¿A qué niño no le gusta mirar al cielo? ¡’Qué pregunta esa, verdad! Todos nacemos con ese espíritu de curiosidad, el mismo que tenían nuestros antepasados homínidos.
Desde que somos bebés, cada nueva forma, textura o color de un objeto nos parece extraordinaria. En este sentido, el cielo estrellado ocupa un lugar muy importante, aunque cada día pierde terreno frente a las pantallas de los celulares.
Cuando comienza la etapa de los “por qué” muchas veces nuestros padres nos dicen, a falta de una mejor respuesta: Eso ya lo aprenderás en la escuela. ¿Y qué pasa cuando llega la etapa escolar?
Ya lo dijo Carl Sagan en su libro El Mundo y sus Demonios: “Se nos enseñaba la división larga como si se tratara de una serie de recetas de un libro de cocina, sin ninguna explicación de cómo esta secuencia particular de divisiones cortas, multiplicaciones y restas daba la respuesta correcta”.
Y continuaba diciendo: “Al final del libro de texto había material que parecía interesante, pero el año escolar siempre terminaba antes de llegar a dicho final. Era posible ver maravillosos libros de astronomía, por ejemplo, en las bibliotecas, pero no en la clase”.
Las escuelas están llenas de niñas y niños deseosos de construir puentes, de ser doctores o maestros, de viajar al espacio… ¿Qué podemos hacer los docentes para que los sueños de estos infantes no se vean frustrados? En lo adelante se les mostrará el camino que han seguido algunas personas en nuestro país para “llegar a las estrellas”.
¿Qué debo estudiar para ser astrónomo?
En muchos países estudiar astronomía como carrera universitaria no es un problema, dado su nivel de desarrollo o la tradición astronómica. En otros países, como Cuba, por ejemplo, no existe una tradición en el estudio de las ciencias del espacio, lo que no quiere decir que no existan personas que hayan tomado un camino diferente para lograr sus sueños.
Es una realidad que para ser astrónomo se necesita hacer una carrera de ciencias, pero no es imprescindible estudiar “física pura” como dicen en algunos espacios. Pudiera ir más allá cuando les digo que grandes aportaciones a esta ciencia la han realizado músicos de antaño y contemporáneos. Las ramas de la astronomía son varias, dentro de las cuales se encuentran:
- – astrobiología
- – astroquímica
- – astrofísica
- – arqueoastronomía
- – etnoastronomía
- – historia de la astronomía
Como ven, no está reñido el estudio de los astros al estudio de las ciencias sociales, de las células o de las moléculas y los átomos. Usted puede realizar la carrera de su agrado mientras se prepara de forma autodidacta en la astronomía.
La pregunta siguiente es: ¿qué hago después? ¿Podré vincular mi tesis a las ciencias del espacio? ¿Puedo encaminarme en este camino antes de elegir carrera? Para todas estas interrogantes hay respuestas basadas en hechos para que usted, joven entusiasta, pueda alcanzar su meta.
Es necesario estar en sintonía
En Cuba existen muchos maestros dedicados en cuerpo y alma a la divulgación de las ciencias, en especial de la astronomía. Estos amantes del firmamento contagian su entusiasmo a los más pequeños. Pido perdón si dejo de mencionar a alguien, aunque quisiera exhortarlos a que, usando sus comentarios, nos hagan saber sobre los proyectos que llevan a cabo en sus escuelas.
Resulta obligatorio mencionar, en primer lugar, del Dr. C. Rolando Cárdenas. Graduado en Ciencias Físico-Químicas en 1988 en la Universidad de las Villas, se ha entregado a un amplísimo campo de investigación que abarca, desde la física teórica y la cosmología hasta la oceanografía, geología y astrobiología. Es el líder del Laboratorio de Ciencia Planetaria de la propia universidad y ha publicado decenas de artículos relacionado con estos temas
Estamos hablando, sin duda, de una persona muy cualificada en lo que respecta a las ciencias del espacio, por lo que si usted quiere investigar alguno de estos tópicos, es a él a quien primero debería pedirle asesoramiento.
En el Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (IMRE), radica la sede del Proyecto del Observatorio de la Universidad de la Habana (fig. 1). Liderado por el ingeniero Osmel Cruzata, se han podido revitalizar (con recursos propios) todos los instrumentos del observatorio astronómico situado en la azotea de la Facultad de Matemáticas y Computación de la propia Universidad.
Además, existe un fuerte vínculo con varias escuelas de todas las enseñanzas. Dicho proyecto ha coordinado exitosamente conferencias magistrales impartidas por astrónomos de primer nivel como Giovanni Viladilo, director del Observatorio de Trieste, Italia, y Francisco Diego, de University College de Londres, ambos jubilados actualmente.

