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Automatización industrial en Cuba ¿El huevo o la gallina?

Orlando Lázaro Rodriguez
09 octubre 2024 | 0 |

Foto: tomada de massa.ind.br


“…Hay que invertir en la industria, dentro de esta hay que tomar la industria más moderna; hay que tener una base mecánica suficientemente sólida, con una base metalúrgica elemental, por lo menos. Hay que hacerlo. Hay que dedicarse a la química del petróleo, del azúcar, la química básica, incluidos fertilizantes en ella; hay que quimificar al máximo. Hay que automatizar, única forma de competir. Hay que atender al problema inquietante del mantenimiento preventivo…”

La Habana, 26 de marzo de 1965. Carta del Che a Fidel sobre algunos de los problemas básicos del Estado


La Industria 4.0 en Cuba: Un camino necesario y constante

La Industria 4.0 se impone en el mundo como una realidad cotidiana. La dirección del gobierno y el estado cubano ha dejado manifiesto su apoyo y su intención de introducir las mejores prácticas de la industria moderna. Cómo lograr la transformación y automatización industrial que Cuba necesita, a partir del uso de las nuevas tecnologías, fue el tema que centró los análisis de la más reciente sesión del Consejo Nacional de Innovación, encabezado por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Foto: Estudios Revolución/tomada de Portal Cuba.cu

“Estamos llamados a reindustrializar el país –acotaba el Dr. Agustín Lage Dávila en ese encuentro- pero no con el concepto de la grandes estructuras físicas que se hacían en los años 70, sino con este nuevo tipo de industria, muy marcada por el empleo de tecnologías habilitantes —tecnologías que generan otras tecnologías—, tales como la conexión de maquinarias industriales a Internet a través de sensores; las telecomunicaciones avanzadas; la robótica; la inteligencia artificial; el procesamiento de grandes masas de datos (big data); las nanotecnologías y otras”.

¿A dónde conduce la Política de Automatización en Cuba?

En el marco de la IV Convención y Exposición Internacional Cubaindustria 2024, José Gaspar Álvarez Sandoval, viceministro de Industrias, comentó al periódico Granma que el sector industrial cubano se ha propuesto restablecer sus niveles de automatización para garantizar un esquema empresarial eficiente y altamente productivo.

Añadió el directivo que se trata de mantener las máquinas ya instaladas con los niveles de automatización que fueron creadas, lo cual está muy ligado a la política de mantenimiento del sector.

También dijo que, en función de lo anterior, los nuevos proyectos que se diseñen, tanto de inversión o de importación de nuevas maquinarias de gran magnitud tecnológica, deben tener en cuenta todos los beneficios y pilares de la industria 4.0, de acuerdo con las particularidades de su gestión.

Desde la rectoría de la Política de Automatización del Ministerio de Industrias, Álvarez Sandoval evidenció: “debemos ser observadores para las buenas prácticas durante los procesos inversionistas, no solo de fábricas, sino, por ejemplo, del funcionamiento de las instalaciones hoteleras, a través del control de todas sus aplicaciones, para lograr sistemas tecnológicos eficientes”.

Teniendo en cuenta mi experiencia práctica de muchos años de automatización en el Instituto de Meteorología, mi largo magisterio en la enseñanza de ingeniería eléctrica, el cual me ha permitido intercambiar con estudiantes procedentes de varias provincias y de muy diversas industrias y mis trabajos prácticos con LADETEC en las industrias camagüeyanas, me parece oportuno señalar algunos problemas que atentan contra estos loables propósitos vinculados a la introducción de los cánones de la Industria 4.0. en Cuba y con la industria en general.

La energía eléctrica

Usted puede comprar una instalación industrial muy moderna, muy automatizada y muy computarizada, y ubicarla en cualquier municipio de Cuba, incluyendo los más céntricos de la capital, que esta instalación va a tener que lidiar con el problema del suministro eléctrico inestable, que no es un asunto coyuntural, sino que ya se torna crónico.

El suministro de energía es vital para la industria en sí misma, sin hablar de los estándares de Industria 4.0. Ya Lenin lo había enfatizado en tiempos de la Industria 2.0: “El Comunismo es el poder soviético más la electrificación de todo el país”.

