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La inteligencia de los pulpos

Giraldo Alayón García
28 noviembre 2025 | 0 |

Foto: National Geographic


La inteligencia animal ha sido tradicionalmente asociada con mamíferos como los delfines, los chimpancés o los humanos. Sin embargo, los pulpos —moluscos marinos sin esqueleto ni concha— han desafiado esta visión. Su comportamiento complejo, su capacidad de aprendizaje y su sistema nervioso descentralizado los convierten en un caso fascinante de evolución convergente. Este ensayo analiza en profundidad la inteligencia de los pulpos, sus bases biológicas, sus manifestaciones conductuales y su relevancia científica.

Una de las claves de la inteligencia de los pulpos reside en su sistema nervioso. A diferencia de los vertebrados, los pulpos poseen un cerebro central y ganglios distribuidos en cada uno de sus ocho brazos. Aproximadamente dos tercios de sus neuronas están en sus extremidades, lo que les permite realizar movimientos autónomos y complejos.

  • Cerebro central: Tiene forma de dona y rodea el esófago. Coordina funciones cognitivas superiores.
  • Ganglios periféricos: Cada brazo puede tomar decisiones independientes, lo que sugiere una forma de inteligencia distribuida.
  • Capacidad sensorial: Sus ventosas detectan sabores y texturas, lo que les permite explorar el entorno de forma táctil y química.

Los pulpos han demostrado habilidades de aprendizaje tanto por ensayo y error como por observación. En experimentos, han aprendido a abrir frascos, resolver laberintos y distinguir formas y colores.

  • Memoria a corto y largo plazo: Son capaces de recordar soluciones a problemas durante días.
  • Aprendizaje social: Aunque son animales solitarios, algunos estudios sugieren que pueden aprender observando a otros pulpos.
  • Condicionamiento operante: Responden a estímulos y recompensas, lo que indica una capacidad de asociación avanzada.

Una de las pruebas más contundentes de inteligencia es el uso de herramientas. El pulpo veined (Amphioctopus marginatus) ha sido observado recolectando mitades de coco para usarlas como refugio.

  • Construcción de refugios: Usan piedras, conchas y otros objetos para protegerse.
  • Manipulación de objetos: Pueden abrir frascos, mover obstáculos y reorganizar su entorno.
  • Planificación: Algunas acciones parecen requerir anticipación y estrategia.

El camuflaje de los pulpos no solo es una habilidad física, sino también cognitiva. Controlan el color, la textura y la forma de su cuerpo para mimetizarse con el entorno.

  • Células cromatóforas: Les permiten cambiar de color en milisegundos.
  • Papilas musculares: Modifican la textura de la piel para parecer rocas, corales o algas.
  • Imitación de especies: El pulpo mimético puede imitar hasta 15 especies diferentes, como serpientes marinas o peces león.

Los pulpos son excelentes solucionadores de problemas. En cautiverio, han escapado de acuarios, abierto puertas y manipulado objetos complejos.

  • Curiosidad innata: Exploran activamente su entorno.
  • Adaptabilidad: Cambian de estrategia si una solución no funciona.
  • Creatividad: Han sido observados lanzando chorros de agua para apagar luces molestas o distraer a otros animales.

Aunque es difícil medir la conciencia en animales, los pulpos muestran comportamientos que sugieren estados emocionales y preferencias individuales.

  • Personalidad: Algunos son más curiosos, otros más tímidos o agresivos.
  • Juego: Se ha documentado que juegan con objetos, lo que podría indicar placer o aburrimiento.
  • Dolor y sufrimiento: Reaccionan a heridas y muestran comportamientos de evitación, lo que ha llevado a debates éticos sobre su uso en investigación.

La inteligencia de los pulpos plantea preguntas profundas sobre la evolución de la mente. Su linaje se separó del de los vertebrados hace más de 500 millones de años, lo que significa que su inteligencia evolucionó de forma independiente.

  • Evolución convergente: Muestra que la cognición compleja puede surgir en estructuras biológicas muy distintas.
  • Diversidad cognitiva: Desafía la idea de que solo los cerebros vertebrados pueden generar inteligencia.
  • Neurociencia comparada: Estudiar a los pulpos puede revelar principios universales de la inteligencia.

La fascinación por los pulpos ha crecido en la cultura popular. Documentales como Lo que el pulpo me enseñó han mostrado su sensibilidad y complejidad emocional.

  • Simbolismo: En muchas culturas, el pulpo representa misterio, inteligencia y transformación.
  • Investigación ética: Su inclusión en leyes de bienestar animal refleja el reconocimiento de su capacidad de sufrimiento.
  • Educación y divulgación: Son protagonistas de museos, acuarios y programas educativos.

Los pulpos son una prueba viviente de que la inteligencia no es exclusiva de los vertebrados. Su sistema nervioso distribuido, su capacidad de aprendizaje, su uso de herramientas y su comportamiento complejo los convierten en uno de los animales más fascinantes del planeta. Estudiarlos no solo amplía nuestra comprensión de la cognición, sino que también nos obliga a replantear qué significa ser inteligente.

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