La construcción de asentamientos humanos más resilientes, con la reubicación de 73 viviendas desde zonas vulnerables a espacios seguros en municipios costeros, como Gibara, Rafael Freyre, Banes, Antilla y Mayarí, es uno de los resultados del Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático “Tarea Vida” en la provincia de Holguín.
A ello se suma la reubicación del Hospital Gustavo Aldereguía Lima de Gibara hacia un emplazamiento por encima de la cota 5, lo que reduce su exposición a penetraciones del mar y eventos meteorológicos severos.
Otras de las acciones de Tarea Vida en Holguín ha sido la generalización de cultivos y variedades más resistentes a las condiciones de sequía y a los cambios en el régimen de lluvias, con 57 cultivos y 74 variedades evaluadas en 88 entidades productivas sobre 71 hectáreas, una contribución al desarrollo de una agricultura sostenible.
Destacan, además, nuevas variedades de frijol tolerante a la sequía, el clon de boniato I-B-S-16 rico en betacaroteno y experiencias con papa ecológica y soya, que contribuyen a diversificar y asegurar la producción de alimentos en un contexto de clima más cálido y seco.
Uno de los resultados más visibles del Plan de Estado está en la recuperación de ecosistemas costeros y bosques,. La provincia alcanza el 98 por ciento de recuperación de manglares y un área de más de 17 mil hectáreas de mangle, de las cuales más de 16 mil 700 se encuentran en buen estado.
Paralelamente, se incrementó la superficie cubierta de bosques en 80 mil hectáreas entre 2021 y 2025 y se han reforestado áreas costeras y cuencas hidrográficas claves, con impactos directos en la protección de suelos, la retención de humedad y la captura de dióxido de carbono.
La gestión de los recursos hídricos también muestra resultados relevantes, gracias a la ejecución de obras (nuevas presas, trasvases, plantas potabilizadoras, redes de abasto y sistemas de saneamiento en polos urbanos y turísticos), que benefician a más de 230 mil habitantes.
Entre las inversiones sobresalen la presa Levisa, los túneles de trasvase Miguel-Levisa y Levisa-Mayar, la planta desalinizadora de Caletones y la rehabilitación de acueductos y alcantarillados en ciudades como Holguín, Banes y Moa, acompañadas por un cambio progresivo hacia fuentes renovables en estaciones de bombeo.
En el sector energético, el territorio consolida una matriz más limpia con la operación de parques eólicos y solares fotovoltaicos que han generado decenas de miles de megawatt-hora, con lo cual sustituyen combustible fósil y evitan la emisión de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
A ello se suma la instalación de cientos de sistemas fotovoltaicos autónomos en comunidades rurales y centros productivos, el desarrollo de una pequeña central hidroeléctrica en Mayarí y acciones de eficiencia energética en la industria del níquel y el sector azucarero, que refuerzan el aporte de Holguín a la mitigación del cambio climático.
Sin embargo, los estudios también demuestran que debe incrementarse la acción para solucionar determinadas problemáticas. Por ejemplo, la provincia enfrenta un clima en transición hacia condiciones más cálidas y secas, con un aumento significativo de la temperatura máxima, redistribución de precipitaciones, sequías recurrentes cada cinco años y mayor frecuencia de ciclones tropicales que provocan inundaciones, penetraciones del mar y erosión costera.
Lo anterior afecta a 31 asentamientos costeros, 1082 km² por salinidad marina (con 105 mil 530 habitantes en riesgo), suelos salinizados en 66,6 Mha y 66 playas con erosión sostenida, lo cual amenaza incluso la capacidad turística para 2050.
Asimismo, los ecosistemas costeros muestran deterioro avanzado, con pastos marinos y arrecifes (15,7 km²) en estado crítico por blanqueamiento de corales, baja cobertura biológica y actividades antrópicas como dragados en Moa, mientras los manglares (111,6 km²) presentan salud baja en zonas turísticas.
Además, la industria extractiva, especialmente en Moa, genera contaminación por colas mineras, emisiones y sedimentos, pese a esfuerzos por presas de colas y rehabilitaciones, mientras persisten desafíos en eficiencia energética y transporte, con paralizaciones como el parque eólico Río Seco.
En la ejecución de la Tarea Vida, predominan limitaciones presupuestarias y de materiales (cemento, acero), lo cual ha paralizado las reubicaciones de viviendas (59 pendientes) y obras hidráulicas como túneles de trasvase y plantas desalinizadoras.
Muchas inversiones se prolongan hasta el 2030 por retrasos en cronogramas, falta de combustibles y piezas de repuesto, hecho que afecta el cumplimiento total de las 401 acciones planificadas. Estos problemas multisectoriales demandan mayor integración y recursos para mitigar vulnerabilidades crecientes al cambio climático.