Las ciencias pedagógicas no se quedan atrás en la divulgación de la astronomía. Ejemplo de ello son dos proyectos de la Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos” y de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” de La Habana, respectivamente. El primero lleva por nombre: Telescopiando.cu y es liderado por Carlos Manuel Celestrín. Todos los meses él, su familia y jóvenes de la comunidad realizan varias observaciones astronómicas (fig. 2) con notable seriedad, poniendo de manifiesto que los bajos recursos no son una limitante para la adquisición de conocimientos.

El segundo proyecto lleva el nombre de “10 pasos hacia el Universo” (fig. 3) y es una continuidad de un grupo de clases para docentes de la Enseñanza Secundaria que impartieron en 2014, en el Planetario de la Habana, dos profesoras de la Red para la Educación Escolar en Astronomía (NASE, por sus siglas en inglés).
Liderado por la maestra Isabel Esteva, este persigue como principal objetivo promover el estudio de las ciencias desde edades tempranas, usando a la astronomía como “vehículo” para la motivación de los educandos. Actualmente disponen de un telescopio para las observaciones nocturnas, donde los chicos de la Enseñanza Secundaria interactúan con ese laboratorio que es el universo.

Muchos han oído el refrán: “Un solo palo no hace monte”. Muchas veces se acierta, pero en otras ocasiones se queda lejos de ser una predicción. Tal es el caso del profesor Julio Rojo del Preuniversitario Sergio González de La Habana. Su Sociedad Científica “Cecilia Payne” (fig. 4), la cual tiene ya 8 cursos, ha sido el “motor impulsor” de varios jóvenes (suman cien los egresados) que hoy estudian Ciencias Físicas, Matemáticas y diversas ingenierías, evidenciando una vez más el poder de la astronomía como “ciencia trampolín” para el estudio de cualquier otra materia.

En este mundo cada vez más interconectado, la explotación de las plataformas digitales para “tender puentes” entre los amantes del firmamento desempeña un papel fundamental en la divulgación de las ciencias.
En este contexto, sería injusto no mencionar el excelente trabajo que se hace en las páginas de Facebook de cada uno de los grupos de astrónomos amateurs, así como en la del Instituto de Geofísica y Astronomía de Cuba (IGA).
También es imprescindible el que realizan aquí, en la revista Juventud Técnica, y en Observatorio Científico, tanto en su programa televisivo como en su página de Facebook. Como también la labor realizada por nuestros escritores contemporáneos, Bruno Henríquez, Eladio Miranda y Francisco Veitía, quienes nos trasladan al suelo de Marte o nos lanzan en un viaje más largo hacia las estrellas. Algunos de estos textos están disponibles en Internet, para que usted pueda adquirirlos
Existen cuatro planetarios (fig. 5) a lo largo de todo el país, enclavados en La Isla de la Juventud, La Habana, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba. Durante muchos años fueron lugar de encuentro para los astrónomos amateurs de las diferentes regiones y, en más de una ocasión se celebraron encuentros nacionales de astronomía.

En la actualidad siguen ofreciendo un invaluable servicio a la comunidad, sobre todo a los más jóvenes, ávidos de conocimiento. Sería muy provechoso para todos que los cuatro centros establecieran un intercambio de experiencias con “los astrónomos del patio” para perfeccionar ese arte que es la divulgación de las ciencias.
Los astrónomos amateurs son como “lobos solitarios” que, lejos de dispersar la manada, la reúnen. Es notable el trabajo que realizan con la comunidad y con la construcción de sus propios instrumentos.
Estos prodigios de la inventiva realizan el tallado y pulidos de las superficies ópticas de sus propios telescopios con una destreza tal que ha sido elogiada en varias ocasiones por sus pares extranjeros, los cuales necesitan y disponen de muchos más recursos. Rauber Hubert, Jorge Félix Morales, César Lugones, Renán Martín, Eduardo Matos, Ernesto Rodríguez (se considera astrónomo amateur de corazón) y otros que seguro olvido, figuran entre estos “magos” de la óptica antillana.
Algunos van más allá e incursionan en una disciplina con cada vez más adeptos en el mundo: la astrofotografía. En esta, es de resaltar el invaluable aporte que han realizado y realizan: Carlos Heredero (fig. 6), Eduardo Matos, Antonio Alonso, Jorge Félix Morales… Discúlpeme, amable lector, pero la lista es interminable ¡Por ellos y por los que se me olvidó mencionar, la astronomía cubana sigue viva!

