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Los arcoíris son un fenómeno óptico y meteorológico que causa la aparición de un aro multicolor en la atmósfera terrestre. Anteriormente, solo se había observado una vez en el planeta Venus, pero recientemente el satélite europeo Cheops ha descubierto un evento similar llamado gloria, EN WASP-76.
Aunque la gloria y el arcoíris crean efectos parecidos, es importante aclarar que no son lo mismo. La gloria se produce cuando la luz pasa entre alguna abertura estrecha, como pudieran ser las gotas de agua de la lluvia.
De esta forma, la trayectoria de la luz se dobla, se difracta, creando así anillos concéntricos de color con interferencias entre las ondas luminosas que crean patrones de anillos brillantes y oscuros.
Según los datos de Cheops, este se proyecta directamente sobre la Tierra desde la atmosfera de WASP-76b, un exoplaneta a 637 años luz, con características similares a Júpiter.
Nunca antes había sucedido este fenómeno de manera extrasolar ya que, según Oliver Demangeon, astrónomo del Instituto de Astrofísica y Ciencias de Portugal y autor principal de la investigación, se necesitan condiciones muy específicas.
Son necesarias partículas atmosféricas esféricas, completamente uniformes y lo suficientemente estables como para que puedan ser observadas por mucho tiempo. Además, la estrella más cercana al planeta tiene que brillar sobre él, transmitió el astrónomo a la Agencia EFE.
WASP-76b es un expolaneta demasiado caliente, descubierto en 2013 y casi con el doble del tamaño de Júpiter. Una de sus caras permanece siempre orientada hacia el Sol y puede alcanzar temperaturas de hasta 2400 grados. Estas condiciones crean nubes de hierro de las que llueve hierro fundido, según la declaración para EFE del especialista en exoplanetas, Mathew Standing.