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El programa de Darwin

Giraldo Alayón García
13 octubre 2025 | 0 |

Imagen: generada con Copilot


Las ideas de Charles Darwin sobre la evolución estaban claramente expresadas en su obra más influyente: El origen de las especies por medio de la selección natural, publicada en 1859. Este libro no solo expuso su teoría, sino que también sentó las bases de la biología evolutiva moderna.

 ¿Qué ideas sobre la evolución expresó Darwin en su obra?

Variación dentro de las especies: Observó que los individuos de una misma especie presentan diferencias heredables.

Lucha por la existencia: Inspirado por Malthus, propuso que los organismos compiten por recursos limitados.

Selección natural: Introdujo el concepto de que los individuos con características más favorables tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse.

Adaptación: Explicó cómo las especies se adaptan gradualmente a su entorno a través de generaciones.

Origen común: Sugirió que todas las especies descienden de ancestros comunes, lo que implica un árbol de la vida

Darwin no usó el término “evolución” en el título ni lo enfatizó al principio. Prefirió hablar de “descendencia con modificación”. Solo en ediciones posteriores del libro incluyó la palabra “evolución” explícitamente. Su enfoque fue meticuloso, a partir de acumular evidencia de múltiples disciplinas: geología, paleontología, anatomía comparada, y biogeografía.

Tampoco se limitó a formular su teoría de la evolución en abstracto. Dedicó décadas a publicar estudios detallados sobre temas como botánica, zoología, etología y taxonomía, todos ellos con un propósito estratégico: fortalecer, ilustrar y expandir su teoría evolutiva.

En obras como La fecundación de las orquídeas (1862) y El poder del movimiento en las plantas (1880), Darwin mostró cómo la selección natural podía explicar estructuras complejas como los mecanismos de polinización. Las plantas le permitieron estudiar adaptación, coevolución y variación hereditaria en sistemas relativamente accesibles y manipulables.

Su monumental estudio sobre los cirripedios (percebes) (1851–1854) no fue solo una contribución taxonómica. Al analizar variaciones morfológicas y sexuales en estos crustáceos, Darwin buscaba demostrar la continuidad entre especies y la utilidad de la clasificación como reflejo de relaciones evolutivas.

En La formación de la tierra vegetal por la acción de las lombrices (1881), Darwin mostró cómo estos animales aparentemente simples tienen un papel ecológico crucial y exhiben comportamientos adaptativos. Fue una forma de descentrar la visión antropocéntrica y mostrar que la evolución opera en todos los niveles.

En La expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872), Darwin argumentó que las emociones humanas tienen raíces evolutivas compartidas con otros animales. Esto apoyaba su tesis de descendencia común y desafiaba la idea de una separación tajante entre humanos y otras especies.

En conjunto, estos estudios no fueron tangenciales: fueron piezas clave del programa darwiniano. Darwin entendía que para que su teoría fuera aceptada debía mostrar cómo se aplicaba a múltiples dominios: desde la anatomía hasta el comportamiento, desde la clasificación hasta la ecología.

Darwin construyó su teoría desde múltiples frentes. Y a 142 años de su fallecimiento, la ciencia le sigue dando la razón, en casi todo.

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