Científicas, educadoras, comunicadoras y especialistas en tecnología se reunieron en La Habana durante el III Taller de Desarrollo de Redes para Mujeres en STEM, un espacio dedicado a promover el liderazgo femenino en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El evento fue organizado por el Instituto de Cibernética, Matemática y Física como entidad anfitriona, con el respaldo de instituciones internacionales como la Organización de Mujeres Científicas para el Desarrollo del Mundo (OWSD, por sus siglas en inglés), la UNESCO, el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) y la Embajada de España en Cuba. También participaron la Sociedad Cubana de Física y la Academia de Ciencias de Cuba. como colaboradores.
Las sesiones se enfocaron en la necesidad de implementar iniciativas que reduzcan la brecha de género en el sector científico, con énfasis en la formación de redes de apoyo y la visibilización del trabajo de las mujeres en estas disciplinas.
Entre robots que simulan ecosistemas marinos, algoritmos para deconstruir la violencia de género y redes que cruzan fronteras, transcurrió este espacio donde convergieron la urgencia y las soluciones para las científicas del Sur Global.
El relanzamiento del capítulo cubano de la Organización para las Mujeres en la Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OWSD por sus siglas en inglés) sirvió como eje articulador del evento. Con la incorporación de 44 nuevas investigadoras y un comité ejecutivo liderado por la Dra. Lilliam Álvarez, la organización —fundada en 1999 pero revitalizada en 2024— asumió un compromiso público: no solo aumentar su membresía, sino también crear una plataforma sólida para impulsar el trabajo de las científicas cubanas.
“Esta iniciativa no se trata solo de sumar nombres, sino de construir las bases para que el aporte de las mujeres en la ciencia sea imparable”, declaró la Dra. Álvarez durante su intervención.
En este contexto se presentó la investigación de las másteres en ciencias Milagros Cuesta Casañas y Mercedes Valero. Su proyecto, aún en desarrollo, analiza la presencia y participación de las mujeres científicas afrodescendientes en el desarrollo económico y social de Cuba.

“Proponemos un enfoque que examine la evolución del rol de la mujer afrodescendiente, caracterizada por las tres R de la afrodescendencia: resistencia, resiliencia y re-existencia”, explicó Cuesta Casañas, directora del proyecto.
Entre los resultados preliminares presentados por la M.Sc. Mercedes Valero destaca que, de los más de 400 miembros de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) entre 1996 y 2024, menos del diez por ciento son mujeres negras o mestizas.
Las redes establecidas durante el evento trascendieron fronteras. El formato híbrido del encuentro permitió presentar AymurAI, una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por DataGenero que busca revolucionar la recopilación y análisis de datos judiciales en América Latina.
Esta iniciativa forma parte de la Red de IA Feminista, que agrupa a países como Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica y México, y promueve el uso de tecnología de inteligencia artificial aplicada a la justicia abierta.
A diferencia de sistemas completamente automatizados, esta solución semiautomática incorpora validación humana para garantizar precisión. La herramienta utiliza técnicas avanzadas para identificar información relevante como tipos de violencia, género de las víctimas, vínculo con el agresor y resoluciones judiciales.
Actualmente, el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°10 de Buenos Aires ya ha implementado esta tecnología, sustituyendo su método manual por un sistema asistido por IA, según explicó Ivana Feldfeber, directora ejecutiva y cofundadora de DataGenero.

En el ámbito educativo, la Dra.C. Leslie Mora Ávila, directora del Centro de Estudios Educacionales de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, presentó Eco STEAM EV3, un proyecto de robótica educativa desarrollado por la Red de Promotores de Cultura Científica. Esta iniciativa tiene como objetivo fomentar el desarrollo de habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas entre niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Creado en 2024, el proyecto atiende a participantes de 6 a 18 años y ha experimentado una notable expansión, con seis programas de robótica educativa implementados en espacios estratégicos como la Quinta de los Molinos, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Centro de Estudios de Educación Ambiental del Varona. Como parte de su impacto educativo, ha organizado competencias de robótica y cinco ferias científicas, posicionándose como un referente en el desarrollo de competencias técnicas y creativas en las nuevas generaciones.

Este III Taller de Desarrollo de Redes para Mujeres en STEM evidenció la urgencia de implementar acciones articuladas que permitan reducir las brechas de género en el ámbito científico. Los resultados demostraron que tanto el trabajo colaborativo como la adopción de herramientas innovadoras constituyen elementos fundamentales para alcanzar una transformación sostenible en el sector.