El año que termina no se conformó con transportarnos a otras realidades; insistió en redefinirlas. Hartos de remakes y expansiones (malas) de universos adorados, los fans pedimos, por favor, un poquito de respeto y originalidad y al parecer decidieron escucharnos. Fue un período donde las grandes producciones y las historias independientes compitieron por capturar nuestra imaginación, ofreciendo desde épicas espectaculares hasta relatos íntimos y perturbadores… con mayor o menor éxito. Este repaso recoge lo esencial: las películas y series que definieron el año y dejaron huella.
Las series
1. Severance
Enero abrió con la segunda temporada de Severance, de tan solo 10 episodios. La trama sigue a los empleados de Lumon Industries, una corporación biotecnológica que somete a sus trabajadores a un procedimiento llamado «separación». Este proceso divide los recuerdos de una persona entre su vida laboral y su vida personal, lo que crea dos identidades separadas: el «innie», que no conoce su vida fuera del trabajo, y el «outie», quien desconoce las experiencias laborales de su otra identidad.
Una verdadera distopía laboral que nos lleva a cuestionarnos hasta qué punto nuestros empleadores nos ven como seres humanos. Personalmente, me gustó tanto como la primera, lo cual es mucho decir en un mundo donde las segundas partes siguen sin ser del todo maravillosas.

2. The Last of Us
Esta serie es el ejemplo de que últimamente las adaptaciones de videojuegos están superando a las literarias (no lo digo yo sino la crítica). La segunda temporada a algunos les pareció más lenta y menos lograda, lo que no impidió que se llevara decenas de nominaciones a diversos premios y un apabullante ranking de 37 millones de espectadores globales por episodio. Lo que funciona, funciona. Qué se le va a hacer.

3. Andor
La serie más política de Star Wars nos regaló 12 capítulos todavía más políticos, brillantes y polémicos. Sigue a Cassian Andor en su transformación como integrante y creyente de la rebelión contra el Imperio Galáctico, al mismo tiempo que la naciente Alianza Rebelde comienza poco a poco a expandir el descontento contra la gobernanza imperial.

De todo lo que he visto de Star Wars hasta la fecha, esta serie es mi favorita absoluta. La crítica la considera lo mejor de Star Wars que ha logrado hacer Disney, el renacer de la confianza de los fans, y la verdad es que sabe a poco con esto de que sean solo dos temporadas. Queremos más Andor, sí, pero quizá lo mejor es que no la alarguen más, que ya así está perfecta.
4. El Eternauta
Y claro, había que mencionar esta. La esperadísima, icónica obra cumbre de la historieta argentina. Una noche de verano en Buenos Aires, una misteriosa nevada mortal acaba con la mayor parte de la población y deja aisladas a miles de personas en sus casas. Si bien su adaptación del material original generó debate entre los puristas, logró consolidarse como una serie con una identidad sólida y notable.

A pesar de lo que se pueda decir de ella, resulta esperanzador que una plataforma con el impacto de Netflix, lleve al mundo entero estas narrativas de género creadas más allá de las fronteras de Hollywood.
5. The Sandman
El 3 de julio se estrenaba la segunda y última temporada de The Sandman, una serie que nos traía de cabezas a todos los fans. Inspirada en la maravillosa novela gráfica de Neil Gaiman, y tras una primera temporada a la cual no le faltó polémica pero que de todas formas nos alegró a todos… un escándalo de proporciones épicas llevó al boicot total del autor y, por extensión, a cualquier cosa que llevara su firma.

De hecho, a todos nos asombró que la segunda temporada llegara a existir, pero lo hizo, aunque solo fuera para darnos una especie de cierre a algo que llevábamos décadas esperando. Como quiera que sea, el arco principal de The Sandman abarca 10 volúmenes de más de 70 números, y todo esto se tuvo que hacer apresuradamente en 12 capítulos. Una verdadera decepción.
6. Fundación
Seamos honestos: las significativas libertades creativas que se tomaron con la obra de Isaac Asimov provocaron muchas reacciones por parte de los puristas de la saga fundacional (incluyéndome). Sin embargo, la serie, como producto aparte, funciona.

De las mejores series de ciencia ficción en estos momentos. Desde su visualidad apabullante, cinematográfica, hasta el mismo guion que tanto se critica. Salió en julio, con 10 capítulos, y enganchó a la gente enseguida. Muy recomendable y ya tiene confirmada la cuarta temporada.
7. Pluribus
Puedo decir sin lugar a dudas que la premisa de esta serie me encantó desde el primer momento. Pluribus sigue a la escritora Carol Sturka, la persona más amargada que imaginarse pueda, mientras el resto de la humanidad se une repentinamente a una mente colmena que busca asimilar amistosamente a Carol y a otros individuos inmunes a la mente. El título de la serie hace referencia a e pluribus unum, una frase en latín que significa «de muchos, uno».

