Antes de investigar el uso de la tecnología en el deporte para mi tesis de licenciatura, desconocía la influencia directa que esta tiene en el béisbol. “Es increíble cuánto puedes desconocer de un juego que has jugado toda la vida”, reflexionó en una ocasión Mickey Mantle, estrella de los Yankees de Nueva York.
La ciencia elevó el nivel del deporte, y el béisbol fue uno de sus pioneros. En Cuba, en la actualidad, se acometen varios estudios científicos para reimpulsar su desarrollo, aunque aún queda mucho por hacer para que estos se traduzcan en resultados significativos.
Cuba presenta preparadores y expertos empíricos en béisbol, pero como menciona el entrenador pinareño, Raciel Sánchez, no se puede depender solamente de experimentar, sino hay que “tener una base (científica) sólida que te permita funcionar adecuadamente durante el juego o a lo largo del campeonato”.
El subdirector del Centro de Investigación del Deporte Alfredo Quintana señala que “el béisbol dispone de un sistema informático muy importante que recopila información de todas las áreas nacionales. Sin embargo, es fundamental señalar que el software no enseña a pensar”, agrega, refiriéndose a la herramineta Strike Zone. El análisis de estos datos es luego esencial.
La tecnología adquiere un papel crucial en el béisbol moderno, facilita los trabajos de scouts, entrenadores, especialistas y jugadores; los grandes equipos de MLB o asiáticos utilizan estrategias fundamentadas en datos para la selección de lanzadores y bateadores en momentos claves, así como en el posicionamiento de los jugadores según las características del rival.
Los especialistas y analistas son esenciales para descifrar y hacer el análisis de estos datos y tomar luego mejores decisiones; es un aspecto clave en el que nuestra serie debe de trabajar.
Alfredo Quintana asegura que se están creando reportes analíticos para capacitar al personal encargado y mejorar esta situación.
La tecnología no lo es todo
Un estudio realizado por el ingeniero Alfredo Ríos en 2020 con 24 peloteros de la Serie Nacional de Béisbol permitió conocer a los entrenadores qué deben trabajar con sus jugadores para mejorar la velocidad del swing.
Con la tecnología Blast Motion también se evidenció el ángulo perfecto para realizar buenas conexiones y no batear tantos roletazos, lo cual sucede con frecuencia a los peloteros cubanos.
A pesar de los análisis y conocimientos teóricos, la ofensiva ha sido punto débil del equipo cubano en torneos recientes, dejándolo lejos de un buen resultado y retrocediendo los muchos pasos que se dieron con el cuarto lugar en el último Clásico Mundial de Béisbol. En el pasado Premier 12, por ejemplo, se registraron cifras poco alentadoras: .253 de promedio, .345 OBP, .343 SLG y .688 OPS. Estos números indican que el equipo no logró buenos resultados con hombres en base, un factor crucial para ganar partidos.
Si bien la ciencia identifica las debilidades de los bateadores cubanos, es un sistema más complejo donde los entrenadores deben tener una mejor formación en el uso de estas herramientas. Los jugadores también deben comprender y dejarse guiar por las informaciones brindadas por los especialistas.
Raciel Sánchez cuenta cómo con el uso de la tecnología ha podido ayudar a lanzadores como Franck Abel Álvarez a tener más efectividad. También Alexander Malleta, en una entrevista para JT, dio a conocer que los videos que les hace a sus bateadores en sus comparecencias sirven para que luego observen cuando realizan una buena o mala técnica de bateo.
La responsabilidad de realizar una mejor explotación de la tecnología recae en todos. Los directores deben estar capacitados para comprender y utilizar eficazmente estas herramientas, mientras que los jugadores deben estar dispuestos a realizar ajustes para lograr mejores resultados.