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¿Dónde y cuándo se produjo por primera vez petróleo en Cuba?

Dr. Rafael Tenreyro Perez
02 noviembre 2025 | 0 |

Nuestro país es, sin discusión, el primer lugar de Las Américas donde se reporta y se utiliza el petróleo. Le debemos eso a Sebastián de Ocampo, quien encontró en 1508 un manadero de petróleo pesado en la ensenada de La Habana. Con el material bituminoso pudo reparar sus desechas naves, por esa razón la bautizó como bahía de Carenas.

1881 Motembo, Corralillo

En 1881, el cardenense Manuel Cueto y Álvarez perforó un pozo en la finca San Juan de Motembo, en el término municipal Ceja de Pablo, de la Jurisdicción de Sagua La Grande. El pozo, que originalmente estaba destinado para agua, produjo una entrada de nafta natural y gas que estuvo ardiendo por varios días. El hecho llevó a la formación de una empresa y a la inscripción del denuncio minero.

En un nuevo pozo se descubrió petróleo a la profundidad de 95 metros, y produjo 0,6 barriles al día de condensado de gas: un líquido incoloro y transparente muy inflamable, que no dejaba residuo perceptible luego de la combustión. Esta primera empresa no prosperó a causa de fallecer su dueño en 1884. A principios del siglo XX, el coronel mambí John Caldwell retomó la exploración en la zona, pero la empresa cerró con grandes pérdidas luego del incendio de varios pozos.

Correspondió a otro emprendedor, Abel del Rio y Tamanes, en 1916, resucitar la exploración en las colinas serpentiníticas de San Juan de Motembo. Este explorador, encargó hacer los estudios de las posibilidades de la nafta natural y el gas acompañante, llegando a perforar varios pozos en la antigua concesión de Cueto.

A continuación, la historia de Motembo siguió siendo muy azarosa, con todo género de dificultades y estruendosos fracasos. Primero, existieron dificultades para traer equipos de perforación desde los Estados Unidos. Segundo, ocurrían frecuentes incendios que paralizaban la producción en los escasos pozos exitosos y, tercero, múltiples conflictos laborales, litigios sobre el pago de impuestos, carencia de surtidos de equipos, problemas para sacar la producción, falta de mercado para la producción y otros muchos.

Sección geológica del yacimiento Motembo, según el ingeniero francés Elias Maigrot, 1881.

La historia del campo está rodeada también de una aureola de leyendas e historias, muchas de las cuales fueron compendiadas en un libro que el propio Abel del Rio escribió, ayudando a fijar la fecha de 1881 como la fecha del primer descubrimiento de petróleo en Cuba. El libro fomentó la idea que Motembo era un vocablo taino que significaba tierra del fuego o dios del fuego, cuando en realidad se trata de una voz bantú.

Nueva Felicia, Varadero, 1872

Pero antes de los primeros intentos de Motembo, se descubrió petróleo en el año 1872 en el ingenio Nueva Felicia o Economía, a 8 km al sur de Varadero.  La finca era propiedad del matrimonio de Lucas Álvarez y Águeda Cerice, padres del patriota matancero Lucas Álvarez Cérice. Lucas fue médico y coronel del Ejército Libertador en la Guerra del 95, primer director del Hospital psiquiátrico de La Habana, en Mazorra, a partir de 1902.

El descubrimiento de petróleo fue reportado en sesión ordinaria de la Real Academia de Ciencias de La Habana, el 12 de mayo de 1872. En ella el doctor Ambrosio González del Valle presentó una botella con el petróleo que días antes se había extraído en el pozo perforado en la finca de los Alvarez Cerice.

Con anterioridad, en la propia Academia durante varias sesiones, desde 1869 a 1871, se había discutido profusamente por parte de varios académicos sobre la ocurrencia de petróleo en Cuba, llegándose a la conclusión de lo altamente beneficioso que resultaba para la economía de la isla, el emprendimiento de proyectos productivos, tanto de petróleo solido (asfalto natural), como de petróleo liquido (crudo). En las sesiones del año 1872, los académicos Jose y Manuel Fernández de Castro opinaron amplia y elogiosamente sobre este hallazgo.

Inmediatamente, los propietarios, junto a otros emprendedores cardenenses, incorporaron una empresa petrolera denominada Álvarez y Asociados, encargada de los trabajos de desarrollo del campo. Para esto se trasladó, desde los Estados Unidos, un equipo de perforación y los elementos necesarios para una destiladora.