Básicamente se trata de internet y la IA y la felicidad y positividad tóxicas y la individualidad vs el encajar en… sobre todo aquello que ofrece la ilusión de comunidad y conexión, pero que, al final, nos deja sintiéndonos más solos y más desconectados que antes. Pero de una forma muy diferente a las 20 mil series y películas y libros sobre lo mismo que ya hemos visto antes. Además, es muy graciosa.
8. Fallout
Volvemos a decirlo: las adaptaciones de videojuegos se están robando el show y la muestra es la segunda temporada de Fallout. Una temporada que va expandiendo a pasos agigantados el lore de este mundo postapocalíptico mientras continúa la aventura de Lucy y compañía.

9. Stranger Things (sin terminar)
La crítica la detesta. Yo no la he visto, quiero esperar a que esté completa, pero es bueno saber que está sucediendo y que es el fin, al fin, de la serie.

Y ahora, las películas
1. Frankenstein (Guillermo del Toro)
Podemos decir sin lugar a dudas que era una de las películas más esperadas del año. No creo que a estas alturas haga falta explicar la sinopsis de esta historia, pero sí reconocer lo que la hace especial. Del Toro, el padre de los mejores monstruos del cine de los últimos tiempos, ha sacado la película que nació para hacer.

Una visualidad espectacular, digna del director, unas actuaciones fenomenales (jamás pensé que elogiaría a Jacob Elordi pero ya ven) y una comprensión absoluta de la verdadera esencia de la obra de Mary Shelley.
2. Superman (James Gunn)
La crítica no sabe qué hacer con este nuevo ciclo de Superman. Tiene tantos fans como haters. Lo que sí está claro es que renueva el debate sobre los remakes y las versiones de lo mismo con lo mismo una y otra vez, que han dominado el mundo del espectáculo en la última década. Véanla ustedes y juzguen.

3. Mickey 17 (Bong Joon-ho)
Corre el año 2054, y enormes naves espaciales llenas de voluntarios entusiastas abandonan una Tierra devastada y se aventuran en los confines de la galaxia para establecer nuevas colonias humanas. “Un planeta puro y blanco lleno de gente superior”, es la ambición inequívocamente fascista de Marshall, un político que recuerda demasiado a cierto presidente de cierto país actual, para su misión, financiada y apoyada por una organización religiosa sumamente sospechosa.

Seres humanos prescindibles, desechables, a quienes se revive una y otra vez para ser utilizados en las tareas y experimentos que nadie quiere hacer… es una película brillante y merece ser vista.
4. La acompañante (Drew Hancock)
Una crítica de Fotogramas definía esta película como “comedia negra sobre la estupidez masculina que mezcla Thelma y Louise y Barbie con los ovarios de Terminator”. Ahí supe que debía verla. Lo que sí está claro es que no es una película más sobre hombres inseguros luchando por programar (literalmente) a la mujer perfecta y dicha mujer robot tratando de liberarse.

No sé si es el tono o el contexto actual, pero la película te deja con un saborcito interesante y la crítica, una vez más, no sabe si amarla o hacerle un número ocho.
5. Los 4 Fantásticos: Primeros pasos (Matt Shakman)
En una versión retrofuturista de principios de la década de 1960 en Nueva York, Mr. Fantástico y Sue Storm viven juntos como una familia disfuncional con la Antorcha Humana y la Cosa, con un bebé en camino. Parece tonta, simple y divertida y en mi criterio, lo es.

Después de a saber cuántas versiones de lo mismo, una que no se tome demasiado en serio ni quiera dramatizar sobre asuntos más trascendentales de la cuenta, se agradece bastante. A mí me gustó, pero cada cual.
6. 28 años después (Danny Boyle)
Partamos de que a mí me gustan los zombis más de lo que deberían. Es uno de mis placeres culpables. Luego hay que admitir que me gustó muchísimo 28 días después, aunque no tanto 28 semanas después. Esta… podría ser mejor, pero no está mala.

Es entretenida, tiene mucha acción y una dosis aceptable de crítica social y política, como las dos anteriores. Sobre todo, es una muy buena continuación de una franquicia icónica dentro del subgénero zombi, si es que se le puede llamar así.
7. Descendent( Peter Cilella)
Un guardia de seguridad cuya esposa está embarazada tiene un aparente encuentro con un ovni. A partir de aquí, no se tiene seguridad de nada. La película mantiene al espectador en la duda todo el tiempo. Las cosas que se narran, ¿son reales? ¿Son producto de un evento real malinterpretado, un trauma infantil reinterpretado, una condición mental producto de la presión? La película se mantiene ambigua y misteriosa y, sinceramente, no necesitamos que sea ni una onza más contundente.