En Cuba el país está electrificado, pero la capacidad de generación es insuficiente para el consumo actual. Al crear una nueva industria el suministro eléctrico alternativo debe ser considerado desde el inicio. Si es una industria vieja, debe implementarlo de inmediato, sin esperar por hipotéticas épocas de bonanza energética. El uso de grupos electrógenos que garanticen las producciones que no deben detenerse y añadir el complemento con energía fotovoltaica son imprescindibles en la realidad cubana.

Las comunicaciones

Este es un componente vital para la Industria 4.0, sin eso no hay IoT, Big Data, IA, computación distribuida (en la nube) ni coordinación entre industrias. El encadenamiento productivo se dificulta en extremo sin adecuados medios de comunicación.

Las industrias antiguas, aun con cierto grado de automatización, pueden ser inmunes a los problemas de comunicaciones, pero no las nuevas instalaciones con los elementos de Industria 4.0.

Ni siquiera el hecho de tener enlace de fibra óptica es una garantía. Cuando el huracán Irma, el radar de Pico San Juan, justo en el momento cuando mejor dominaba la posición del huracán, perdió el enlace porque un punto repetidor de fibra óptica en el camino hacia el backbone de ETECSA se quedó sin energía al no tener grupo electrógeno, solo respaldo de batería.

Una industria moderna necesita tener garantizadas las comunicaciones con vías alternativas. La inversión industrial debe producir al máximo de las capacidades previstas todo el tiempo, cualquier detención es una pérdida que no amortiza la inversión.

La cadena de abastecimientos y distribución

Mucho se escribe en la prensa y mucho se habla en diferentes escenarios sobre el encadenamiento productivo de las industrias; sin embargo, los resultados son magros.

Hay numerosos ejemplos negativos. Por ejemplo, la muy mencionada (negativamente) Fábrica de Leche en Polvo de Camagüey, el complejo de energía bioeléctrica del central Ciro Redondo, el Combinado Cárnico de Camagüey y otros que con mayor o menor frecuencia aparecen en la prensa por no cumplir con las expectativas con que se hizo la cuantiosa inversión.

Para que una industria automatizada funcione a plena capacidad las cadenas de suministro de materias primas y de colocación de las producciones en manos de su destino final deben funcionar como un reloj. Todo ese engranaje puede llegar a tener mucho más peso en la producción que la automatización de la industria en sí misma. No es hasta que el producto llegue a las manos del cliente final que se puede considerar materializada la producción de una fábrica.

El servicio de terceros

Hace poco visité una instalación industrial, cuyo equipamiento satisface mis ideas acerca de la Industria 4.0. Sin embargo, las protecciones contra descargas eléctricas me parecieron inadecuadas. Tal vez el diseño original se vio sobrepasado por la instalación del equipamiento, quizás mayor que el que se pensó originalmente. El caso es que es muy frecuente escuchar las lamentaciones por los daños que ocasionan los impactos de los rayos, ya sea directamente o por sobretensiones eléctricas en las líneas, inducidas por estos.

No basta que el diseño esté bien hecho, las protecciones necesitan verificaciones periódicas y mantenimientos. Todo este asunto de los aterramientos y las protecciones eléctricas inadecuadas puede echar por tierra una inversión industrial muy costosa y moderna en cuestión de segundos.

Otro aspecto muy importante y menospreciado es la climatización. Hay instalaciones a las que se les pone la climatización adecuada, pero no se prevé su mantenimiento periódico. Otras en las que la climatización se diseña en función de un equipamiento y luego se instala otro diferente. Luego ya nadie presta atención al asunto según las necesidades del equipamiento instalado. Entonces, cuando falla, nos quejamos del fabricante.

Aun cuando todo se prevé adecuadamente, en Cuba los servicios de terceros para los temas de protecciones, aterramientos y climatización son muy ineficaces y no cuentan, en muchos casos, con los insumos, los medios y los repuestos para sostener lo instalado. Al invertir en una instalación que aspira a cumplir con las normas de Industria 4.0, los servicios de terceros deben estar cuidadosamente organizados y rigurosamente implementados desde el minuto cero. Lamentablemente, se acuerdan de los servicios de terceros cuando comienzan los fallos.

