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Fraudes científicos de este siglo (40): el monumental fraude vitalicio de Mart Bax

Arnaldo González Arias
15 octubre 2025 | 0 |

Tras el retiro en 2002 de Marten Meile Gerrit Bax, alias Mart Bax, nacido en los Países Bajos en 1937 y profesor emérito de Antropología Política de la Universidad de Vrije, se hicieron públicas las sospechas de mala conducta científica que lo venían rondando desde hacía años. Se sabe que se casó y tuvo hijos, pero no hay mucha información sobre su vida privada, excepto que estudió Antropología Cultural en la Universidad de Ámsterdam.

¿Qué es la Antropología Política?

La Antropología es la ciencia que estudia los diversos aspectos de la sociedad y la cultura humanas; la Antropología Política es la rama que investiga los sistemas políticos; se presume que surgió en 1940 con una serie de ensayos europeos publicados bajo el título “Sistemas políticos africanos’. Las investigaciones contemporáneas tienden a explicar el comportamiento social a partir de datos concretos tomados de la realidad, eludiendo suposiciones o generalizaciones.

Sin embargo, la interacción directa de los investigadores con los encuestados puede traer aparejadas contradicciones y dilemas éticos importantes, pues los testimonios dependen en gran medida de las características de las personas entrevistadas y del tipo de investigación realizada.

Por ejemplo, algunos consideran que se debe establecer de antemano que los sujetos sean conscientes de que se está realizando una investigación y de su propósito, lo que se conoce como ‘consentimiento informado’. Esto a veces enfrenta la objeción de otros, que piensan que el conocimiento previo de los objetivos podría influir en las opiniones de los participantes.

También hay criterios de que divulgar su identidad podría afectar su seguridad si la información es sensible (por ejemplo, en casos de conflictos armados o delincuencia organizada), y que revelar el lugar de la encuesta podría poner en peligro incluso al propio investigador. Y siempre está presente la posibilidad de que, por alguna razón, los entrevistados brinden información falsa.

Para soslayar estos problemas los antropólogos suelen usar seudónimos de personas y lugares, lo que permite la divulgación de mayor cantidad de información a la vez que protege a las personas de posibles consecuencias. Sin lugar a dudas, todos estos factores influyen al tratar de evaluar la veracidad u honestidad de algún estudio antropológico.

Aprovechándose de estos criterios, Mart Bax, se las arregló para publicar información falsa durante toda su vida.

Primeros indicios de fraude

Medjugorje es una pequeña ciudad en Bosnia-Herzegovina, cerca de la costa del mar Adriático, con cerca de cuatro mil habitantes; es un sitio de peregrinación venerado bajo la creencia de que la Virgen María se habría aparecido a seis jóvenes croatas − varias veces − en 1981. Posee una gran plaza-santuario en un lugar destacado de la ciudad (ver figura).

En sus artículos sobre crímenes durante la guerra de Bosnia (1992-1995), Bax escribió que allí habían tenido lugar 140 asesinatos, que otras 60 personas desaparecieron, y que unos 600 refugiados emigraron del lugar. Según Bax, las muertes no fueron originadas por conflictos étnicos, sino por venganzas entre clanes. Sin embargo, en una investigación posterior, muchos testigos presenciales desmintieron todo: no hubo ni muertes ni clanes; todo fue una completa invención de Bax.

Un libro publicado diez años después de su retiro ‒ Ciencia descarrilada, 2012 ‒ dedicó un capítulo completo a estas y otras incongruencias en las publicaciones de Bax. Por ejemplo, allí aparece que Max publicó resultados sobre una investigación realizada en Holanda en un monasterio, cuya existencia no pudo ser comprobada por expertos.

Bax rehusaba decir a nadie el nombre del monasterio y donde estaba localizado. Había sido el tema de su disertación en octubre de 1989 al aceptar la dirección de la cátedra de Antropología Política. Aunque es común el uso de pseudónimos para proteger a los informantes, Bax también inventó nombres para lugares geográficos  ̶ algo sorprendente, pues se trataba de un caso histórico que tuvo lugar en 1870. ¿Para qué se necesitaba tanto ocultamiento y privacidad al cabo de tanto tiempo?

Más tarde, un artículo de 2013 en la prensa denunció que una porción considerable de publicaciones de Bart, reportadas como tales en sitios oficiales, no aparecían en ningún lugar (después se comprobó que nunca existieron).

Estas alegaciones condujeron al Comité Ejecutivo de la Universidad de Vrije a formar un Comité de Investigación. La encuesta que siguió dio lugar a documento de 66 cuartillas que explica con lujo de detalles todos los pasos seguidos en relación a la investigación, incluyendo una revisión bibliográfica de ocho cuartillas al final del informe y 37 entrevistas con diversas personas. En 3 de ellas, en los meses de junio y julio de 2013, Bax admitió haber cometido ‘errores’ y ‘equivocaciones’ pero, según él, no hubo intención de engaño deliberado; defendió su integridad alegando que, si algunos datos no ‘encajaban’, eso no significaba necesariamente que la realidad descrita no fuera en general la correcta.

