El mal uso de los medicamento provoca la existencia de bacterias resistentes a antibióticos. Foto: Roberto Sorin/Unplash
El pasado 17 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la Bacterial Priority Pathogens List (BPPL) 2024, (Lista de Patógenos Bacterianos Prioritarios 2024). Ella incluye 15 familias de bacterias resistentes a los antibióticos agrupadas en crítica, alta y media por prioridad para detener su desarrollo, así como los tratamientos nuevos empleados con este propósito.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) ocurre cuando las bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder ante las medicinas y como consecuencia las personas se enferman aún más e incrementa el riesgo de propagación de las enfermedades que causan dichos microorganismos.
Entre las bacterias resistentes a antibióticos caracterizadas como crítica se encuentran Mycobacterium tuberculosis la cual ha desarrollado resistencia a la rifampicina, antibiótico bactericida utilizado para el tratamiento de la enfermedad de la tuberculosis, y la bacteria gramnegativa, causante de un gran número de infecciones graves, que es renuente a varios medicamentos.
Las ya mencionadas representan amenazas a la salud a nivel mundial debido a su habilidad no solo de resistir el tratamiento médico, sino también de propagar dicha resistencia a otros tipos de bacterias.
“En el área de los patógenos de alta prioridad caben mencionarse la Salmonella y la Shigella, que constituyen un problema significativo en un gran número de países por los grandes desafíos en los sistemas de salud y la resistencia a múltiples antibióticos, junto a Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus“, refleja la nota de la OMS.
“Los grupos A y B Streptococci (ambos nuevos en la lista del 2024), Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae -según indica el comunicado- son catalogados como de prioridad media, pero ello no implica que no requieran atención, especialmente en los sectores más vulnerables que incluyen pacientes pediátricos y de la tercera edad”.
La doctora Yukiko Nakatani, asistente de la OMS y subdirectora general interina de resistencia a los antimicrobianos, comunicó que, al analizar riesgos existentes por resistencia de las bacterias, la lista se vuelve primordial, pues es preciso trazar un plan para, mediante colaboración y asistencia guiada, lidiar con la crisis de acceso a medicamentos a nivel global y la producción de antibióticos.
“Desde la primera Lista de Patógenos Bacteriales Prioritarios en 2017, la amenaza de la resistencia antimicrobiana se ha intensificado, disminuyendo gradualmente la eficacia de numerosos antibióticos y ha puesto en riesgo varios de los beneficios de la medicina moderna”, explicó la doctora.
Por su parte, el doctor Jérôme Salomon, también asistente de la OMS, y subdirector general de cobertura sanitaria universal de enfermedades transmisibles y no transmisibles señaló: “La farmacorresistencia pone en riesgo nuestra habilidad de tratar infecciones de alta prioridad como la tuberculosis, lo cual lidera a complicaciones severas e incrementa los índices de mortalidad.
“Entre los cambios entre las listas de 2017 y de 2024 se encuentra la exclusión de cinco combinaciones de patógeno y antibiótico que fueron incluidas en 2017, y la adición de cuatro nuevos pares”, añadió.
“Además, la Pseudomonas aeruginosa, resistente a los carbapenémicos, transitó de crítica a alta prioridad en el 2024, lo cual es reflejo de los recientes reportes que evidencian un decrecimiento de la resistencia de esta bacteria a nivel mundial”.
Dichas transformaciones en las listas se deben a la naturaleza dinámica de la resistencia a los antibióticos, pues las variaciones se deben a la distribución de los patógenos y sus grados de resistencia a los antibióticos en los contextos de cada nación.