Que Te Park, coreano-norteamericano, también conocido como Andrew Q. Park.
Doctor Park… ¿en cuál especialidad?
Algunos fraudes, supuestamente basados en la ciencia, de ella sólo tienen el nombre; son más bien estafas descaradas; no son como otros casos, donde existe alguna evidencia científica y la verdad se manipula para beneficio propio. En estas estafas la evidencia no existe, sino que se utiliza la terminología científica para que las personas presuman que hay algo de ciencia detrás de lo que se les ofrece. Se usa la ciencia como cortina de humo para confundir a las víctimas; nada más.
Este siglo ha sido testigo de la proliferación de diversos tipos de ‘pulseras curativas’ ‒ magnéticas, ionizantes, de cobre, equilibrantes ‒ que alegan diferentes beneficios a quienes las usan, desde controlar la presión sanguínea hasta mejorar el equilibrio y el rendimiento físico.
Un caso muy notorio fue el de las pulseras curativas del coreano-norteamericano Que Te Park, también conocido como Andrew Q. Park.[i] Una búsqueda en la WEB proporciona varios profesionales con facciones asiáticas nombrados Andrew Park, pero ni sus datos ni su imagen coinciden con los que aparecen en el sitio web que promociona su libro Poder sanador, alabanzas al señor, ¿qué más puedo decir?, cuya portada se muestra al inicio junto a su foto.
Según la promoción que aparece en ese sitio, en 1986 Park fundó la Iglesia Gospel de la Esperanza Plena (Full Gospel Church of Hope) en Palatine, Illinois, y en 1993 creó la compañía QT, Inc. para comercializar sus ‘pulseras ionizadas’ Q-Ray. Además, en la referencia del libro se detalla que en la primavera de 1998, por tres veces, Dios se le reveló al Dr. Park para decirle que su pulsera ionizada era un obsequio para sanar a las personas que sufrían de dolor crónico. Sin embargo, el obsequio no era gratuito. Las pulseras ‘ionizadas’, capaces de aliviar el dolor y la artritis, según Park, se vendían a un precio de entre 50 y 250 USD cada una. En sus promociones, Park alegaba que “miles de personas habían expresado su alivio al utilizar su producto”, el cual era “capaz de extraer del cuerpo los iones en exceso”.
Cómo se le enredó la pita a Park
Entre 2000 y 2001 se llevó a cabo un ensayo clínico doble ciego aleatorizado con 610 participantes en la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, acerca los posibles efectos sobre el dolor de las pulseras QT. La mitad de los sujetos usaron pulseras QT durante 4 semanas; la otra mitad pulseras placebo (imitaciones de las QT confeccionadas en otro lugar). Se observaron mejorías en algunos pacientes de ambos grupos, pero ninguna diferencia estadística entre ellos. Se llegó así a la conclusión de que, en ambos casos, el alivio provenía del bien conocido efecto placebo, capaz de mejorar ‒ y también recrudecer ‒ las dolencias de un pequeño por ciento de los pacientes que se someten a terapias falsas o inertes.
Tras la publicación del ensayo, el septuagenario Donald Casey presentó una demanda contra la compañía Elk Grove Village, comercializadora de las pulseras, acusándola de promoción fraudulenta. En una feria de equipos de golf en Chicago, Casey había comprado una pulsera por 120 USD tras escuchar una conferencia de Park. En una entrevista posterior declaró haber usado la pulsera durante años, abandonando sus medicamentos habituales en la creencia de que la pulsera lo beneficiaría. Su intención era representar a las personas de todo el país que la habían comprado para que les devolvieran su dinero, así como obtener indemnización para cualquiera de esas personas que, asumiendo el supuesto beneficio de las pulseras, hubiera desechado un tratamiento médico adecuado.
El asunto evolucionó y, a la larga, fue a parar a manos de la Comisión Federal de Comercio (U.S. Federal Trade Commission FTC), que en mayo de 2003 entabló una demanda contra la empresa QT Inc. de Mount Prospect, Illinois, distribuidora de las pulseras de Park.
El producto se promocionaba a través de la TV en un comercial de 30 minutos de duración y en la Internet, en los sitios www.qray.com, www.q-ray.com. Los anuncios alegaban un proceso secreto de ionización e incluían una mezcla de conceptos de filosofía/religión china con vocablos científicos, tales como “la única pulsera ionizada de su tipo en el mundo que balancea el ying-yang de su cuerpo (iones positivos y negativos)”.
Según la Comisión Federal de Comercio, la Q-Ray había comercializado sus pulseras de una forma confusa y engañosa al afirmar que “proporcionaban alivio inmediato, significante o completo, lo que había sido demostrado mediante pruebas científicas”, en franca violación de varios epígrafes del Acta Federal de Comercio.
Tres años después de iniciado el proceso, en agosto de 2006, el juez de Distrito Morton Denlow, en un legajo de 136 cuartillas, condenó a Park a devolver su dinero a 100 000 compradores de pulseras por publicidad engañosa.Las ganancias estimadas por la empresa entre los años 2000 y 2003 fueron de $22.6 millones USD. Durante la vista pública, el juez citó el ensayo clínico de la Clínica Mayo, argumentando que las supuestas propiedades de la pulsera eran “… más ficción que ciencia”.
Al parecer, en la prensa de la época hubo cierta confusión entre las pulseras magnéticas Bio-Ray (también espurias) y las Q-Ray “ionizadas” de Andrew Park. Aunque las Bio-Ray se mencionan en los legajos del juicio, es sólo para decir que no tienen nada que ver con las Q-Ray.