Los problemas de la automática industrial

En mis más de 42 años de trabajo he visto en Camagüey numerosas industrias que nacieron con alto grado de automatización y fueron degenerando hasta convertirse en un engendro manual e ineficiente. Pongo aquí un ejemplo anecdótico, aunque es solo una muestra pues conozco muchas más.

La Fábrica de Cervezas Tínima, de fabricación alemana, era un complejo con alto grado de automatismos. La visité en su inauguración y años más tarde me tocó ir por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en una comisión que evaluaba las industrias del territorio y sus problemas.

La línea de lavado de las botellas estaba seguida por un sistema de control de la calidad óptico. Las botellas eran iluminadas por un lado y del otro un sensor de luz verificaba la limpieza. Lo habían quitado y en su lugar tenían a unas personas que “evaluaban a ojo” la limpieza de las botellas que venían en una estera. Pregunté qué había sido del sistema original. Me dijeron que lo habían quitado porque “les bajaba mucho la producción” y ellos tenían un plan que cumplir ¿Cómo así pregunté? “Es que rechazaba muchas botellas por suciedad y con las compañeras no nos pasa eso, ellas son muy expertas”. Efectivamente, ellas no dejaban pasar una botella con un ratón muerto. Tengo muchísimos ejemplos de ese tipo, no solo en la Tínima.

En las industrias cubanas hay que lidiar con toda una gama de problemas entre los que yo mencionaría (además de los generales arriba citados) operarios que no cuidan la maquinaria, incluyendo a los que la canibalizan llevándose botones, interruptores, bombillos, manivelas y hasta motores si pueden; dirigentes que priorizan la producción a toda costa y a todo costo sin mirar el daño al equipamiento; insuficiente conocimiento tecnológico que no les permite explotar la maquinaria en toda su potencialidad; carencia de una estrategia de mantenimiento que incluye la falta de insumos y repuestos y también la ausencia de personal técnico que pueda hacer reparaciones.

En general… cultura tecnológica inexistente. Claro, hay honrosas excepciones y también podría mencionarlas. En las industrias viejas estos problemas no eran ocasionados por los fabricantes, solo por nosotros mismos. Los fabricantes daban manuales explícitos, planos y todas las instrucciones de mantenimiento necesarias.

Nuevas tecnologías, nuevos problemas

Las nuevas tecnologías industriales, sean Industrias de tercera o cuarta revolución, introducen nuevas dificultades que no existían en las industrias más viejas y que voy a desglosar a continuación. Los fabricantes modernos necesitan a toda costa que el comprador establezca una dependencia con ellos que lo “amarre” de por vida. Esta sumisión la logran por las siguientes vías:

  • 1- No dan ningún tipo de información técnica que le permita al comprador ejecutar reparaciones por sí mismos, aunque simulan hacerlo. Ofrecen un juego de planos eléctricos “genéricos”; les llaman “de entrenamiento”. Son más o menos como los que tiene el equipo, pero no tanto; es solo para que “entiendas”, no para que repares.
  • 2- Encapsulan la mayor cantidad posible de circuitos y mecanismos en módulos, generalmente embebidos en resina, que para el comprador son cajas negras. Cuando se les rompe algo dentro, no importa si es un pequeño componente, tienes que enviarlo al fabricante y pagar un precio exagerado por su reparación en fábrica, con la consiguiente parada en la producción.
  • 3- El software de control del equipo viene encapsulado en dispositivos de solo lectura. A estos solo se puede acceder con programas especiales que únicamente domina el fabricante. El control del equipo viene en una computadora, generalmente de uso específico, con un sistema operativo cerrado (no importa que sea un Windows, viene en versión embeded a la que no se puede acceder). Cuando falla la computadora de control, o el dispositivo de solo lectura, no tienes más remedio que regresar al fabricante, con la consiguiente parada y el pago excesivo.
  • 4- El caso de roturas en el hardware o mal funcionamiento del software de control es mucho peor que una falla en la maquinaria. En ese caso ya el fabricante tendrá una nueva versión, montada en equipos de cómputo más modernos (pueslos originales ya no se fabrican). Por tanto, todo mucho más caro.
  • 5- Lo mejor viene con la Industria 4.0 y el uso de la Internet de las Cosas (IoT). Si bien en las maquinarias más viejas el know-how venía encapsulado en dispositivos de memoria de solo lectura, ahora el verdadero know-how está en “la nube”, y “la nube” no es otra cosa que servidores propietarios del fabricante. Allí está todo, las parametrizaciones de la industria, los ajustes de todos los lazos, el control de la lectura de los numerosos sensores que se le ponen al equipamiento, las estadísticas de funcionamiento de todas y cada una de las partes (alguna de las cuales, el fabricante, generosamente, te facilita). Sumisión absoluta: si dejas de pagar la maquinaria dejará de funcionar y esa es una dependencia de por vida.
  • 6- A causa de este control remoto no se puede hacer ningún tipo de “invento” para burlar los mantenimientos. El fabricante puso abundantes sensores como para detener la maquinaria cuando no se cumple con lo previsto. No se podrá poner nuevamente a funcionar hasta que procedas al mantenimiento, algunos de los cuales deben hacerse… por el fabricante.

