El año 2025 quedará grabado en la memoria de los observadores del cielo como un periodo de actividad celeste excepcional. Desde el violento despertar de nuestro Sol hasta la aparición de una “estrella nueva”, pasando por los clásicos eclipses y lluvias de meteoros, el cosmos ofreció un espectáculo para todos los gustos. Este es un repaso de algunos hitos astronómicos que iluminaron nuestros cielos.
El ciclo 25 y su mayor destello

El protagonista inesperado del año fue nuestro Sol, que alcanzó el pico máximo de su Ciclo 25. Este ciclo, que comenzó en 2019, demostró ser más activo que el anterior, con un 30% más de manchas solares en comparación con la misma fase del Ciclo 24.
La actividad culminó con la tormenta solar más potente del año, una colosal llamarada de clase X5.1 que estalló el 11 de noviembre. Esta explosión, la más energética desde octubre de 2024, liberó una avalancha de radiación y una eyección de masa coronal que viajó hacia la Tierra a millones de kilómetros por hora.
El impacto fue inmediato: causó apagones de radio en África y Europa e interrumpió las comunicaciones de alta frecuencia. Como contrapartida positiva, generó auroras boreales de una intensidad extraordinaria, visibles en latitudes tan al sur como Alabama o el norte de California, regalando un espectáculo de luces danzantes a miles de kilómetros de los polos.
La nova V462 Lupi

A mitad de año, una “estrella nueva” apareció donde antes no había nada. Se trató de la nova V462 Lupi, descubierta en junio en la constelación de Lupus. Este fenómeno, una explosión termonuclear en la superficie de una enana blanca, hizo que su brillo aumentara millones de veces, llegando a ser visible a simple vista desde cielos oscuros del hemisferio sur. Fue un recordatorio fugaz de la naturaleza dinámica y violenta del universo. Para que tengan una idea: ¡Esta estrella pasó a ser visible solo con los telescopios más grandes del mundo a ser visible a “ojo desnudo”! Desde Cuba, esta nova no fue visible por estar a una altura muy baja sobre el horizonte sur, no obstante, desde el cono sur nos regalaron esta preciosa imagen.
Eclipses: La danza de las sombras

2025 fue generoso con los eclipses, ofreciendo dos pares de eventos lunares y solares.
- Eclipse total de Luna (“Luna de sangre”) – 14 de marzo: La Tierra se interpuso entre el Sol y la Luna, sumergiendo a nuestro satélite en un característico tono rojizo. Fue perfectamente visible desde América, Europa occidental y África.
- Eclipse parcial de Sol – 29 de marzo: La Luna cubrió solo una parte del disco solar, en un evento visible desde el noroeste de África, Europa y el norte de Rusia. (Recordatorio crucial: observar el Sol siempre requiere filtros certificados).
- Eclipse total de Luna – 7 de septiembre: La segunda “Luna de sangre” del año iluminó el cielo otoñal para observadores en Europa, África, Asia y Oceanía.
- Eclipse parcial de Sol – 21 de septiembre: Este eclipse fue visible principalmente desde el pacífico sur, incluyendo Nueva Zelanda y la Antártida.
“Lluvias de estrellas”

Las lluvias de meteoros, restos de cometas y asteroides, cumplieron su cita anual. Los momentos cumbres fueron:
- Cuadrántidas Noche del 2 al 3 de enero ~80-120 Asteroide 2003 EH1
- Líridas Noche del 21 al 22 de abril ~18 Cometa C/1861 G1 (Thatcher)
- Eta Acuáridas Noche del 4 al 5 de mayo ~40 Cometa 1P/Halley
- Delta Acuáridas Noche del 29 al 30 de julio ~25 Cometa 96P/Machholz
- Perseidas Noche del 12 al 13 de agosto ~150 (Muy activa) Cometa 109P/Swift-Tuttle
- Oriónidas Noche del 21 al 22 de octubre ~15-20 Cometa 1P/Halley
- Leónidas Noche del 16 al 17 de noviembre ~15-20 Cometa 55P/Tempel-Tuttle
- Gemínidas Noche del 12 al 13 de diciembre ~150 (La más confiable) Asteroide 3200 Faetón
Planetas y conjunciones notables

- 10 de enero: Venus en Máxima Elongación Este: El “lucero de la tarde” estuvo en su punto más alejado del Sol en el cielo, ideal para su observación al anochecer.
- 16 de enero: Marte en Oposición: El planeta rojo estuvo más cerca de la Tierra, luciendo más grande y brillante de lo habitual durante toda la noche.
- 21 de enero: Alineación Planetaria: Seis planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno y Urano) se desplegaron en un arco en el cielo del amanecer.
- 12 de agosto: Conjunción Venus-Júpiter: Los dos planetas más brillantes del cielo nocturno aparecieron extremadamente cerca antes del amanecer.
El año de los cometas brillantes

2025 fue testigo de dos visitantes notables:
- C/2025 A6 (Lemmon): Fue el cometa más brillante del año. A finales de octubre, desde cielos oscuros, se pudo ver a simple vista con una distintiva cola verdosa.
- C/2025 R2 (SWAN): Durante octubre desarrolló una espectacular y extensa cola iónica, convirtiéndose en un objetivo fotográfico fascinante.
- 2025 3I (Atlas): No podía faltar este viajero interestelar, el cual llegó a estar en su punto más cercano a la Tierra el pasado 19 de diciembre.
Eventos de precisión para el telescopio
Para quienes apuntaron sus telescopios, los highlights fueron científicos y visuales:
– Ocultación de ZC 2130 por 9 Metis (20 de mayo): Observadores en una franja de América del Norte y África cronometraron cómo este asteroide bloqueaba la luz de una estrella, aportando datos para refinar su tamaño y órbita. ¡En América solo pudo ser visible desde el norte de México y desde casi toda la geografía cubana!
Así como lo oye, estimado lector; Cuba fue uno de los sitios privilegiados para observar esta ocultación, hecho que no se daba desde 2012, cuando otro asteroide (241 Germania), se interponía entre nuestro planeta y una brillante estrella en la constelación de Tauro. Volviendo a este singular hecho: En nuestro país, a pesar de que tuvimos el privilegio geométrico de observar este evento, la meteorología no ayudó mucho. Casi todos los astrónomos amateurs cubanos se vieron afectados por esta situación. Un servidor sí tuvo esa suerte y con ayuda de su telescopio artesanal y un pequeño cronómetro, pudo establecer el tiempo de ocultación en 11,57 segundos. Piense por un momento: ¿Cuál sería su reacción al ver una estrella desaparecer por unos segundos de su campo de visión?

– Tránsitos de las lunas: Se pudo seguir el ballet de las lunas galileanas proyectando sus sombras sobre Júpiter, así como la serie de tránsitos de Titán y su sombra sobre Saturno. Especialmente visible entre agosto y octubre, esta última serie fue un fenómeno único que no se repetirá con tanta claridad en 15 años. Desde nuestra geografía el único astrónomo amateur, que se sepa, capaz de capturar este singular evento, fue el villaclareño Jorge Félix Morales.

Un ciclo cósmico inolvidable
El 2025 nos recordó que el cosmos es dinámico e impredecible. Fue un año que premió tanto la paciencia del observador habitual, con sus citas astronómicas esperadas, como la curiosidad de quien mira al cielo con asombro, capaz de ser recompensada con el inesperado destello de una nova o las imponentes auroras de una tormenta solar. Desde la violenta explosión en un sistema estelar lejano hasta la silenciosa sombra de una luna sobre Saturno, cada evento narró una parte de la grandiosa historia del universo, haciendo de este un año excepcional para alzar la vista.
