Playa de Santa Lucía/Foto: tomada de CubaPlus Magazine
El Proyecto “Resiliencia de los ecosistemas costeros y marinos en los sitios piloto de la Península de Guanahacabibes y Playa Santa Lucía” (Resiliencia Azul) fue presentado, este viernes, en la Quinta de los Molinos.
Según Augusto Martínez Zorrilla, jefe de Departamento de Coordinación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y del Sistema de información, este es una continuación del estudio “Adapt’Action”, realizado en 2021, donde se investigó sobre la adaptación al cambio climático (CC) en dos zonas marinas y costeras de Cuba.
El también especialista del Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP) señaló que estos son los mismos lugares en los que ahora se desarrollará Resiliencia Azul, pues “son territorios clave a escala nacional, por la riqueza de sus ecosistemas y su vulnerabilidad a los riesgos costeros y al cambio climático”.
De igual forma, refirió que el programa está organizado en dos componentes, cada uno centrado en un emplazamiento del proyecto, y desglosado en cuatro subtemas (comunes a ambas áreas): protección y gestión de los ecosistemas, riesgos costeros, turismo azul sostenible, y formación y sensibilización.
“Un tercer aspecto permitirá establecer vínculos entre los sitios y compartir los resultados del obtenidos a escala nacional e internacional”, aseguró Martínez Zorrilla.
El jefe de Departamento de Coordinación del SNAP apuntó que, la idea es implementar soluciones de adaptaciones para proteger y restaurar los ecosistemas, reforzar la protección de los bienes y las personas frente a los riesgos costeros incrementados por el cambio climático, y desarrollar el turismo azul comunitario sostenible en la comunidad La Boca, en el caso de Playa Santa Lucía, en Camagüey, y en La Bajada y María la Gorda en Guanahacabibes, en Pinar del Río, entre otras acciones.
Para Laurent Burin des Roziers, embajador de Francia en Cuba, país con el que se establece la principal colaboración para llevar a cabo Resiliencia Azul, “gracias al proyecto contribuiremos a la resiliencia de estos dos ecosistemas marinos y costeros, sin olvidar a las mujeres y los hombres que viven en esos territorios.
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“Este objetivo de inclusión social en las políticas de protección ambiental es compartido entre la estrategia del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y de los parques naturales en Francia.
“Otro elemento esencial de este programa es la preservación de los océanos, cuyos desafíos son inmensos y requieren compromiso, recursos financieros y humanos.
“Nuestros dos países comparten objetivos comunes y políticas ambiciosas que se traducen en una estrecha cooperación. En ese sentido, quisiera agradecer al CITMA por su disposición a desarrollar la relación bilateral en temas tan importantes como las acciones para enfrentar el cambio climático, la preservación de la diversidad biológica y la protección de áreas marinas y terrestres.
“Asimismo, quisiera agradecer el trabajo de las autoridades locales y la implicación de las comunidades en estas acciones”.
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Como un espejo
La Dra. Tania Merino Gómez vicepresidenta de la Fundación climática IRIS, también presentó el estado de desarrollo del proyecto nacional Fortaleciendo resiliencia en ecosistemas priorizados de Península Guanahacabibes y Playa Santa Lucía, programa relacionado a Resiliencia Azul.
Asociado a un programa sectorial de ciencia, tecnología e innovación, este ha estado enfocado en “garantizar las bases para la arrancada del proyecto de la cooperación internacional”, mencionó la Dra. Merino, jefa del mismo.
Una de las acciones hechas desde que comenzó, en febrero de este año, fue establecer las bases de los principales peligros a los que están sometidos los ecosistemas en ambas zonas de intervención, y el nivel de exposición a estos, sobre todo a los asociados al cambio climático.
“El centro de la metodología aplicada fue el análisis de documentos y los resultados de investigaciones que teníamos a mano, tales como estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo de la zona”.
Los bosques, manglares, arrecifes de coral, pastos marinos y las playas de arena, son algunos de los siete ecosistemas seleccionados para proponer medidas de adaptación.
En este sentido, aclaró la Dra. Tania Merino, se encontró que había uso de tecnologías inadecuadas, impactos por eventos hidrometeorológicos extremos y arribazón de sargazo, predominio de las macroalgas, baja abundancia de peces y escasa cobertura de coral, presencia de especies exóticas, entre otras situaciones.
Al aludir a los dos proyectos (nacional e internacional), la Dra. Patricia González, del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana manifestó que “hay dos aspectos que serían dignos de resaltar y son las zonas de intervención seleccionadas. La primera, Guanahacabibes, es probablemente, de las áreas protegidas marinas con más investigaciones. El hecho de estudiar sistemáticamente este lugar posee una importancia para la Isla y la región del Caribe.
“Cuba es la mayor exportadora e importadora de larvas de corales y, además, de ese territorio pinareño también salen muchas larvas de langosta y de peces comerciales que llegan, incluso, hasta Carolina del Norte, Estados Unidos.
“O sea, hay un proceso de conectividad genética, ecológica y oceanográfica demostrada por la ciencia y que hace que este sitio tenga un valor muy especial”.
Al hablar de Playa Santa Lucía, indicó que mantiene especies de corales saludables, pese a que el año pasado fue el más caluroso de la historia, con un impacto muy alto en los arrecifes.
“El archipiélago está rodeado por arrecifes de coral (en un 98 por ciento) y algunas de las especies emblemáticas de los arrecifes del Caribe se perdieron en más de un 90 por ciento por esta causa.
“Sin embargo, una de ellas casualmente está en Santa Lucía en muy buena condición de salud. Entonces, el hecho de que en este sitio haya una población remanente totalmente saludable, le da mucho valor.
“Y lo tercero que quería resaltar es el trabajo con las comunidades locales, sobre todo para darles alternativas socioeconómicas sobre la base de la sostenibilidad, de los valores que ellos tienen”.