¿El huevo o la gallina?

Estamos entre la espada y la pared, una dicotomía al estilo del huevo o la gallina. Ya enumeré las dificultades en la industria cubana, pero hay una realidad incontestable: cada nueva revolución industrial (la cuarta ya en camino y la quinta asomándose) ha traído grandes incrementos de la productividad del trabajo, y en el momento actual se estima que solamente por el uso de la inteligencia artificial la productividad aumentará en un alto por ciento.

Muy pronto las empresas en los países industrializados usarán alguna forma de inteligencia artificial, cada día más. Nuestras viejas industrias, con todos los problemas que he mencionado muy pronto serán no solo ineficientes, sino también ineficaces e improductivas.

Nos vemos compulsados a introducir industrias de cuarta generación con la gran dependencia tecnológica que implican. Según un estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), más del 90 por ciento de las patentes sobre las tecnologías de la cuarta revolución industrial se concentran en diez países, con Estados Unidos y China a la cabeza.

Se anuncia que la inteligencia artificial podría remplazar hasta el 50 por ciento o más de los puestos de trabajo. Esto anularía la ventaja de los países del sur con su mano de obra barata porque, ante esta reducción, las producciones retornarían a los países industrializados.

No introducir estos tipos de industrias nos conduciría a lo mismo que pasó en la Unión Soviética y que el Che alertó a Fidel en una carta tras su visita a este país: “La técnica ha quedado relativamente estancada en la mayoría de los sectores de la economía soviética…En la Academia de Ciencias de ese país hay centenares, tal vez miles, de proyectos de automatización que no pueden ser puestos en práctica porque los directores de las fábricas no se pueden permitir el lujo de que su plan se caiga durante un año; y como es un problema de cumplimiento del plan, si le hacen una fábrica automatizada le exigirán una producción mayor. Entonces no le interesa fundamentalmente el aumento de la productividad”.

Nosotros ni siquiera tenemos eso, nuestra producción de patentes es tremendamente baja si exceptuamos la rama de la biotecnología. Y eso contando con que existan los recursos para mantener el pago de las que ya se tienen.

Las brechas entre los países más desarrollados y los que eufemísticamente llamamos “en vías de desarrollo”, aumentan cada año. La economía de mercado y la propiedad capitalista no van a resolver este problema, que ellas mismas han creado. Se enfrentan ahora a una inmigración masiva proveniente de los países subdesarrollados y yo no veo otra solución que no sea el establecimiento de un régimen mundial más justo, preconizado por los países del BRICS, con Rusia y China a la cabeza.

¿La solución?

¿Podemos o no podemos? Ya la biotecnología en Cuba demostró que sí se puede; lamentablemente, el resto de la economía no logra sumarse.