Una oportunidad para todos
La Unión Astronómica Internacional (UAI) lleva a cabo un proyecto educativo, desde 1967, llamado “Escuela Internacional para Jóvenes Astrónomos” (ISYA, por sus siglas en inglés). El objetivo de esta Escuela es ampliar la perspectiva astronómica de los participantes mediante conferencias impartidas por astrónomos profesionales de todo el mundo.
También se organizan talleres, clases prácticas, observaciones e intercambio de experiencias por parte de los participantes, que en general provienen de países en vías de desarrollo y sin posibilidades reales de estudiar astronomía.
La Escuela se lleva a cabo dos veces al año en una región distinta del mundo, por lo que los estudiantes egresados de una carrera de ciencias pueden aplicar sin problemas. Su duración es de tres semanas y los gastos correspondientes al pasaje, transportación y alojamiento corren a cuenta de la UAI. Luego, si usted está interesado en estos temas y su tesis está vinculada a la astronomía, esta es la oportunidad que estabas esperando.
¿Han participado cubanos en alguna edición de ISYA? Por supuesto que sí. De hecho, en el año 1989 tuvo una cita en Cuba. Astrónomos consagrados como Oscar Álvarez, Eduardo del Pozo o Ernesto Rodríguez, participaron como profesores, y como estudiante en el caso del profesor Ernesto.
La presencia antillana se ha repetido durante los años 2001, 2005, 2015 y 2023. En esta última ocasión partició un joven cuya carrera en Cuba dio un giro inesperado para sus profesores. Hilver Adriano Castillo Calcedo (fig. 7), estudió Física Nuclear en el InSTEC). Los egresados de esta carrera, por lo general aplican sus conocimientos al estudio de las terapias médicas con la energía nuclear. La gran sorpresa que se llevaron sus profesores fue cuando conocieron su interés en estudiar regiones en el espacio profundo y aplicar lo aprendido para indagar sobre “La región HII hipercompacta G53.04+011 y, sobre esta, realizar su tesis de licenciatura.

Del 17 de Julio al 5 de agosto de 2023 se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica de Puebla, México, la 43 edición de esta Escuela. Sus participantes tuvieron la oportunidad de conocer, de primera mano, muchos de los aportes en materia de astrofísica que realizan los propios profesores que impartieron las conferencias.
También visitaron el Gran Telescopio Milimétrico “Alfonso Serrano” ubicado en la cima del volcán Sierra Negra a 4600m sobre el nivel del mar (fig. 8). En este observatorio conocieron sobre el trabajo que realizan los científicos que laboran allí en proyectos tan apasionantes, como el que se llevó a cabo en 2019, cuando en colaboración con otros radiotelescopios del mundo, se logró obtener la primera imagen de un agujero negro supermasivo en el corazón de la galaxia M87.

