En 1872 Felipe Poey es nombrado miembro honorario de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
Esta excelsa figura de las ciencias cubanas dedica cerca de 70 años de su vida a la preparación de su obra más trascendental, la Ictiología Cubana.
Los sucesivos reportes preparados despiertan vivo interés por parte del naturalista George Cuvier, lo que da lugar a una íntima relación amistosa. Esta obra, exquisitamente ilustrada y presentada en manuscrito en la Exposición Internacional de Ámsterdam, le vale la condecoración, reservada a grandes talentos, de la Cruz de Caballero del León Neerlandés y diplomas de reconocimiento de sociedades científicas de Londres, Filadelfia, y Nueva York.