En mi opinión, a todo lo que he leído en la prensa le agregaría lo siguiente. No basta introducir, ya sean por donaciones, por créditos o por compras directas, industrias con las bondades de la cuarta generación. Antes de la compra debe garantizarse por parte del contratador o negociador cubano el personal de servicio técnico que sea capaz de asimilar el know-how de la maquinaria. Así, cuando falle el control, lo pueden reproducir con soluciones propias, basadas en software y hardware libre (Arduino, FPGA). De otro modo el país queda en la disyuntiva de seguir pagando o dejar que la maquinaria se pare.

Por muy complejo y sofisticado que sea, siempre se puede emular el control del fabricante en dispositivos de hardware y software libre. LADETEC lo ha demostrado en la Sopladora de Botellas de la Fábrica de Vinagre, en las dos sofisticadas autoclaves SYSTEC VE 150, de la Fábrica de Leche en Polvo de Camagüey y en el Destilador Industrial de esta fábrica; en el mando de los motores de la Presa Pontezuela del INRH, en la pollera automatizada dañada por un rayo en la Empresa Avícola de Camagüey y actualmente enfrascados en la recuperación de una máquina productora de tubos plásticos en CiegoPlast.

Una vez entendido lo que hace el control, todo es muy fácil de reproducir usando sensores genéricos (no atados a ningún fabricante específico); al igual que los órganos ejecutores, el nuevo control se monta sobre algún procesador de la familia Arduino.

Esta es justamente la fortaleza que sí logró crear la Revolución con su obra educacional: ingenieros que no le temen a ninguna complejidad tecnológica. Los dispositivos que desarrollamos en LADETEC quedan no solo cumplimentando las mismas tareas que ejecutaban los originales, sino también se le adicionan las facilidades de IoT, para que el personal de la fábrica acceda desde sus celulares y no a una nube propietaria de un fabricante.

Un ejemplo cubano

La actividad de los radares meteorológicos cubanos también ha demostrado que sí se puede, incluso con menos recursos que el sector biotecnológico.

Con los radares meteorológicos se ha logrado un ejemplo de sostenibilidad único en el mundo. Los tres radares RC-32B introducidos por un proyecto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1973, 50 años después son los únicos de ese tipo en el mundo en funcionamiento. Sus otros seis congéneres en el Caribe desaparecieron muy rápido. Los cuatro radares MRL-5 que llegaron a Cuba en la primera mitad de los años 80 (con tecnología de principios de los 70) se mantienen funcionando, dos de ellos con modernización Doppler cubana; en Rusia solo unos pocos quedan operativos. De los nueve radares METEOR-1500S que adquirió Venezuela en el 2005, solamente el que está en Holguín se encuentra en capacidad de funcionar, con modernización Doppler cubana.

El prototipo de Radar Meteorológico Cubano (Doppler) encargado por el Comandante en Jefe, ha sido diseñado para cumplir satisfactoriamente las necesidades de servicios e investigación del Instituto de Meteorología y además, fue concebido para trabajar en las condiciones climáticas de Cuba, con una estrategia de sostenibilidad inmune al bloqueo.

Las soluciones innovadoras aplicadas en los ocho radares meteorológicos cubanos se basan en diseños de hardware y software libre, con el empleo de componentes genéricos de uso masivo en la industria.

Los radares cubanos tienen un sistema de suministro eléctrico ininterrumpido protegido contra descargas eléctricas que les ha permitido trabajar sin averías bajo tormentas eléctricas severas.

El sistema de radiolocalización meteorológica cubano contempla la adquisición, procesamiento, análisis, presentación y divulgación de la información con avisos de fenómenos severos usando todas las vías de comunicación incluyendo las redes sociales.

Para los radares cubanos se diseñó una metodología de servicio técnico que ha permitido una alta disponibilidad de estos para su funcionamiento, basada en una gestión de riesgos para, con poco presupuesto y evadiendo las limitaciones del bloqueo, mantener los radares en una alta disponibilidad.

El equipo de ingenieros, basado en las competencias desarrolladas ha logrado exportar servicios a diez países, ingresando al país alrededor de 400 mil USD y además, ha brindado servicios por colaboración gratuita y solidaria, que, de haberse cobrado, habrían significado una suma similar a la que se cobró.

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