Entonces, usted que lee estas líneas desde cualquier punto de nuestra geografía, que le brillan los ojos cada vez que observa el firmamento, que se queda con ganas de seguir aprendiendo luego de que suene el timbre al final de cada clase, puede acercarse a la Universidad de la Habana para que conozca en primera persona en qué consiste el Proyecto de Física para estudiantes de 12mo grado, así como el Proyecto del Observatorio Astronómico de la propia Universidad.
Igualmente puede ir a la página web del Instituto de Geofísica y Astronomía de Cuba o unirse a la iniciativa Proastronomía, donde se le dará el adecuado asesoramiento para su futura orientación profesional. ¿Qué espera para emprender su viaje hacia el Cosmos?
Referencias
Sagan, C. (1995). The Demon-Haunted World.New York: Random House Publishing Group.
Me gustó el artículo, pienso que es oportuno y necesario. Divulga proyectos desconocidos para muchos y sus principales gestores, en una ciencia que aunque en Cuba no tiene mucho desarrollo es necesario su conocimiento por aportar una visión más vasta del mundo. También quisiera expresar, si me lo permiten algunas ideas sobre mi experiencia en 10 pasos hacia el Universo. Este fue un Grupo Científico Estudiantil, resultado de un proyecto de la APC Nacional en colaboración con la Cátedra de Inteligencia, Creatividad y Talento de la Universidad Pedagógica Enrique José Varona. Su propósito era desarrollar la creatividad en nuestros estudiantes universitarios, futuros maestros y formadores de nuevas generaciones. Toda un gran reto pero maravillosa práctica. En sus inicios crearon su propio salón de trabajo creativo, a partir de un aula con problemas constructivos. Donde faltaba color pintaron el calendario cósmico de Carl Sagan; donde faltaban paneles del falso techo, ubicaron un agujero negro (cuadrado por cierto) . Con papel maché elaboraron el Sistema Solar. En fin , dieron rienda suelta a su imaginación. Parecía que se estaba logrando el propósito. Pero no bastó y para resolver problemas científicos de sus tesis en que el aprendizaje de las ciencias se dificultaba, propusieron círculos de interés, estudio de instrumentos ópticos , etc. basados en la astronomía. Participaban en eventos , concursos, preparaban ponencias sobre las mujeres astronomas, la tecnología en el Cosmos y otros tantas temáticas desconocidas para ellos y que divulgaban en sus escuelas de práctica. Se gestionó la visita de numerosas personalidades que dieron conferencias interesantes: Óscar Álvarez, nuestro cosmonauta cubano Arnaldo Tamayo Méndez, Altshuler entre otros no menos importantes. Tuvimos la colaboración incondicional de muchas personas amantes de la astronomía y que están reflejadas también en el artículo. En fin, fueron aproximadamente 8 años de trabajo intenso pero gratificante.
Este artículo resulta realmente valioso y alentador, al destacar que los jóvenes en Cuba también tenemos la oportunidad de dedicarnos a campos que nos apasionan, como es la astronomía.
El texto menciona argumentos conocidos sobre la importancia de esta ciencia: su papel como motor de innovación tecnológica y su capacidad para inspirarnos, conectándonos con algo que trasciende nuestra escala cotidiana. Sin embargo, es pertinente reflexionar sobre las críticas que a veces se le hacen: ¿Puede la fascinación por el cosmos convertirse en una distracción de los urgentes problemas terrestres? ¿La inmensidad del universo, en lugar de inspirar, podría interpretarse como una forma de minimizar nuestra existencia, recordándonos nuestra condición de “meras motas de polvo cósmico” ante un universo indiferente?
Reconocer esta perspectiva, esa posible “gélida verdad” sobre nuestra insignificancia cósmica, no tiene por qué disminuir el valor de la astronomía. De hecho, quizás la verdadera belleza de esta disciplina no reside únicamente en la contemplación de nebulosas y agujeros negros, sino precisamente en la respuesta humana ante esa inmensidad indiferente.
La maravilla puede encontrarse en nuestra perseverancia por comprender, en el esfuerzo colectivo y la conexión humana que se forjan en la búsqueda del conocimiento. Reside en la lucha constante por mejorar el mundo que habitamos y, simultáneamente, en el impulso por alcanzar y entender lo desconocido.
Y es precisamente este aspecto el que subraya la importancia fundamental de acercar la astronomía a los jóvenes. Fomentar su estudio no se trata solo de formar futuros científicos o ingenieros, sino de cultivar la curiosidad, la resiliencia, la capacidad de colaboración y la conciencia de nuestro lugar en el universo, impulsándonos a trabajar juntos para afrontar los grandes desafíos, tanto en la Tierra como más allá.
Tiene usted toda la razón. Por eso el llamamiento que se hace a todo el que no se vio identificado ahí para que nos cuente su experiencia y sobre la labor que realiza
Gracias primeramente a Raidel por llevar a cabo este artículo donde exhorta a la divulgación de la astronomía, sobretodo en la isla, estoy muy de acuerdo en que hay que hacer cada vez más énfasis en el público; siempre hay niños y adultos dispuestos, esperanzados de algún día conocer sobre astronomía. Yo pienso que las observaciones públicas es un buen pie forzado” que puede incentivar en casi cualquier persona el deseo de conocer, de acercarse a esta bella ciencia; y por ende el papel que juegan los profesores, las actividades que se hacen a menudo, también forma parte de la buena divulgación. Es admirable la actividad que realizan muchos en Cuba y fuera del país también, hay talentos y apasionados de la astronomía que no han perdido la dedicasión y el amor por la ciencia del espacio, son cosas admirables realmente.
Lastima que el artículo no daba para mencionar a todas las personas que tanto apoyan el desarrollo de la astronomía en nuestro país. Me parece muy bueno hacerlos conocer, esa pasión que sienten y esas ganas que poseen debe expandirse aceleradamente, de la misma manera que lo hace nuestro universo!
Me es impresionante el simple hecho de que exista una posibilidad de que nosotros, los jóvenes q sentimos admiración por la inmensidad del cosmos , podamos desarrollar todo nuestro potencial usando nuestro interés por los astros como un impulso para esto , y ojalá en un futuro esta idea se expanda aún más y el estudio de esta bella ciencia sea básico en la educación de nuevas generaciones.
Excelente artículo, ojalá en las escuelas cubanas se implementará el estudio de la astronomía como parte del perfeccionamiento de la enseñanza