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¿Lloverá? Yo veré y te diré

Orlando Lázaro Rodriguez
27 agosto 2024 | 0 |
Lluvias en Cuba

Foto: ACN/Tomada de Juventud Rebelde

No existe en el mundo, creo yo, un oficio más vilipendiado que el gremio de los meteorólogos. En cualquier país pululan los chistes a costa de los desaciertos de los pronosticadores del tiempo. Hace ya unos años los chistes se convirtieron en “memes” que ruedan con facilidad por las redes sociales sobre cualquier tema, y claro, los meteorólogos son un blanco fácil.

Hubo un tiempo en Cuba en que llamarlos “mentirólogos” y adjudicarle a la organización que los agrupa el título de Instituto de Mentirología era una especie de lugar común, pero, a la vez, los veneramos cuando se acerca un ciclón y esa es la otra cara de esa misma moneda: “todo el mundo se acuerda de San Rubiera cuando truena, perdón, cuando viene un ciclón”.

Veamos en detalle cuáles son las exigencias que le hacemos los humanos a esta rama de la ciencia.

Uno quisiera saber en detalle cuál es el estado de la atmósfera para cualquier momento de tiempo presente en cualquier punto del globo terráqueo (sí, no solo de donde habitamos, sino de cualquier punto que se nos antoje, aunque no estemos allí). Queremos conocer, de igual forma, el estado de la atmósfera para cualquier punto de la Tierra en el futuro cercano y también en el pasado.

Seamos más explícitos en cuanto a qué entendemos por “estado de la atmósfera”, pues, como todo en la vida, el término puede tener diferente significado para diferentes personas, según su cultura y conocimiento científico ambiental.

Lo más común es que nos conformemos con saber la temperatura, la humedad relativa, la fuerza y dirección del viento, la presión atmosférica, la intensidad de las precipitaciones y la existencia de tormentas eléctricas (con caída de rayos). Aunque algunos usuarios más sofisticados quieren conocer, además, el nivel de radiación solar, el nivel de radiación ultravioleta, el índice de confort, la sensación térmica, la visibilidad, la nubosidad, las alertas biometeorológicas, entre otras cosas más.

Conocer el estado de la atmósfera en este instante para el punto donde estamos puede ser simplemente una curiosidad para corroborar que “hace un frío que pela” o un “calor sofocante”, que hay una “ventolera del demonio” o que está cayendo “un palo de agua”; es decir, no nos aporta mucho porque con nuestros sentidos estamos experimentando el estado de la atmósfera. Conocerlo para ahora mismo en otro punto puede tener una connotación solidaria: a fulano lo agarró “tremendo aguacero” en el camino.

Mas, saber el estado de la atmósfera en el futuro próximo sí tiene un significado práctico indiscutible: vamos a viajar y deseamos estar al tanto de cómo estará el tiempo en el lugar hacia donde vamos en el tiempo que estaremos allí. Por ejemplo, queremos sacar una reservación para un hotel en la playa con tres meses de adelanto y claro, nos gustaría asegurarnos que “esa” semana no va a haber mucha lluvia o un ciclón inesperado y que tendremos una preciosa estancia soleada con vientos moderados y de ser posible con un nivel de radiación ultravioleta “suave”.

En cuanto a conocer el estado de la atmósfera en el tiempo pasado puede ser de interés para los investigadores del seguro por accidentes ocurridos, o de la policía en la investigación de crímenes cometidos.

Nada humano nos es ajeno. Entonces sí, por un motivo o por otro, queremos conocer todas las variables que caracterizan la atmósfera en el presente, en el pasado y en el futuro.

Ese estado de la atmósfera en el presente y el pasado se describe por mediciones físicas reales; en cambio, hacia el futuro interviene el pronóstico, que introduce toda una serie de incertidumbres mayores que las inherentes a las mediciones.

Una vez aclaradas las expectativas “aterricemos” en la realidad que nos ofrece el Instituto de Meteorología de Cuba. En el sitio web de esta institución (www.insmet.cu) podemos tener acceso a las mediciones que ejecutan las estaciones meteorológicas de superficie (también las imágenes de radar y los mapas del tiempo) y también a los pronósticos que elabora la institución.

En cuanto a pronósticos, el Instituto de Meteorología elabora el pronóstico para mañana (las próximas 24 horas) y más adelante hace la corrección para el resto del día (próximas 12 horas). Elabora, además, el pronóstico extendido (próximos cinco días). Básicamente se pronostican: las temperaturas máximas y mínimas (para occidente, centro, centro-oriente y oriente sur), la nubosidad (en términos de: soleado, parcialmente nublado, nublado), el viento (calma, débil, moderado, fuerte y la dirección en una rosa de los vientos de ocho direcciones), la lluvia (chubascos, lluvias aisladas, algunas lluvias y lluvias numerosas, esto está expresado en % del área cubierta y no es probabilidad de ocurrencia para una localidad dada), y tormentas eléctricas (en términos de tormentas aisladas, tormentas eléctricas) esto para todo el país. También se predice el estado del mar y cada provincia replica/adecua/crea este pronóstico ajustado a su territorio.

