“El desarrollo empieza aquí” es el slogan que distingue a la campaña de comunicación nacional sobre desarrollo local, lanzada recientemente en La Habana, con el objetivo de promover el enfoque estratégico en la gestión del desarrollo a esa escala.
Gestada por el Centro de Desarrollo Local y Comunitario (CEDEL) tiene su base en resultados concretos. La finca La Ernestina, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Sierra Maestra de la provincia Artemisa, es un ejemplo y referente nacional, donde se evidenciaron sus potencialidades y hoy abastece posturas y semillas a los productores de la región y otros territorios.
En esta finca se emplea el cepellón, una de las tecnologías de avanzada para obtener posturas de alta calidad, con un sistema radicular complejo. Según describió el productor Jorge Luis Martínez Figueroa, en una bandeja de poliespuma, con más de 240 huecos de forma piramidal, es colocada de manera selectiva la materia para obtener la planta.
“La iniciativa que ahí se gestó, con la participación del Proyecto Internacional Fortalecimiento de Capacidades para el Desarrollo Local (Prodel), vino a resolver un problema en el país relacionado con la obtención de posturas y semillas. En estos momentos tenemos siete variedades de tomates, cuatro de pimientos, tres de berenjenas y cuatro de col, esta última es la única importada, el resto son semillas autóctonas.
“En el municipio de Artemisa hemos puesto 1.8 libras de hortalizas por persona de los más de 82 mil habitantes con los que cuenta el territorio, de los siete que el Ministerio de la Agricultura ha designado como la canasta básica. La mayoría de los productores están optando por nuestras posturas, a las cuales no se les aplica ningún químico, todo es orgánico”, indicó Martínez Figueroa.
Desde luego el municipio resulta el lugar para la innovación, para solucionar problemas e impulsar cambios.
En conferencia de prensa Ada Guzón Camporredondo, directora del CEDEL explicó que lo más importante son los resultados de los municipios, en sentido general, de cara a su propio desarrollo. De igual modo, la introducción del elemento innovador.
“Estos procesos se basan en los recursos endógenos. Primero identificar las potencialidades de los municipios que conducirán a mejorar las condiciones de vida de la comunidad y sus habitantes”, enfatizó.
La campaña impulsará alianzas y estimulará la autogestión en las comunidades. Está prevista para dos años con la participación de 27 municipios en los que actualmente Prodel trabaja.
En estos territorios se realizarán talleres locales basado en metodologías participativas, el foro barrial “El municipio que queremos”, ferias de desarrollo local entre otras actividades.
El programa Prodel ha auspiciado un total de 64 proyectos. Ello ha transformado la vida de miles de personas en cuestiones como el rescate de tradiciones locales, la creación de nuevos empleos para mujeres y jóvenes, la mejora salarial, la construcción o reparación de viviendas, así como el autoabastecimiento del mercado local.