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Tres recuerdos con Fidel

Néstor Del Prado Arza
12 agosto 2025 | 0 |

A solicitud de Juventud Técnica, comparto estos tres recuerdos con Fidel que tienen que ver con la educación y las tecnologías de la información y la comunicación. Es un honor para mí, rendir este modesto homenaje a nuestro comandante, en el 99 aniversario de su nacimiento.

El antecedente más significativo data de 1973, año en que fui ubicado como profesor en la Escuela Vocacional “Vladimir “Ilich Lenin” al graduarme como Licenciado en Matemática en la especialidad de Análisis Numérico y Computación, en la entonces Escuela de Matemática de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Habana.

En una visita de Fidel a la escuela, próxima a inaugurar oficialmente, me dice que se alegraba de que estuviera allí, pues podía ser muy útil en el proceso de introducción de la Computación Electrónica en la Escuela. Ya nos conocíamos de mi etapa como dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria.

La primera anécdota se refiere a una pregunta que me hizo: “Tú que eres matemático, ¿qué podemos hacer para que la Escuela no se nos convierta en una escuela de señoritas? Sucedía que más del 70 por ciento del ingreso era de niñas, graduadas de sexto grado.

Le respondí que a esa edad las niñas eran más aplicadas en el estudio y obtenían mejores promedios de calificaciones que los varones. Pero que al avanzar la edad eso cambiaba. Me interrumpió diciendo: “pero tú eres también psicólogo o sociólogo. Dime si la matemática puede ayudar a resolver este problema”. Le respondí que sí; haciendo dos escalafones, uno para varones y otro para hembras.

Y con su rostro iluminado dijo: “efectivamente, esa es la solución”.

La otra anécdota es de muchos años después, cuando se inauguró el Palacio Central de la Computación, el 7 de marzo de 1991. Yo participé en todo el proceso de génesis de dicha institución. Recuerdo que, durante el recorrido por las áreas, cuando llegamos a un aula de microcomputadoras, con alumnos del ya Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Lenin, me llamó para que les dijera unas palabras a los estudiantes; y les dijo: “este compañero fue el que dirigió la introducción de la Computación en La Lenin, así que escuchen lo que les va a decir”.

Al terminar mis palabras, los estudiantes aplaudieron, y Fidel me echó su brazo por encima, me llevó a un aparte con él; y me pregunto: “¿por qué dejamos de producir las minicomputadoras cubanas? Le dije que le preguntara al presidente del Instituto Nacional de Sistemas Automatizados y Técnicas de Computación (INSAC), que estaba allí, y que le podía dar una mejor explicación. Pero de inmediato ripostó: “Yo sé la respuesta de él, yo quiero la tuya”.

Le argumenté mi respuesta, basado en que nuestro futuro estaba en la producción de software, tanto básico como aplicado. Que más importante que los artefactos, eran los programas inteligentes que las hacían funcionar. Movió su cabeza en forma pendular, como quien se queda con alguna preocupación, pero me dijo: “está bien, gracias”.

La tercera y última anécdota fue en el propio Palacio Central de la Computación, el 13 de septiembre del 2000, unos días después del décimotercer aniversario de los Joven Club de Computación y Electrónica.

Fidel hizo un importante discurso de cierre del acto. Al terminar, me preguntó mi opinión sobre lo que se estaba haciendo por desarrollar la educación informática en Cuba, y en particular con el Movimiento de los Joven Club de Computación y Electrónica (JCEE).

Mi respuesta fue muy breve: “Comandante los sueños de ayer se han hecho realidad; se está consolidando una verdadera revolución en la informatización social y la cultura informática de nuestro pueblo”. (La foto que abre este trabajo es un testimonio de ese inolvidable intercambio, en el cual, entre otros, aparece la gran científica ya fallecida Rosa Elena Simeón)

¡Gracias Fidel, por tus enseñanzas y tu ejemplo!

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