“Cuba cuenta con un portal para la gestión de datos sobre biodiversidad, en proceso constante de actualización”, aseguró el Dr. Carlos A. Mancina González, director del Centro Nacional de Biodiversidad del Instituto de Ecología y Sistemática (IES), en un panel de expertos sobre el tema, celebrado en el Jardín Botánico de La Habana “Quinta de los Molinos” a propósito de la celebración por el Día Mundial de la Biodiversidad.
“En este sitio (www.biodiversidadcubana.org) se recoge información sobre las 35 mil 569 especies cubanas reportadas: 24 mil 948 terrestres, ocho mil 646 marinas y mil 975 dulceacuícolas, que conforman el total de nuestra biodiversidad”.
El especialista explicó que “las islas son sitios de elevada concentración de especies, número de endemismos y linajes exclusivos, modelados por el aislamiento y ambientes particulares”.
Al referirse a la flora cubana, el Dr. Eldis Rafael Bécquer Granados, curador principal del herbario del Jardín Botánico Nacional de la Universidad de La Habana, dijo que “el país cuenta con siete mil 251 taxones de la flora vascular, lo que representa a 254 familias botánicas de mil 724 géneros. Además, posee la mayor diversidad de plantas del Caribe insular.

“Es significativo el número de especies endémicas”, apuntó el experto. “Estas rondan las tres mil, un 49 por ciento del total. Hay que señalar que nuestra flora es una de las más vulnerables del mundo, aproximadamente el 50 por ciento de los taxones tienen algún grado de amenaza, de ellos, el 73,68 se encuentran representados en las Áreas Protegidas, y 25 plantas cubanas se consideran extintas”.
Entre las principales amenazas, el Dr. Bécquer Granados mencionó la introducción de especies exóticas invasoras, la deforestación, la fragmentación de los hábitats, la ganadería y la agricultura.
En cuanto a las especies animales, los expertos hicieron hincapié en aquellas con mayor grado de amenazas, sobre todo debido a la acción del ser humano, entre estás se encuentran las aves, los anfibios y reptiles y los lepidópteros, entre otras.
Al respecto, el Dr. Hiram González Alfonso del Instituto de Ecología y Sistemática manifestó que “la diversidad de ecosistemas y hábitats que existen en el archipiélago, posibilita que las aves se distribuyan por todo el territorio nacional. En Cuba están registradas hasta el año 2024, más de 400 especies, de las cuales 158 crían en diferentes ecosistemas. Entre estas, 28 son endémicas, 28 subespecies endémicas y 19 endémicas del Caribe”.

El Dr. González, representante cubano ante la Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias de la Fauna Silvestre (CMS), subrayó que entre las principales amenazas a las aves en la Isla están los incendios, huracanes, la deforestación, el mal manejo de los bosques y la contaminación ambiental.
Sin embargo, afirmó que el mayor peligro para estos animales “lo constituye la captura y comercio ilegal, a pesar de que la legislación nacional actual sienta las bases para un mejor enfrentamiento de estas ilegalidades”.
Esto implica, al decir del experto que, “se eliminen los fondos genético de las especies autóctonas, disminuya el tamaño de las poblaciones silvestres, se afecte la proporción de sexos, pues los cazadores buscan machos, y mermen los sitios de nidificación, en el caso de las cotorras y cateyes, debido a la destrucción de los lugares donde crían”.
Por su parte, el Dr. Alejandro Barro Cañamero, profesor titular y decano de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, dio algunas de las cifras pertenecientes al orden Lepidóptera, que incluye a las mariposas y polillas.

“En Cuba, este es el segundo grupo más diverso dentro de los insectos, con unas mil 580 especies registradas (de 56 familias). El archipiélago cuenta con 203 especies de mariposas y mil 377 polillas, de las cuales 299 son endémicas, lo que representa el 19 por ciento del total”.
Entre los peligros que afecta a las poblaciones de lepidópteros está la destrucción de sus hábitats, las fumigaciones con insecticidas, el desarrollo turístico y minero, y la incidencia de huracanes cada vez más intensos.
El especialista hizo referencia también a la evaluación hecha a 25 especies de lepidópteros (15 mariposas y 10 polillas), para conocer su grado de amenaza y esta arrojó que cuatro están En Peligro Crítico de Extinción.
“Se destacan las especies Anetia pantherata clarescens que ha sido observada en su hábitat natural desde 2004, después del paso del Huracán Iván, y Eunica heraclitus que no se ha reportado desde 1987. Entre las polillas la Eudocima toddi, conocida solo de la Gran Piedra, no se ha localizado desde 1975 y la Paucivena fusca solo se conoce de la zona de Pico Potrerillo, en la provincia de Sancti Spíritus”, precisó.
Al mencionar lo que puede hacerse para preservar a estos insectos, subrayó que “hay que conocer la biología de todos los organismos, eso es lo que nos puede decir que está en peligro. Creo que el futuro está en integrar estudios cada vez más complementarios. Queda buscar esos lugares de alta diversidad y de alto endemismo para tratar de proteger el ecosistema y salvar, entonces, a la gran cantidad de especies que puedan vivir en un lugar”.
El Dr. Roberto Alonso Bosch, herpetólogo y presidente de la Sociedad Cubana de Zoología, dijo que “los anfibios cubanos se encuentran desproporcionadamente amenazados, es decir, con una tasa mayor o igual al promedio mundial del 41 por ciento. El país comparte esta alarmante cifra con otras 14 naciones o territorios, nueve de las cuales son islas con un gran porcentaje de especies endémicas y una extensa pérdida de hábitat”.

En cuanto a riqueza de especies de anfibios, el Dr. Alonso Bosch, apuntó que ocupamos el segundo lugar entre las islas del Caribe, solo superada ligeramente por La Española.
“Se conocen en nuestro país 71 anfibios, todos ellos del orden Anura, de los cuales 69 son nativos y el 94,4 por ciento endémicos, lo que representa el mayor porcentaje de endemismo entre los vertebrados cubanos”.
De igual forma, explicó que muchas de esas especies reportadas “están asociadas a ecosistemas boscosos de montaña y humedales bien conservados, destacando los cuatro macizos montañosos de la Isla, tanto por su riqueza de especies, como por su elevado endemismo, incluso a escala microlocal”.
Entre las principales amenazas están la perdida de hábitat, los incendios, las especies invasoras, el cambio climático y las enfermedades emergentes.
“Los anfibios son ectotermos, significa que su temperatura corporal depende de la del medio”, y el calentamiento los afecta. “Igualmente tienen su piel desnuda, húmeda y permeable lo que los hace bastante susceptible a cualquier cambio del entorno”.
Las tortugas marinas también tuvieron un espacio dentro del panel de expertos del Programa Nacional sobre la Diversidad Biológica, coordinado por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.
Según la Dra Julia Azanza Ricardo, directora del Centro de investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana, “de las cinco especies reportadas en el archipiélago, cuatro anidan en nuestro territorio: tortuga verde, caguama, carey y tinglado (menos), y se distribuyen en toda la plataforma, aunque las principales zonas están en la costa sur”.

La especialista mencionó que “estas se encuentran amenazadas de extinción, fundamentalmente por los impactos de la pesca furtiva e incidental, la contaminación y el cambio climático”.
En este sentido, la también miembro del Grupo de Especialistas en Tortugas Marinas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), destacó, entre las principales acciones para la conservación del grupo, el programa de voluntariado para el monitoreo de sus poblaciones, así como numerosos proyectos de investigación relacionados con sus amenazas.