Con la herramienta en función se perforaron cinco pozos, de los cuales cuatro resultaron productores de un crudo pesado a la profundidad de entre 80 y 500 pies. El emprendimiento contó con varios pozos productores y tanques de almacenamiento. La refinería, especialmente diseñada para la producción de queroseno, produjo este producto en dos calidades: regular (primera refinación) y extra claro (segunda refinación). Tanto el campo como la planta de destilación estuvieron en funcionamiento por varios años hasta que fueron destruidas durante la Guerra de Independencia de 1895. Después de la guerra no fueron reconstruidas.

Bacuranao, Guanabacoa, 1867

La primicia, sin embargo, se la llevó el campo Bacuranao, productor de petróleo mucho antes que los dos yacimientos ya mencionados. Las pruebas documentales son muy numerosas y las descripciones minuciosas. El petróleo de Guanabacoa fue descrito por el Barón de Humboldt en 1802 y refería que se explotaba desde hacía tiempo. Otros estudios realizados en la primera mitad del siglo XIX por geólogos españoles e ingleses mencionan detalles de las minas de asfalto de Bacuranao y aseguraban que se explotaban desde “hace más de doscientos años”.

Varios reportes científicos describen el descubrimiento del primer petróleo líquido con pozos perforados en la concesión minera Santa Teresa, registrada oficialmente en 1857, como una mina para la prospección de petróleo. La mina estaba a unos mil 450 metros al este del poblado Minas (en el corral de Bajurayabo). Se perforaron tres pozos someros. Los niveles de asfalto se encontraron a 100, 200 y 250 pies de profundidad. El ultimo, con un petróleo extremadamente pesado, denominado pisasfalto. Los resultados, en términos generales fueron pobres, lo que llevo al abandono de la empresa.

Anuncio en Gaceta de La Habana, num. 28-51, febrero de 1867

En febrero de 1867 se inscribió un denuncio minero cerca de Las Minas, Guanabacoa. El autor del denuncio, el Sr. Juan Poey Aloy, se propuso extraer petróleo perforando pozos al reportarse la presencia de petróleo en las grietas y cavidades de las rocas que afloran en la superficie.

Juan Poey fue para Manuel Moreno Fraginals, el “…sacarócrata criollo de más sentido burgués moderno en el siglo XIX, el de más sólida preparación técnica, y el más preocupado por el desarrollo industrial”. Su ingenio Las Cañas fue el más moderno, innovador y de mayores rendimientos del país con 4,35 toneladas de azúcar por hectárea. El interés de Poey en el petróleo fue poder sustituir el bagazo como combustible en la fabricación de azúcar, para retornarlo a los campos y no empobrecer más las tierras.

Un segundo descubrimiento con dos pozos adicionales se realiza muy cerca del mismo en el llamado permiso Abeja, que ocurrió de acuerdo a los documentos existentes en 1867. En otras publicaciones se data el primer descubrimiento en la mina Abeja en 1864.

El petróleo pesado se explotó por medio de pozos y se obtuvo petróleo líquido a 60 metros de profundidad. Se refiere en la documentación acerca de la Exposición Universal del petróleo líquido, en una perforación artesiana de 275 pies (83,8 metros) de profundidad:  “En el pozo se dan muchas burbujas gaseosas que, al reventar, dejan un aceite tan blanco y tan puro como el de Pensilvania”.

En otra perforación hecha por el mismo señor Poey en la mina Santa Teresa, distante 1,5 kilómetros de La Abeja y cuya profundidad es de 495 pies (150,9 metros), solía verse por las noches el gas encendido que sale del pozo, “como en los famosos de Bakú, en las orillas del Mar Caspio”. La producción se detuvo por “las inciertas condiciones de la Isla”. Ambos cotos estaban situados en las cercanías del poblado de Minas. Los desarrollos en la zona, a mediados del siglo XIX, conllevaron a la producción industrial de petróleo sólido y semilíquido con impactos económico, social y en la infraestructura. Parte de la producción se exportó hacia Estados Unidos y la restante se utilizó en la industria azucarera local.

Bomba manual para la extracción de petróleo en Bacuranao (circa 1880).

La producción industrial, a mayor escala del petróleo cubano, se produjo muchos años después, posiblemente atrasada por las guerras de independencia que se desarrollaron prácticamente sin interrupción durante los 30 últimos años del siglo XIX. A comienzos del siglo XX otros emprendedores se apresuran en desarrollar y poner en producción los campos antes descubiertos. La puesta en línea de los campos petroleros ocurrió en Bacuranao a partir de 1914 y en Motembo a partir de 1917. La producción y la refinación de petróleo en Varadero nunca se llegó a recuperar hasta la década de los años setenta del siglo XX, con el descubrimiento de los yacimientos en Camarioca, Cantel, Guásimas y Varadero.

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