlos en la cadena de valor del café.
“Justo nuestra presencia en esta COP es entender la forma en que funcionan esos fondos internacionales para poder acceder a ellos y revertirlos en la cadena de valor del café”.
Entre las proyecciones de BioCubaCafé está también dar continuidad a una línea que ya han experimentado: hacer ediciones especiales, que sean del gusto popular, 100 por ciento naturales, en aniversarios específicos del país.
“Ya tuvimos una experiencia con el apoyo a los 500 años de la Habana, con el café Habana 500 y eso se ha replicado con el café 510 de Santiago de Cuba, que se está vendiendo en una red digital a nuestra población. Este es un ejercicio para llegar con un café sano y de calidad a un precio módico, lo cual ha tenido muy buena receptividad.
“Tanto es así que debemos hacer próximamente una edición por el 155 aniversario de la fundación de Guantánamo y habrá otras sorpresas, pues queremos celebrar como se merece el 25 aniversario de la declaración por la UNESCO del Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones de Café en el Sudeste de Cuba como Patrimonio de la Humanidad”.
