Cuba presentó, como parte de los compromisos adquiridos con el Acuerdo de París, el documento donde expresa cuál será su Contribución Nacionalmente Determinada (CND) hasta el 2035, reflejó el sitio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Las CND proponen las acciones que llevará a cabo cada nación para cumplir el objetivo de limitar el aumento medio de la temperatura mundial a 1,5 ºC, adaptarse al impacto climático y garantizar una financiación suficiente para lograr estas metas.
El texto cubano reafirma la adaptación como la principal prioridad, debido al impacto negativo del cambio climático sobre los ecosistemas naturales y humanos. En este aspecto se mantienen como acciones fundamentales reducir la densidad demográfica en las zonas bajas costeras, adaptar las actividades agropecuarias, en particular las de mayor incidencia en la seguridad alimentaria del país, a los cambios en el uso de la tierra como consecuencia de la elevación del nivel del mar y la sequía.
Asimismo, fortalecer los sistemas de monitoreo, vigilancia y alerta temprana para evaluar el estado y calidad de la zona costera, el agua, la sequía, el bosque, la salud humana, animal y vegetal, entre otras.
La mitigación es otro de los temas de las políticas nacionales que tiene una dimensión esencial para el desarrollo. Esta contribuye a la modernización tecnológica sobre bases de sostenibilidad, al fortalecimiento de sus capacidades y a la mejora de la efectividad y eficiencia de los procesos al disminuir el consumo de portadores energéticos de origen fósil.
Entre las principales contribuciones de mitigación plasmadas en el documento para 2035 están: lograr un 26 por ciento de la generación de electricidad en la matriz eléctrica de Cuba, con el uso de Fuentes Renovables de Energía (FRE) e incrementar la eficiencia energética para el periodo 2031 – 2035 con la disminución del consumo de energía y reducción de las emisiones de CO2 mediante la sustitución tecnológica de equipos ineficientes.
En cuanto al transporte automotor se prevé para esa fecha que el 70 por ciento de los vehículos nuevos matriculados (importados y de producción nacional) sean eléctricos, así como mejorar la capacidad de absorción neta de carbono a través del incremento de la cobertura forestal y la reducción de la degradación de los bosques.
La disminución de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) es otro de los objetivos propuestos para este periodo, sobre todo en áreas como la industria azucarera, a partir del tratamiento de residuos sólidos y líquidos, y la ganadería vacuna y lechera, que es una importante emisora en el inventario de GEI dentro del sector Agricultura.