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AgroSano: constituida primera PYME estatal de la Universidad de La Habana

Sheryl Márquez Vega
31 octubre 2025 | 0 |

En un hecho sin precedentes para el ecosistema académico cubano, la Universidad de la Habana constituyó oficialmente AgroSano, la primera PYME de capital estatal de la centenaria institución. Esta acción busca convertir el conocimiento científico en soluciones tangibles para el sector agropecuario del país.

AgroSano se erige como un puente directo entre las aulas, los laboratorios y los campos de cultivo. Con la creación de esta pequeña empresa la casa de altos estudios apuesta por iniciativas con impacto directo en el desarrollo sostenible del país, la innovación científica y la soberanía alimentaria.

El producto principal desarrollado por los laboratorios de AgroSano, Biobras-16, estimula el desarrollo y crecimiento de las plantas. La empresa entrego un primer lote compuesto de 500L de producto a la empresa Tabacuba.

Marino Murillo, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, destacó que este es un producto que tendrá un alto impacto en la productividad de nuestros campos y en la sustitución de importaciones.

Marino Murillo, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba/Foto: Sheryl Márquez Vega

“Hoy es un día histórico para la Fundación de Innovación y Desarrollo de la Universidad de La Habana. El vínculo entre AgroSano y Tabacuba es un logro extraordinario que demuestra la solidez de nuestra fundación, la calidad de nuestras investigaciones y la preparación de nuestros científicos”, recalcó Miriam Nicado, rectora de la Universidad de La Habana.

AgroSano fue incubada como parte del proyecto del acelerador agrícola, agente del sistema local de innovación que articula capacidades multi-actorales y multinivel para impulsar proyectos y emprendimientos  de base tecnológica con impacto económico, social y ambiental en los sistemas alimentarios territoriales a favor de la soberanía alimentaria.

La historia del bioestimulante Biobrás-16 comenzó con la serendipia que a menudo caracteriza a las investigaciones científicas. En el  año 1998 el entonces joven investigador Francisco Coll y su equipo identificaron en el producto que estaban desarrollando similitudes de ciertas moléculas con otras ya conocidas por su capacidad de estimular el crecimiento vegetal. Fue entonces cuando, a través de alianzas estratégicas con instituciones como el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), se decidió probar y validar el producto en diferentes cultivos.

Foto: Sheryl Márquez Vega

La práctica en el campo transformó la investigación. Los productores que utilizaban el compuesto empezaron a reportar sus resultados lo que permitió refinar el conocimiento sobre el producto y modos de aplicación óptimos en cada cultivo. Se evidenció un efecto amplio y positivo en una variedad significativa, desde hortalizas hasta granos y flores.

El interés por este producto traspasó fronteras. El producto se probó en suelos tan diversos como los de Costa Rica, Colombia, Chile, Ecuador, Venezuela, España, Bielorrusia o Ucrania.

Sin embargo, este crecimiento chocó con una limitante. La producción seguía anclada al laboratorio docente, lo que imposibilitaba la escalada a un nivel comercial.

Vilma Hidalgo de los Santos, directora de la Fundación de Innovación y Desarrollo de la Universidad de La Habana./Foto: Sheryl Márquez Vega.

Vilma Hidalgo de los Santos, directora de la Fundación de Innovación y Desarrollo de la Universidad de La Habana,  destacó que, a pesar de esfuerzos anteriores por mantener una comercialización estable no se pudo mantener la producción. Es por ello que el momento tiene una doble importancia. En primer lugar, la constitución de Agrosano, como una empresa publica, incubada en la Fundación, representa un nuevo y viable esquema de innovación. Además, haber logrado el apoyo de Tabacuba permite un modelo de financiación que asegura la entrega del producto para la agricultura urbana.

Un nuevo equipo tomó el relevo de las investigaciones desarrolladas en el 98. Al frente, la Dra.C. Yamilet Coll García, hija del Dr. Francisco Coll destaca que, hoy la vision se centra en consolidar una empresa donde este bioestimulante sea el producto principal.

Con miras a futuro, la Dra. Coll anticipa que este mismo principio activo abre la puerta a nuevas formulaciones e incluso, al desarrollo de otros productos innovadores para la agricultura.

El principio activo de Biobras-16 es una hormona brasinoesteroide. La brasinolida fue la primera fue la primera hormona vegetal de su tipo descubierta en 1979 en el polen de Brassica napus (nabo) y de ahí tomó su nombre.

Este producto aumenta el rendimiento agrícola y la resistencia de las plantas en condiciones de estrés (escasez de agua, cambios de temperatura, plagas y salinidad). No resulta tóxico para el productor, para la planta ni para el medio ambiente. Aumenta la calidad de los cultivo, estimula el crecimiento de las plantas, homogeniza la floración y evita el aborto de las flores destacó la investigadora.

Además puede mezclarse con otros agroquímicos, como fertilizantes, insecticidas y fungicidas y es soluble en agua.

El equipo de trabajo también lo integran María Karla Losas Acosta, estudiante de 4to  año de Química y el joven licenciado Ernesto Díaz Infante; para ambos, esta ha sido oportunidad profesional que les permite poner en práctica y observar los resultados de los conocimientos adquiridos en la academia.

En medio de los esfuerzos país por vincular de forma más estrecha la industria y la academia, sustituir importaciones y obtener una soberanía alimentaria AgroSano y Biobras-16 se erigen como muestra de estos resultados.   

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