La profe Valia (Valentina Badía Albanes), como la conocen sus alumnos, confiesa haberse emocionado ante la entrega de un premio que significa mucho para ella, pues conoció al profesor a quien está dedicado.
Otorgado por la Sociedad Cubana de Matemática y Computación, el Premio Raimundo Reguera reconoce a los docentes de cualquier nivel de enseñanza, que tienen una notable trayectoria en la formación de las nuevas generaciones, en las asignaturas de matemática y computación.
“Para mí es un alto honor, pero sobre todo es un homenaje a Raimundo Reguera. Aunque no fue mi maestro, sí lo conocí y pude aprender de él. Lo admiré mucho y me honra recibir un galardón que lleva su nombre”.
Valentina Badía Albanes asegura que la matemática la encontró a ella y no a la inversa y siente que lo más importante en su vida profesional es el tiempo que pasa en el aula con sus alumnos.
“Ya desde pequeña mis maestros me ponían a impartir clases. Cuando les comento a mis colegas de la escuela que doy esa asignatura en la universidad, dicen que siempre lo he hecho, desde la primaria. Creo que esto es la continuación de lo que fue mi vida desde un principio”.
─ ¿Qué siente cuando está en el aula frente a sus alumnos?
─ Lo que más placer me da es enseñar y aprender de ellos. Abrir mentes, explicar cosas y responder las preguntas que se les ocurren.
“He tenido alumnos maravillosos, personas impresionantes que me han enseñado mucho a mí también. Ese día a día fortalece, hace crecer y que uno no envejezca porque está rodeado de jóvenes. Indudablemente lo más importante es el aula, y dedico este premio a mis estudiantes de ayer, de hoy y de siempre”.
─ ¿Por qué cree que la matemática resulta poco atractiva para los estudiantes?
─ Yo creo que la educación adolece, principalmente, de enseñarnos a pensar, y eso está dado por la preparación que puedan tener algunos de los maestros que han tenido nuestros alumnos.
“Es imprescindible enseñar a los estudiantes a razonar y no llenarlos de algoritmos o formas específicas de trabajo, que en definitiva se olvidan. La matemática es una forma de pensar y de afrontar la vida, por tanto, no debe ser esquemática”.
─ ¿Qué opina de la creencia de que a las mujeres no les gusta la matemática?
─ Quizás esa es una creencia dada porque hay más hombres exitosos en matemática, que consiguen premios, y esto pudiera ser resultado del intenso quehacer de las mujeres como investigadoras, profesoras, madres, amas de casa. El día tiene 24 horas y las horas cuentan y limitan, en ciertas ocasiones, nuestra labor.
“He tenido muchos estudiantes, mujeres de matemáticas magníficas y con un gran potencial. Ojalá el desarrollo de la sociedad permita que las mujeres tengamos más oportunidades, más tiempo para hacer matemática”.
Me honra tener a Valía como amiga. Le he admirado siempre. Me ha fascinado siempre la naturalidad y autoconfianza con que ella ha tomado la enorme responsabilidad de enseñar a alumnos muy exigentes. Y no me ha sorprendido que lo haya hecho como se debe.
Siempre tendría el premio que representa la estimación de sus colegas y amigos. Más este Premio confirma que colegas y amigos nunca estuvimos equivocados.
Enhorabuena!