Médico y dentista, nació en 1961 y se graduó como el mejor de su clase en la facultad de odontología de la Universidad de Oslo en 1989; alcanzó igual galardón en la de medicina en 1994.
Tras graduarse, Sudbo trabajó como oncólogo consultor en el hospital Radium, uno de los cuatro integrados a la universidad, y como profesor asociado hasta 2006. El Radium se unificó con otro de los cuatro en 2005, y en 2009 todos se fusionaron para crear el Hospital Universitario de Oslo.
Durante años, Jon Sudbo publicó resultados sobre oncología en diversas revistas médicas de alto impacto, pero de los 38 artículos publicados a partir de 1993, 15 de ellos resultaron ser falsos.
Atrapado por casualidad
Los problemas de Sudbo comenzaron cuando en octubre de 2005 publicó en The Lancet, la prestigiosa revista médica inglesa, un artículo donde reportaba que el ibuprofeno reducía el riesgo de cáncer en los fumadores − algo que no tenía mucho valor y debería haber pasado sin pena ni gloria, pues ningún médico recomendaría tomar ibuprofeno de forma regular para reducir el riesgo de cáncer en vez de dejar de fumar.
El ibuprofeno es un analgésico/antipirético muy usado y reconocido mundialmente pero, de forma similar a lo que sucede con muchos otros medicamentos, su consumo excesivo puede causar problemas. En ocasiones ‒ según la dosis consumida y la persona afectada ‒ además de dolores de cabeza e insuficiencia respiratoria se han registrado casos de hemorragia intestinal, insuficiencia renal o hepática, e incluso paro cardiaco. |
Pero Sudbo tuvo muy mala suerte: Camila Stoltenberg, directora del Instituto Noruego de Salud Pública, al hacer una revisión bibliográfica de rutina y leer el artículo del ibuprofeno, notó algo fuera de lugar: la publicación reportaba que muchas cifras se habían tomado de una base de datos de pacientes bajo su custodia, pero al momento de publicarse el artículo esos datos aún no se habían hecho públicos. De inmediato la Stoltenberg reportó la anomalía al hospital universitario y a la revista The Lancet, en vista de lo cual el hospital creó una comisión para investigar el asunto.

El trabajo de la comisión
La comisión alcanzó a investigar 38 publicaciones, que involucraban a 60 investigadores en seis países, y encontró que 15 de ellas eran fraudulentas; además se detectaron imposturas en la tesis de doctorado de Sudbo. Según se reveló después, en el ya mencionado artículo del ibuprofeno Sudbo inventó resultados de análisis de sangre, supuestamente realizados a los participantes, con el fin de investigar si habían continuado fumando o no.

La esposa de Sudbo, Wanja Kildal, del Instituto de Informática para la Genética del Cáncer de la Universidad de Oslo, aparece como coautora de siete de los artículos fraudulentos, mientras que su hermano gemelo Asle Sudbo, Profesor de Física en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, es coautor de dos de ellos. Jon Sudbo asumió toda la responsabilidad de los fraudes durante la investigación, y tanto Wanja como Asle fueron declarados libres de cargos.
Aunque la comisión no encontró evidencias de que alguno de los múltiples coautores de otros países tomara parte de los fraudes, si los criticó por no indagar lo suficiente en el trabajo de Sudbo. Según el presidente de la comisión: ‘Una explicación de esta catástrofe es que nadie, o muy pocos, tenían una clara percepción de su trabajo’.
También hizo trampas en EE.UU.
Como colaborador en centros de investigación estadounidenses, Sudbo había solicitado financiación para sus investigaciones al Instituto Nacional del Cáncer y a los Institutos Nacionales de la Salud en EE.UU. Al hacerse público el escenario de fraude, la Oficina de Integridad en las Investigaciones (ORI, del inglés Office of Research Integrity), adscrita al Departamento de Salud y Servicios Humanos y ya mencionada en otro lugar, tomó cartas en el asunto y realizó su propia investigación.
Como resultado, la ORI emitió un comunicado declarando que Sudbo presentó datos fabricados y/o falsificados en una solicitud de subvención para el proyecto “Prevención del Cáncer Oral con Terapia de Objetivo Molecular”, y que más tarde también inventó informes del progreso de dicha investigación; además falsificó el número de pacientes pesquisados para ser admitidos en el proyecto.
En relación con la supervivencia de pacientes con lesiones premalignas orales, aparecían resultados inventados o falsificados acerca de los efectos del número de cromosomas (ploidía) en la lesión. En la sección de ‘Datos Preliminares’ de la solicitud de subvención, Sudbo declaró varias ‘experiencias’ que intentaban demostrar su familiaridad en el campo de investigación, experiencias que la comisión de investigación de la ORI calificó como que ‘parecen pura ficción’.
Dos microfotografías de tejidos que aparecen en un artículo de 2004 en The New England Journal of Medicine, que supuestamente fueron tomadas a dos pacientes en diversas fases de cáncer epitelial, son en realidad aumentos diferentes de la misma foto, lo que no fue detectado cuando se aceptó la publicación. En la figura se ve con facilidad que la de arriba es idéntica − algo corrida a la derecha − a lo encerrado en el recuadro de la figura de abajo.