Apelaciones… y otros fraudes
La Q-Ray apeló el veredicto… y perdió.
En enero de 2008, la corte de apelaciones del 7mo Circuito mantuvo la sentencia de que la Q-Ray debería pagar un mínimo de $22.5 millones, que representaban las ganancias desde enero del 2000 hasta junio de 2003, mas $64.5 millones adicionales por devoluciones a consumidores.
La corte apoyó el dictado del juez de distrito que afirmaba que la Q-Ray “se había preparado para engañar a personas no preparadas que se encontraban adoloridas por la artritis u otras condiciones crónicas”. Incluso afirmaciones sobre la composición física de las pulseras eran falsas; las variedades “oro” y “plata” en realidad estaban hechas de bronce.
El juez principal de la vista de apelación, Frank Easterbrook, escribió en otro lugar que los alegatos de la Q-Ray sobre ionización y mejoría del flujo de bioenergía eran“charla insustancial” y que los acusados igualmente podían haber alegado que “criaturas benéficas de la 17ava dimensión usan estas pulseras como un faro para localizar a las personas que necesitan alivio del dolor, y los arrastran cada noche a su mundo de origen para ayudarlos en formas desconocidas para nuestra ciencia”.
Vale la pena destacar el hecho de que los timadores cuestan muy caro. Para lograr desinflar el aparato de promoción montado por Mr. Park fue necesario un proceso judicial que duró tres años, sumado a una investigación de la Clínica Mayo, con el consiguiente gasto de recursosy molestias a pacientes.
No obstante, y a pesar de todo, los timadores de pulseras han seguido floreciendo. En Filipinas, laZorex Tymzone ofrecía pulseras con imanes de neodimio, que según la publicidad “incrementan el flujo de energía corporal en los 15 puntos de acupuntura de la muñeca”. También se supone que las pulseras mejoran el flujo del Qi (chi), y ajustan el sistema glandular, mejorando la energía, reduciendo el estrés, y creando un sentimiento de bienestar.
Y la propia Q-Ray también ha evolucionado para seguir engañando a la gente sin violar las leyes.Ahora no se alega la ionización, pero sí se reporta todo un rosario de beneficios imposibles de comprobar, usando imanes de neodimio.Por ejemplo, en una página WEB de 2019 se promovía lo siguiente:
“Se llama el efecto QRay, una bella pulsera, meticulosamente diseñada, que trabaja en forma similar a la acupuntura sin agujas.Su energía natural fluye a través de los meridianos.Dentro de los 14 canales de meridianos, hay aproximadamente 360 puntos de acupuntura que actúan como vías para su energía natural.Con las terminales de la pulsera en contacto con sus acupuntos, su energía natural positiva se optimiza”.
En cuanto a las pulseras magnéticas y las de cobre, que hace algunos años alcanzaron cierta popularidad en muchos países, un ensayo clínico realizado en 2003 sobre sus supuestas propiedades curativas no encontró efecto terapéutico alguno para combatir la artritis reumatoide, o aliviar sus síntomas, en adición al efecto placebo.
Bibliografía
– Court Rules In FTC's Favor In Q-Ray Bracelet Case; Orders Defendants To Pay Up To $87 Million | Federal Trade Commission, https://www.ftc.gov/news-events/news/press-releases/2006/09/court-rules-ftcs-favor-q-ray-bracelet-case-orders-defendants-pay-87-million
– Healing Power: Praise the Lord, What More Can I Say?: Park, Andrew QT: 9781589301245: Amazon.com: Books, https://www.amazon.com/Healing-Power-Praise-Lord-What/dp/1589301242
– `Ionized’ bracelet faces suit – Chicago Tribune. January 22, 2003. https://www.chicagotribune.com/2003/01/22/ionized-bracelet-faces-suit/
– Effect of “Ionized” Wrist Bracelets on Musculoskeletal Pain: A Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Trial – Mayo Clinic Proceedings, https://www.mayoclinicproceedings.org/article/S0025-6196%2811%2961805-3/abstract
– El Efecto Placebo: el Bueno, el Malo y el Feo. www.geocities.ws/rationalis/etica-placebo/bueno-malo-feo/index.htm
– `Ionized’ bracelet faces suit – Chicago Tribune. https://www.chicagotribune.com/2003/01/22/ionized-bracelet-faces-suit/
– Marketers of Q-Ray Ionized Bracelet Charged by FTC | Federal Trade Commission. https://www.ftc.gov/news-events/news/press-releases/2003/06/marketers-q-ray-ionized-bracelet-charged-ftc
– Un juez de EEUU castiga a la pulsera magnética española. https://www.elmundo.es/suplementos/salud/2006/676/1158357617.html
– Appeal from the United States District Court for the Northern District of Illinois, Eastern Division No. 03 C 3578—Morton Denlow, Magistrate Judge. https://www.ftc.gov/sites/default/files/documents/cases/2006/09/060908qt-qraymemoopinionandorder.pdf
– Case No. 03 C 3578, FINAL JUDGMENT ORDER. https://www.ftc.gov/sites/default/files/documents/cases/2006/09/060908qt-qraymemoopinionandorder.pdf
– Copper Bracelets and Magnetic Wrist Straps for Rheumatoid Arthritis – Analgesic and Anti-Inflammatory Effects: A Randomised Double-Blind Placebo Controlled Crossover Trial. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0071529