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Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación: “las ciencias sociales siguen en el centro de las propuestas”

Rosmery Pineda Mirabal
28 octubre 2025 | 0 |

En medio del contexto desafiante que vive hoy nuestro país, por el paso del huracán Melissa, se va cumpliendo el cronograma de debates del Anteproyecto de Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI).

Esta vez tuvo lugar en el Instituto de Literatura y Lingüistica José Antonio Portuondo Valdor y reunió a varios representantes de las diferentes entidades que agrupa el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

El primero en intervenir fue Manuel Piloto Farrucha, director general del Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT), quien expresó su desavenencia con la estructura gramatical “persona humana” perteneciente al artículo 8 (b) de la sección cuarta. Como alternativas a él, sugirió las propuestas “seres humanos” o solamente “persona”.

Referente al Capítulo lll (Del potencial humano para la ciencia, la tecnología y la innovación), habló de incluir la idea de “promover y estimular una cultura de ciencia, tecnología e innovación en el proceso de formación de los ciudadanos desde edades tempranas en los diferentes niveles educacionales y en la sociedad en su conjunto, en pos de mantener la continuidad, la sostenibilidad y la aplicación del sistema de CTI”.

Luego, el investigador del Instituto de Filosofía, Antonio Barreiro, comentó la posibilidad de agregar un nuevo artículo en la sección primera donde se identifiquen los actores del sistema de CTI y entre ellos se incluya al Partido Comunista de Cuba (PCC) y al estado cubano.

En cuanto al artículo 51.1, propuso que se tuviesen en cuenta también los “impactos ideológicos y culturales” como problemas complejos que los proyectos estratégicos de Gobierno puedieran resolver.

Además, el académico expuso su recelo con el término “proteger” empleado para referirse a la forma en que el sistema de CTI contribuye con las ciencias sociales. En su criterio sería más apropiado utilizar verbos como “favorecer/promover/incentivar”.

Otra acotación de Barreiro fue sobre artículo 100.1, para valorar la posibilidad de incluir en este al PCC y a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), “pues como actores del sistema de CTI también deben tener fondos y presupuestos destinados al desarrollo de CTI y a las investigaciones que se solicitan”.

Antes de concluir su intervención, volvió al inicio del documento y propuso en el artículo 4 (e), cuando se habla de incrementar el volumen y aporte de las capacidades en CTI en el desarrollo económico y social, incorporar también el “desarrollo espiritual”.

Sobre la posibilidad de incluir la “innovación para el desarrollo local” como otro de los indicadores que medirá tal actividad, habló Yarbredy Vázquez López, subdirector científico del Centro de Desarrollo Local y Comunitario.

Por su parte, Jourdy Victoria James Heredia, subdirectora del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) retomó en el intercambio la importancia de que se exponga mejor el papel de las ciencias sociales en el documento.

“No es que estén omitidas las ciencias sociales sino que aparecen por primera y única vez en el artículo 88 (g). Yo pienso que para que la ley represente a un sistema científico, tecnológico y de innovación integral, las ciencias deben tener un papel fundamental”, dijo.

Seguidamente añadió: “Se ha dicho en otros espacios que la palabra ’empresa’ aparece en varias ocasiones en el documento a diferencia de la ciencias sociales, por ejemplo. Con esto propongo buscar un equilibrio para que la ley sea multidisciplinaria y pueda enfrentar los desafíos que tiene Cuba hoy”.

En ese sentido, la máster James Heredia solicitó al auditorio añadir en los componentes del sistema de CTI (artículo 12.1) otros nuevos como la “infraestructura tecnológica y digital”, la “cooperación internacional” y la “participación ciudadana y sector social”, este último” como usuario y a la vez beneficiario del propio sistema.

Para finalizar, Juan Carlos Campos Barrera, investigador del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), expresó su idea de sumarle al artículo 1 de la ley, el apoyo del sistema de CTI al sistema de gobierno como una relación bidireccional.

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