Cuba ha dado un paso significativo en la regulación de la energía nuclear y las radiaciones ionizantes con la aprobación del Decreto Ley “Sobre el uso de la energía nuclear y las radiaciones ionizantes”. La nueva legislación, estructurada en 14 capítulos, establece un marco legal integral para asegurar la protección de las personas, el medio ambiente y los bienes, al tiempo que promueve aplicaciones pacíficas y beneficiosas de esta tecnología.
El decreto busca actualizar la normativa existente, adaptándose a las últimas recomendaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Entre sus principales disposiciones se destacan la protección radiológica, que busca garantizar que los riesgos para las generaciones actuales y futuras sean mínimos.

Además, establece el uso exclusivamente pacífico de los materiales y tecnologías nucleares, prohibiendo cualquier actividad vinculada a armas nucleares o fines no pacíficos. La normativa también contempla una regulación estricta, aplicable a personas naturales y jurídicas, ya sean nacionales o extranjeras, que operen con materiales radiactivos en el territorio cubano.
Por último, incluye disposiciones sobre la gestión de residuos, con protocolos específicos para el manejo de desechos radiactivos y fuentes en desuso, explicó Rosbell Bosh Robaina, Director de Seguridad Nuclear de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental.
Gladys López Bejerano, Presidenta de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías Avanzadas, destaca que la necesidad de esta normativa surge ante el incremento de aplicaciones nucleares no solo en el sector de la salud, a través de los servicios de radioterapia, sino que está presente en la agricultura, en los estudios de los suelos o la acidificación de las aguas. Así como por la evolución de los estándares internacionales en seguridad nuclear.

Además, el decreto se alinea con leyes recientes, como la Ley 150 “Del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente” y el Decreto Ley 10 “De las Autoridades Nacionales Reguladoras” (2020).
Uno de los pilares del decreto es el enfoque preventivo, que exige que cualquier uso de energía nuclear o radiaciones ionizantes esté justificado y no existan alternativas menos riesgosas. Asimismo, se establece un sistema de inspección y sanciones para garantizar el cumplimiento de las normativas.
Con esta legislación, Cuba refuerza su compromiso con la no proliferación nuclear y la seguridad radiológica, en línea con acuerdos internacionales. Las autoridades reguladoras, bajo el amparo del CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente), serán las encargadas de implementar y supervisar el cumplimiento de la nueva normativa.
El Decreto Ley representa un avance en la modernización del marco jurídico cubano en materia nuclear, priorizando la seguridad, la protección ambiental y el desarrollo socioeconómico a través de aplicaciones tecnológicas responsables.