El campesino René Dopico Sanabria localizó en una caverna situada en la finca de su propiedad, cercana a los límites del Geoparque Viñales, un esqueleto articulado de un reptil marino, con la novedad de que apareció en rocas veinte millones de años más jóvenes que las de anteriores descubrimientos.
En artículo de Manuel A. Iturralde-Vinent, Lázaro W. Viñola y Yasmani Ceballos Izquierdo, se aclara que “en las montañas de la Sierra de los Órganos se conoce, desde el siglo pasado, la existencia de restos fósiles de reptiles de la era Mesozoica, cuando el insigne naturalista cubano Carlos de la Torre reportó el hallazgo de aquellos animales”.
Explican que “estudios posteriores han permitido determinar la presencia en esta región de restos fósiles de dinosaurios, pterosaurios, ictiosaurios, plesiosaurios, cocodrilos marinos y tortugas en rocas del Jurásico Superior Oxfordiense (~ 160 millones de años de antigüedad)”.
De acuerdo a las observaciones preliminares, el ejemplar incluye los huesos de las patas transformadas en aletas natatorias con todos sus componentes, un número importante de finas costillas algo dispersas, numerosas vértebras articuladas que trazan un gran arco, las que formaron parte de la columna vertebral y la cola del reptil, el cual, de acuerdo a los primeros cálculos, tenía entre tres y cuatro metros de largo.
En este momento está conformado un grupo de trabajo para comenzar el proceso de identificación del reptil, que a primera vista se asemeja a un representante de la familia Ichthiosauria. El objetivo es desarrollar un proyecto que logre completar el estudio de las rocas donde se encontró este ejemplar, examinar el área cercana en busca de otros fósiles, determinar con mayor precisión las condiciones de vida y fosilización del reptil, identificarlo hasta el nivel posible, y sobre todo, preservarlo.
La caverna donde se produjo el hallazgo se llena de agua cargada de fango y vegetación cada vez que llueve, por lo que se dificulta el acceso a la misma. Además, han ocurrido desplomes de lajas rocosas desde el techo y paredes, que pusieron al descubierto el esqueleto, pero que en un futuro podrían dar lugar a la pérdida de la cueva.
Por el paso oceánico surgido tras la división del supercontinente Pangea navegaorn muchos de estos organismos acuáticos. Allí se formaron las rocas marinas de la actual cordillera de Guaniguanico, las cuales contiene restos fósiles de aquellos ecosistemas que transitaban el Pacifico, el Atlántico y el Índico.
Los ictiosauros eran reptiles depredadores primitivos parecidos a lagartos con aletas. Aparecieron hace unos 251 millones de años, durante el Triásico, 20 millones antes que los dinosaurios. Durante sus 100 millones de años de existencia, sus cuerpos se transformaron y su forma se hizo similar a la de los peces, con cráneos largos y estrechos y mandíbulas con dientes afilados, según National Geographic.