La pérdida de la diversidad biológica es también un problema en Cuba. (Foto tomada de Perla Visión)
El nuevo Programa Nacional sobre la Diversidad Biológica de Cuba (PNDB), aprobado por el Consejo de ministros en julio de este año 2024, proporciona una actualización del contexto internacional y nacional, alineada al Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming – Montreal, y aporta modos de actuar de cara al 2030, a tono con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Este documento define la biodiversidad, cuál es su función y su importancia. También cuáles son las principales acciones que se deben ejecutar para preservar la diversidad biológica, conservar las especies (vegetales y animales), los ecosistemas y, por ende, la existencia del ser humano.
En Cuba, al igual que en el resto de naciones, la pérdida de la biodiversidad, la agudización de los efectos del cambio climático y la contaminación constituyen problemas ambientales esenciales, lo que puede comprometer el desarrollo económico y social del país.
De ahí que, desde 1998, se creara el PNDB con cuatro ciclos de implementación: 1998-2005, 2006-2010, 2011-2015, 2016-2020 (extendido al 2023). La reciente versión, aunque define las acciones y metas a alcanzar hasta el 2030, posee una visión a más largo plazo (2050). Entre sus objetivos está el utilizar y gestionar de manera sostenible la diversidad biológica. Además, valorar, mantener y mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas.
Igualmente, se propone compartir de manera justa y equitativa los beneficios monetarios y no monetarios de la utilización de los recursos genéticos, y de los conocimientos tradicionales locales asociados a estos.
Para ello pretende elevar la conciencia sobre la significación, aportes e interrelación de la diversidad biológica con las diferentes esferas del desarrollo y bienestar humano.
Además de lograr la movilización de recursos para incrementar las capacidades materiales y financieras en la implementación de este Programa Nacional.