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Altavoces inteligentes: ¿controlar o ser controlados? 

Raul Abreu Martin
09 abril 2024 | 0 |

“Alexa, apaga las luces de la cocina y pon la alarma de la casa”. Su jornada de trabajo acaba de llegar a su fin y se dispone a recoger el hogar antes de descansar. Pero no tiene que andar y desandar las habitaciones; solo con una orden puede realizar algunas de las acciones que le quedan pendientes.

Está usando un altavoz inteligente (Smart speaker, en inglés), un dispositivo dotado con inteligencia artificial (IA) programado para ejecutar tareas mediante la voz.

Altavoz vs. asistente

Lo primero es diferenciar entre altavoz inteligente y asistente de voz. Este es un software que realiza tareas o servicios y para ello se vale de la tecnología de reconocimiento de voz, el machine learning y la mencionada IA. Ejemplos hay varios y algunos son bien conocidos, como la popular Siri de Apple (que fue la pionera), Alexa de Amazon, el asistente de Google (Google Assistant), Cortana de Microsoft y Bixby de Samsung.

Detalles personales podrían verse comprometidos por violaciones a la privacidad. (Foto: Radio World)

Por otra parte, las bocinas son un aparato conectado a Internet, dotado de un asistente de voz integrado en el producto, y pueden realizar diversas funciones como responder a dudas y ayudar con tareas y recordatorios, al estilo de lo que hace el asistente por voz del teléfono, pero más avanzado.

También, usar Internet para recibir noticias, traducir palabras o frases, realizar cálculos matemáticos, así como datos referentes al clima o las finanzas. Y, además, manejar, a través de la voz, la domótica* de casa, conectándose a los diferentes dispositivos y gestionándolos como si fuera un centro de mando.

Siri, ¿qué puedes hacer por mí?

Al ser equipos con acceso a Internet, y en dependencia del modelo, los altavoces inteligentes cuentan con otras muchas funcionalidades relacionadas con la protección del hogar, incluso como complemento a una alarma, ya que pueden actuar como sensor.

Igualmente, tienen la posibilidad de grabar sonido y notificarnos al móvil si detecta algo extraño; algunos, incluso, poseen cámara integrada y hasta pueden ayudar a simular la presencia en casa.

Con Google Home se puede usar la opción Rutinas para que realice acciones a determinadas horas del día: encender las luces, el televisor, reproducir música y bajar o subir las persianas; lo que hace pensar que, efectivamente, hay alguien en casa y ahuyenta a posibles ladrones.

Todas esas tareas las podemos realizar con una orden de voz. Además, los nuevos desarrollos en el ámbito de la inteligencia artificial permiten que el aparato aprenda y ejecute de forma autónoma tareas como controlar la temperatura de la casa si está conectado a un termostato inteligente.

Las potencialidades son infinitas: puede reproducir cualquier canción disponible en Internet, pedir un taxi, crear listas de compras e, incluso, ordenar artículos en línea para que sean entregados en la puerta. Y si no puedes encontrar tu teléfono, puedes pedirle a algunos altavoces que lo hagan sonar incluso si está en silencio.

Si es un altavoz con pantalla, tendría la opción de cocinar siguiendo los pasos de una receta, desde los ingredientes necesarios hasta el modo de preparación. También nos mostrará videos de cómo hacer el plato.

Alexa, ¿me estás escuchando?

El potencial de estas aplicaciones y los equipos que las usan es tan amplio que con la voz podría controlar los dispositivos electrónicos de la casa, lo cual sin dudas hace la vida más fácil.

Sin embargo, como todo gadget actual, más si está conectado a Internet de forma permanente, preocupa el uso de los datos que podrían hacer las compañías propietarias de asistentes de voz y altavoces inteligentes.

Estos necesitan siempre estar “escuchando” los sonidos y conversaciones que ocurren a su alrededor, por si recibe una orden de activación mediante la voz del propietario.

Es cierto que la grabación no comienza hasta que el asistente recibe el comando que lo despierta, como “Alexa” u “Ok Google”, pero siempre están escuchando. Las grabaciones accidentales son posibles, especialmente porque hay palabras y expresiones que pueden sonar parecido a la orden de activación.

Estos audios se almacenan siempre de manera local en el propio dispositivo y, además, se envían a los servidores en la nube para ser procesadas. Es aquí donde pueden comenzar a verse problemas de invasión.

Dependerá de la configuración de privacidad de datos y seguridad que el usuario tenga, pero es probable que esas grabaciones se usen para otros fines, como mejorar el reconocimiento de voz de la IA o para la creación de perfiles con el objetivo de publicidad personalizada.

Además, esas grabaciones son escuchadas por personas, no solo por máquinas inteligentes. De acuerdo con los propios responsables de los asistentes virtuales, algunas muestras se seleccionan para ser supervisadas por humanos, con el objetivo de mejorar el reconocimiento de voz y la inteligencia artificial del asistente.

Aunque la selección de estas muestras es supuestamente aleatoria, no deja de suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios, puesto que las grabaciones se transcriben y podrían contener información personal.

Aparte de esos riesgos para la privacidad, los altavoces inteligentes de Google, Amazon, Apple y resto de fabricantes también suponen problemas para la ciberseguridad de hogares y empresas, puesto que pueden convertirse en un punto vulnerable para la seguridad en redes WiFi domésticas o de las empresas y de todos los dispositivos conectados a ellas.

