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La Primera Conferencia Internacional para la Eliminación Progresiva de los Combustibles Fósiles, que tendrá lugar en Santa Marta, Colombia en abril de 2026, es uno de los hitos que dejó la COP30
Esta conferencia reunirá a gobiernos, academia y comunidades para acelerar acuerdos globales hacia la eliminación de los combustibles fósiles, en línea con el límite de 1,5°C y la Declaración de Belém.
El evento, presentado como un espacio diverso de alta interacción, busca congregar a representantes de diversos sectores, visiones y geografías, todos unidos por una voluntad común: acelerar el abandono del carbón, el petróleo y el gas como parte de las estrategias indispensables en la lucha global contra el cambio climático.
“Creemos que es un símbolo respecto a un Caribe que debería demostrar su belleza y ser el epicentro de la paz con la naturaleza”, se afirmó durante el anuncio. La elección de Santa Marta subraya la urgencia de proteger ecosistemas vulnerables que son de los primeros en sufrir los impactos del calentamiento global, resaltó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Irene Vélez Torres.
Para el Gobierno del Presidente Gustavo Petro, la conferencia representa un triunfo en materia de posicionamiento internacional. “Lo que sí creo que ganamos fue el posicionamiento de Colombia, de este gobierno, del cambio con un mensaje absolutamente claro: para Colombia sí es importante”, señaló.
La cita se enmarca en la política exterior ambientalista y el discurso constante de Petro sobre la necesidad de una transición energética justa a nivel global y se perfila como un escenario crucial para pasar de las declaraciones de principio a los planes de acción multilaterales, una visión que tuvo retrocesos en Belém.