Figura 1: Planisferio giratorio. Cortesía de Ediciones Procivel
Aún recuerdo las noches en las que nos sentábamos en la acera para contemplar el firmamento. Como en los tempos que corren, en esa época había una crisis energética que nos obligaba a todos a salir fuera para tomar aire fresco. El cielo estrellado fue el motivo de largas tertulias de todo tipo: Existencialistas, científicas, religiosas, hasta algún cuento jocoso se “colaba” allí. Pero aquel “enjambre” de puntitos blancos, rojos y azules seguía siendo un misterio. ¿Qué eran? ¿Cuál era el “orden” que según mi abuelo había en esos puntos dispersos? Todos, sin excepción, afirmamos que nos gusta mirar al cielo, pero una gran parte regresa a la vorágine terrenal cuando se intenta explicar un poco lo que ocurre “allá arriba” frente a sus ojos. La respuesta a la actitud que tomamos es la siguiente: No todas las personas reaccionan de igual manera cuando se enfrentan a un problema. Algunas se esfuerzan para resolverlo, aunque hagan pausas para luego volver a intentarlo desde otra perspectiva. Otras, sin embargo, abandonan ante la menor dificultad, creando una especie de rechazo ante estas cuestiones misteriosas pero fascinantes. Hoy, trataremos de allanar un poco este tortuoso camino para los que “se pierden” en la inmensidad del universo.
¿Es necesario conocer las constelaciones?
Así comenzaba un famoso libro que se distribuyó en Cuba durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Los Tesoros del Firmamento es el título de ese gran maestro que los astrónomos amateurs tuvieron (y tienen) en la etapa inicial de su formación autodidacta. Antes de pasar a conocer la estructura interna de una estrella, la composición de una galaxia o el futuro del Universo, en este libro se comienza por explicar al lector cómo entender el entramado de puntos que observamos durante las noches despejadas. Decía su autor: El conocimiento de las constelaciones es el abecedario de la astronomía. Este conocimiento es completamente necesario para el aficionado, y mucho más para el especializado en la astronomía. Lo mismo que es imposible imaginarse a un geógrafo que no conozca los rasgos del globo terráqueo, es también increíble que pueda haber un astrónomo que confunda los dibujos estelares del cielo nocturno. Aunque en la actualidad, muchos astrónomos se especializan en cuestiones más profundas y apenas conocen estos dibujos, en esta ocasión intentaremos ofrecer una herramienta que les será muy útil para conocer las constelaciones: El planisferio giratorio.
¿Qué es un planisferio celeste giratorio?
Un planisferio celeste giratorio (fig. 1) es una calculadora analógica que permite determinar la posición de las estrellas para una fecha y hora concretas. Se trata de un mapa de constelaciones que nos permitirá orientarnos en el cielo. Este es el primer paso que debe seguir todo aficionado, dado que se necesita saber hacia dónde observar antes de tener el instrumento adecuado para ello. ¿Sólo este instrumento será necesario para conocer el aspecto del cielo? Por supuesto que no, pero es uno indispensable para realizar esta tarea. Lógicamente su utilización debe estar acompañada de una lectura minuciosa de textos en donde se explique los diferentes sistemas de coordenadas, el brillo de las estrellas, su distribución en el firmamento, entre otros tópicos. Hoy nos limitaremos a la explicación de cómo construir uno.
¿Cómo lo hago?
Toshimi Taki es un ingeniero aeronáutico japonés. Este señor se ha dedicado a la astronomía por más de 30 años y ha publicado artículos sobre diseño y construcción de telescopios y accesorios en la prestigiosa revista Sky and Telescope. También le ha dedicado parte de su tiempo a la fotografía de objetos del cielo profundo (cúmulos estelares, galaxias, nebulosas…) y a la divulgación de la astronomía. En su página web (Es necesario el uso de una VPN para entrar a esta página) aprecen todos sus artículos e instrucciones para la realización de diferentes dispositivos, entre los que se encuentra el planisferio giratorio. En la página web española, adscrita al Ministerio de Educación, Educa Ciencia está este artículo en español, para que el idioma no suponga una barrera entre usted y el conocimiento.
Lo primero que se debe realizar es una descarga de:
- Mapa de las estrellas
- Espaciadores
- Carátula del planisferio para la latitud de su ubicación (En el caso de Cuba, la que se debe descargar es la carátula para la latitud 200 norte)
Luego deben imprimirse las hojas que vienen en los documentos PDF descargados. ¡Importante! No se debe alterar las proporciones de los mapas o de las carátulas con el objetivo de que ocupen más espacio en la hoja. Tampoco debe usarse pegamento con base de agua porque el papel se podría arrugar. Las siguientes instrucciones fueron extraídas de dicha página web y a continuación se las mostramos junto a una imagen que ilustra cada paso.
Instrucciones para el montaje
- Péguense los espaciadores sobre una cartulina. Córtense a continuación.

- Péguese el mapa celeste norte sobre una cartulina y a continuación córtese. Córtese el mapa celeste sur y péguese en la parte opuesta del mapa celeste norte. Ha de tenerse especial cuidado en que las marcas triangulares negras de los mapas norte y sur coincidan.

- Péguese la carátula norte en una cartulina y recórtese después. A continuación se recortarán los huecos que faciliten la lectura de la fecha y la hora.

- Péguese la carátula sur en otra cartulina y recórtese. Al igual que en la carátula norte, recortaremos las ventanas para la lectura de la fecha y la hora.

- Se hará un bocadillo con las carátulas y los espaciadores, que deberán unirse con pegamento.

- Después de que todo el pegamento se haya secado, se procederá a introducir el mapa celeste en la carátula, con el lado norte del mapa mirando hacia el lado norte de la carátula.

¡A esperar la noche!
Una vez construido su planisferio sólo queda esperar a que anochezca. Busca un lugar oscuro, lo más lejos de la contaminación luminosa posible. Aprender a usarlo es un ejercicio que requiere práctica pero es muy intuitivo, así que no temas. Si quieres observar hacia el horizonte norte, coloca el disco con el mapa norte y, sosteniendo el planisferio en las manos, álzalo unos 200 en esa dirección (puedes encontrar la dirección norte con una brújula o una aplicación de celular). Coloca la fecha en la que te encuentres junto a la hora a la que quieres observar (fig. 8) y compara las figuras que se dibujan en el mapa (asterismos) con las estrellas que aparecen en el cielo.

Muchos piensan que es necesario disponer de un telescopio para aprender astronomía, pero en mi humilde opinión, es más necesario saber antes hacia dónde mirar. ¡Únase a la iniciativa cubana ProAstronomía, visite el Observatorio Astronómico de la Universidad de la Habana, porque los misterios del cielo esperan por usted para ser revelados!
Excelente información, saludos