Por su parte, Sudbo admitió que en el artículo del ibuprofeno inventó los datos de 900 pacientes, así como haber utilizado datos ficticios en al menos otros dos artículos. Pero la ORI encontró otras doce publicaciones que tampoco se podían considerar como válidas, y requerían de retractación. Aunque esas publicaciones no tenían relación con la financiación del gobierno, se referían a temas parecidos y mostraban un patrón similar de fabricación/falsificación por parte de Sudbo. Todas se relacionaban, de alguna manera, con la posibilidad de prevenir el cáncer en poblaciones de alto riesgo a partir de agentes orales no tóxicos.
Sanciones
En noviembre de 2006 el Buró Noruego de Supervisión de Salud le retiró a Jon Sudbo la autorización para ejercer como médico y dentista, por lo que tuvo que renunciar a su plaza en la Universidad de Oslo. Y al encontrar que su tesis también era fraudulenta, le retiró el doctorado en medicina, aunque en 2007 se le autorizó a trabajar como asistente estomatólogo.
En agosto de 2007 Sudbo se acogió a un Acuerdo de Exclusión Voluntaria con el gobierno de los EE.UU. que consistía: (1) En quedar fuera, de manera permanente, de cualquier contrato o subcontrato con cualquier agencia del gobierno y de ser elegido o involucrase en cualquier programa no remunerable, sin solicitar se reduzca su exclusión voluntaria más adelante y, (2) excluirse de participar en cualquier comité de asesoramiento, junta, o comité de revisión por pares, o como consultante o contratante. En 2009 fue autorizado a trabajar de nuevo como médico/dentista en Noruega, pero se le prohibió volver a colaborar en cualquier investigación futura.
El fraude de Sudbo también comprometió a investigadores extranjeros, e incluso a algunas revistas. Uno de los firmantes del artículo del ibuprofeno, investigador principal del MD Anderson Cancer Center de Houston, Texas, ha asegurado que ‘pese a que algunos datos nos llegaban incompletos, no detectamos nada particularmente inusual’.
No obstante, resulta difícil explicar cómo investigadores de centros internacionales reconocidos como el MD Anderson Cancer Center de Houston en Texas, la Cornell University en New York, y el Biomedicum Helsinki en la Universidad de Helsinki, pasaran por alto los datos falseados en el artículo del ibuprofeno.
Aún más, existen condiciones establecidas por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas para validar la autoría de artículos a publicar en sus revistas, tanto para los autores como para las revistas. Una de estas condiciones es que debe quedar bien clara la contribución sustancial de cada autor en la concepción y designio del trabajo, en la adquisición de los datos, o en su análisis e interpretación. Otra condición es que los autores deben revisar críticamente el artículo en sus partes esenciales de forma individual, o en su lugar publicar previamente un pre-print del mismo.
De esta manera, cada autor estará involucrado lo suficiente como para tomar responsabilidad pública por su contenido. En particular, para publicar en The Lancet se requiere una declaración por escrito de la contribución de cada autor; no obstante, cuatro de los autores ‒ no solo Jon Sudbo ‒ aparecen con igual contribución. Sin embargo, aparte de la retractación del artículo, la revista no tomó medidas adicionales al respecto.
Bibliografía
Jon Sudbo. https://en.wikipedia.org/wiki/Talk:Jon_Sudbo
Medical Research Fraud. https://web.archive.org/web/20111213114413/http://vitalitymagazine.com/article/medical-research-fraud/
DNA Content as a Prognostic Marker in Patients with Oral Leukoplakia. Engl J Med, Vol. 344, No. 17, April 26, 2001. https://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJM200104263441702
Letter to the Editor. Scientific misconduct—is there a need for policing the profession. https://doi.org/10.5271/sjweh.980
Non-steroidal anti-inflammatory drugs and the risk of oral cancer: a nested case control study. The Lancet 366 (9494):1359-1366. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16226613/
The office of Research Integrity, https://ori.hhs.gov/ Ibuprofeno, https://es.wikipedia.org/wiki/Ibuprofeno