Sesión Plenaria General de Líderes, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 30. Foto: Rafa Pereira/COP30
En medio de un contexto global áspero, donde la guerra es el pan nuestro de cada día, la 30 Conferencia de las Partes (COP 30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático evaluará los compromisos del Acuerdo de París (AP) para intentar mantener un planeta habitable para la especie humana.
Sobre este tema, el Dr. C. Wenceslao Carrera Doral, especialista en cambio climático del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (CUBAENERGÍA) comentó que para poder entender lo que sucederá en esta COP 30 hay que remitirse a la ocurrida en Sharm el Sheij, Egipto ,en 2022.

“Ahí fue aprobado el programa de mitigación, único que existe sobre este tema, y que ha ido ejecutándose y tenido una expresión de discusión en las COP de Dubái y después en la de Bakú (28 y 29)”.
Sin embargo, aseguró el Dr. C. Carrera se presenta una contradicción fundamental y es que “los países desarrollados han estado presionando” para que todos tengan igual responsabilidad en cuanto la mitigación, mientras que los que se encuentran en vías de desarrollo, y siguiendo lo establecido en el Acuerdo de París, plantean que “la mayor responsabilidad la tienen los estados desarrollados.
“Y esa responsabilidad debe ir acompañada con el apoyo en medios de implementación (financiamiento), transferencias de tecnología y fortalecimiento de capacidades de los territorios” que buscan levantar su economía.
En cuanto al financiamiento, un tema recurrente en cada una de las cumbres sobre cambio climático, el experto recordó que existía un compromiso (no cumplido) de las naciones desarrolladas de llegar al año 2020, con un monto de 100 mil millones de dólares anuales para poder apoyar todo.
“Se trazó volver a tener una meta de financiación que debía concluir en la COP de Bakú. Y pese a que se llegó a un acuerdo definitivo de alcanzar los 300 mil millones de dólares anuales, eso está muy lejos de cumplirse. Más ahora cuando el cambio climático pasa a un lugar menos importante debido a los intereses geopolíticos, precisamente de los países desarrollados”.
El Dr. C. Wenceslao Carrera explicó que “los procesos de negociación son complicados, se inician en un lugar y se terminan en otro, o se terminan donde mismo comenzaron, pero no vienen totalmente implementados.
“La Meta global de adaptación surge como un interés de los países en desarrollo, principalmente del Grupo de Ideas Afines, para que no solamente fuera la mitigación lo más importante.
“Y ese es uno de los objetivos fundamentales a concluir en la COP 30 de Belém. Es una meta muy discutida, porque dentro de los criterios para la adaptación hay muchos que debían estar incluidos (y no lo están). Y ahí está otro de los tópicos más controvertidos a discutir en Belém, y tiene que ver con todos los elementos de transición justa que le rodean.
“Además, esta es una Cumbre de multilateralismo, de lograr la unidad, de que las decisiones lleguen hasta las comunidades, que sea incluyente”.
Al hablar de los temas a los que se les estará prestando atención en la COP 30, el Dr. C. Carrera mencionó que hay tres principales: “la meta global de adaptación, que debe concluir con una decisión final; los elementos relacionados con ese balance global donde se definirán muchas cosas y la transición justa, que plantea la necesidad de pasar a una economía menos intensa en carbono, pero sin afectar a las grandes masas de trabajadores.
“El cambio climático no puede conllevar dejar atrás a grupos de personas. Y por eso es que la transición justa es el centro de esa transformación energética o climáticamente aceptable.
“Un tema muy complicado porque está relacionado con derechos laborales, con empleo verde, con cómo compensar a quienes son afectados con el cambio climático, y este es uno de los elementos que también debe discutirse en la COP 30”.
¿Qué es la Meta Global de Adaptación?
Este componente del Acuerdo de París, diseñado para complementar el objetivo global de mitigación de limitar el calentamiento global por debajo de 2 °C, con esfuerzos para dejarlo en 1.5 °C, busca apoyar los esfuerzos de los países, en particular los más vulnerables para adaptarse a los efectos adversos del cambio climático, a partir de aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad.
Esta meta está orientada a los resultados, centrada en la reducción de los riesgos y la creación de capacidades y busca orientar financiamiento, apoyo técnico y cooperación internacional según las necesidades nacionales y locales.
Entre sus objetivos están los sistemas de agua, salud, seguridad alimentaria y contempla enfoques transversales como equidad de género, inclusión, participación comunitaria y justicia climática.