Si un cibercriminal consigue hackear los altavoces inteligentes de una casa u oficina, puede introducirse en la red y vulnerar su seguridad, accediendo a datos e información privada y sensible, como cuentas de usuarios, tarjetas bancarias, contraseñas, o controlar las bocinas de forma remota.

En 2019, Amazon y Alexa protagonizaron uno de los casos más sonados al descubrirse que había trabajadores de la compañía escuchando y analizando las grabaciones de sus altavoces inteligentes Echo. Estas no estaban especificadas en las condiciones, pero eran práctica habitual. Más de mil clips diarios eran utilizados para mejorar la IA del sistema.

Google también tuvo que reconocer que enviaba muestras de voz a terceros para su transcripción y análisis, con el fin de mejorar la IA (es la razón que dan todas las compañías). Algunas de las conversaciones con Google Assistant o dispositivos de Google Home pueden ser escuchadas por empleados o subcontratados de la compañía. Según la empresa, escuchan el 0,3 por ciento de las grabaciones.

En 2017, una encuesta realizada a mil 620 consumidores, de los cuales 820 no poseía uno de estos dispositivos, el 36 por ciento señaló como causa para no adquirirlo la preocupación sobre las escuchas y el hecho de que puedan ser usados por el gobierno para espionaje. El 41 por ciento eligió la opción de que los hackers podrían interferir en el altavoz.

En medio de esta polémica, la radio belga VRT NWS pudo escuchar más de mil extractos grabados a través del Asistente de Google, incluyendo 153 que nunca deberían haberse grabado y para las cuales claramente no se dio el comando OK Google.

Incluso, oyeron temas íntimos de pareja, conversaciones entre padres e hijos e información sensible del ámbito laboral. El medio de prensa confrontó esos audios con la voz de las personas grabadas, quienes se sintieron sorprendidas al escucharse.

Ok, Google, ¿hacia dónde vamos?

Mientras que, por el momento, los asistentes de voz solo se ven principalmente en celulares y altavoces inteligentes, en la próxima década se podrán ver integrados en los automóviles, prendas de ropas, refrigeradores o lavadoras.

Todas sus aplicaciones significan que se convertirán en nuestra principal forma de interacción con la tecnología, haciendo nuestras vidas aún más cómodas. Tras sus mejoras, se espera que brinden experiencias personalizadas.

En un futuro, sus usos se podrían ver incrementados debido a las mejoras y a la alfabetización de los usuarios. (Foto: Digital Trends)

Con el uso de IA y aprendizaje automático, aprenderían nuestras preferencias, hábitos y rutinas para dar sugerencias y recordatorios a medida. Por ejemplo, serían capaces de enviar una alerta para tomar medicamentos, recomendar una nueva receta de acuerdo a los gustos e incluso una película en base a los datos recopilados

En próximos años, los asistentes podrían volverse más proactivos en vez de reactivos. En vez de esperar por comandos de voz, con el seguimiento de nuestra rutina sabrían a qué hora encender la cafetera en la mañana o recordarnos llevar sombrilla por la predicción de lluvia en el dia.

Como toda tecnología en implementación, está en constante desarrollo y a medida que pasa el tiempo se le van añadiendo nuevas mejoras para la comodidad de los usuarios.

Actualmente los altavoces inteligentes son capaces de controlar por comandos de voz varios dispositivos del hogar, y de informarnos de diversos temas de interés, como el parte del tiempo, si hay algún accidente que nos desvie de nuestra ruta o las opciones de entretenimiento para el fin de semana.

Un desarrollo interesante es la capacidad de integrar un servicio de monitoreo de alertas médicas con un smart speaker. «Si bien la integración ha progresado, hay un largo camino por recorrer antes de que estas herramientas se conviertan en la corriente principal. El uso de altavoces inteligentes en los hogares sigue siendo relativamente bajo, y las empresas de alertas médicas son muy cautelosas a la hora de adoptar estas nuevas innovaciones. Aun así, hay un gran potencial», dice el Dr. Joseph Kvedar, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y editor en jefe de la revista npj Digital Medicine.

No obstante, dentro de sus prestaciones tienen varias deficiencias: por ello se espera que próximos modelos permitan integrar diferentes asistentes de voz y plataformas en un solo dispositivo, y tengan mejor calidad de audio y mayor variedad de voces.

A pesar de todas estas nuevas mejoras y los avances en temas de aprendizaje automático e inteligencia artificial, la privacidad de los usuarios y su violación sin consentimiento es un tema que preocupa y centra la atención debido a sucesos recientes.

Se espera que los fabricantes continúen trabajando en mejorar los sistemas de cifrado, autenticación y control parental para proteger la información y la intimidad de los usuarios.

También pueden añadir opciones de desactivación del micrófono, ofrecer más opciones y transparencia sobre cómo se almacenan, procesan y usan las grabaciones de voz, y permitir que puedan ser borradas o descargadas en cualquier momento.


* Domótica: término para referirse a tecnologías aplicadas  al control y la automatización inteligente de la vivienda, que permiten una gestión eficiente del uso energético, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema.

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