Conclusiones de la investigación

Tras una amplia búsqueda en todos los escenarios posibles, de 161 publicaciones investigadas, que incluyeron los archivos personales y de la universidad, así como búsquedas en diversos medios de internet, no aparecieron 64 en ningún lugar. También se encontraron autoplagios en 92 publicaciones (es decir, un mismo artículo ‒ o gran parte de él ‒ publicado con diferentes títulos sin la debida referencia). Los resultados del extenso informe se pueden resumir de la manera siguiente:

1. Una parte importante de las publicaciones que aparecen en documentos oficiales entre 1989 y 2005, utilizadas en su momento para evaluar (a) la continuidad de su dirección de la Fundación de la Universidad Libre, (b) la investigación cultural-antropológica en la Universidad VU de Ámsterdam, (c) su trabajo como director de la Facultad, y (d) el desempeño de tres comités internacionales de revisión de programas, simplemente no existen. El Comité consideró que este aspecto era una forma de falsificación de documentos, pues sobre esas bases el autor obtuvo un puesto de profesor, estatus académico y acceso a financiación.

2. Bax reeditó en gran escala muchas de sus publicaciones (falsas) como si fueran nuevas, disfrazadas con modificaciones tales como nuevos títulos, cambio de nombre de informantes y/o lugares, e incluso diferentes fechas para los mismos eventos, lo que se considera autoplagio.

3. Reportó premios, becas y afiliaciones que no existieron. Se consideró muy grave el hecho de que Bax falseó su pertenencia al Tribunal Yugoslavo y al Instituto NIOD para Estudios sobre la Guerra, el Holocausto y el Genocidio.

Sin embargo, al estar jubilado desde hacía tanto tiempo ‒ y posiblemente dada su edad ‒ la Universidad no tomó acciones legales contra Bax. Algunos consideran que esto ha sido un muy mal ejemplo por parte de la dirección de la Universidad de Vrije; es prácticamente una incitación a que otros cometan este tipo de fraude y escapen libres de polvo y paja.

Una vida de engaños

En 2019 se supo que las mentiras de Bax se remontaban a los mismos inicios de su vida académica, cuando el periódico holandés De Volkskrant sometió la tesis doctoral de Bax de 1970 a escrutinio, y encontró gran cantidad de datos inventados y falsos. Escrita sobre un pueblo rural irlandés al que llamó Patricksville ‒ se presume que fuera Buttevant – el pueblo aparece como un lugar de intensa corrupción, sobornos y clientelismo.

La tesis fue la base de su primer libro importante, publicado en inglés; hoy día ambos se consideran un fraude total. Posiblemente Bax posea el record mundial de tiempo dedicado a falsificar publicaciones sin ser expuesto: 42 años. Mart Bax falleció en 2015;   hasta 2014 aparecían como retractadas sólo dos de sus publicaciones.  Hasta el momento no aparecen mas retractaciones en la WEB.

Comentario final

Con este artículo se cierra la entrega de la serie ‘Fraudes Científicos de este Siglo’. Ha sido nuestro propósito dejar bien claro que, por muy afamado o respetado que parezca ser un autor, al evaluar sus resultados científicos siempre es indispensable un cierto escepticismo; así será posible evitar que ocurran sucesos como los que se han ido describiendo en este y otros artículos durante varios meses. Vale la pena hacer énfasis en que no sólo es necesario conocer lo positivo y resaltarlo como ejemplo para los demás; también hay que divulgar lo negativo y sus consecuencias, con el fin de que otros no repitan los mismos errores una y otra vez. Tal como escribió Santayana: ‘Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo’.


Bibliografía

Rapport Commissie Baud Engelse versie def.pdf , https://research.vu.nl/ws/portalfiles/portal/3526313/Rapport%20Commissie%20Baud%20Engelse%20versie%20def.pdf

Mart Bax – Wikipedia, https://en.wikipedia.org/wiki/Mart_Bax

mart bax – Retraction Watch https://retractionwatch.com/category/mart-bax/

Margry | On Scholarly Misconduct and Fraud, and What We Can Learn from It | Ethnologia Europaea, https://ee.openlibhums.org/article/id/1646/

Međugorje. Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Medugorje

Antropología política, https://www.enciclopediadelapolitica.org/antropologia_politica/

El castillo de naipes del profesor Bax, (en holandés el original); https://www.volkskrant.nl/nieuws-achtergrond/het-kaartenhuis-van-hoogleraar-bax~b411f38c/

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