Veamos, por otra parte, qué nos ofrece Internet. En la red de redes hay innumerables sitios que ofrecen todo tipo de información meteorológica, pasada (medida-interpolada), presente (medida-interpolada) y futura (pronosticada-interpolada).

Si hablamos del tiempo en Cuba, el Instituto de Meteorología de Cuba dispone de 68 estaciones meteorológicas de superficie atendidas (con lecturas manuales). Los sitios extranjeros, sobre el territorio cubano, acceden solamente de la información que miden las estaciones meteorológicas de algunos aeropuertos en Cuba que las poseen; es decir, disponen de una red de medición mucho menos densa que la del INSMET. Sin embargo, interpolan esta información y la ponen disponible para los usuarios de una forma muy simple: basta solo teclear o seleccionar el nombre de una localidad y ya está disponible la información meteorológica para el lugar seleccionado para cualquier instante de tiempo. Semejante facilidad aún no existe en el sitio cubano.

En la web del INSMET uno puede ver las variables medidas en una estación (que se actualizan cada tres horas), pero habría que conocer cuál de esas estaciones se encuentra más cercana a lo localidad de interés del usuario. Muchas veces, los nombres de las estaciones (y su ubicación geográfica) son desconocidas para la mayoría de las personas.

La información de las variables en el sitio web del INSMET no está disponible hacia el pasado ni es extrapolable hacia el futuro. Su forma de presentación no es competitiva con la de los sitios web de Internet, aun cuando científicamente sea más veraz. Cada vez resulta más frecuente encontrar que las variables meteorológicas de muchas estaciones del INSMET no están disponibles en la web, supongo que por problemas informáticos.

Por tanto, no llega a satisfacer la diversidad de demandas que puede tener el público. De la multiplicidad de sitios, hay algunos más serios y exactos y otros que no lo son tanto, pero el usuario, como en todo, escoge lo que más le gusta.

La ciencia ha demostrado que el límite de predicción del estado de la atmósfera está en diez días, no más. En la medida que nos alejamos del día de hoy, la probabilidad de acierto de ese pronóstico disminuye. Y a partir del día 10, cae abruptamente. No obstante, Accuweather brinda a sus usuarios la posibilidad de pronósticos de hasta tres meses. Nada, es el fenómeno de la posverdad en todo su apogeo.

Lo que sí es cierto es que muchos de los sitios que ofrecen avanzar el pronóstico de todas las variables hasta 10 días tienen una forma de presentación mucho más amigable que los pronósticos que ofrece el INSMET en su web.

En Cuba, los pronósticos de temperaturas máximas y mínimas son buenos, pero mayormente esto no es de mucho interés práctico. En cambio, el pronóstico de lluvia sí lo es. Es precisamente en este acápite en el que los sitios web extranjeros, por su modo de presentación, aventajan considerablemente al INSMET.

Cuando a uno le dicen que (según el pronóstico del INSMET) las lluvias serán “aisladas”, esto significa que 1/3 del área (de la provincia o del país) estará cubierta de lluvia, pero se queda en la duda ¿estaré en ese tercio o fuera de él? ¿a qué hora comenzará esa lluvia? ¿qué intensidad tendrá? ¿llovizna o “tronco de aguacero”?

Los sitios en Internet te anuncian la probabilidad de lluvia PARA TU LOCALIDAD indicando exactamente a qué hora comenzará a llover, además de la probabilidad para cada hora (y se van retroalimentando de la información meteorológica real medida para ir perfeccionando el pronóstico). Justamente eso es lo que necesita el público, una información detallada como la que muestro en el ejemplo (uno de los tantísimos sitios, basta solo teclear “el tiempo en Camagüey” y Google ofrece centenares de sitios web).

Pero hablemos del contexto que está detrás de esos datos en la web. El Instituto de Meteorología llegó a tener más de 1400 trabajadores en todo el país. Hoy esa plantilla está lejos de poder cubrirse; como en otros sectores los bajos salarios impulsan a buscar opciones laborales dentro y fuera de Cuba. Conozco más de 20 jóvenes talentosos, graduados del InSTEC, que se desempeñan en el extranjero. El recurso humano, que era una de nuestras fortalezas, va menguando.

Por otra parte, para poder garantizar la información meteorológica, el INSMET necesitaría una fuerte inversión en sistema de cómputos potentes pues cada día el pronóstico es más computarizado. Todos esos sitios que ofrecen la información en Internet están respaldados por grandes computadoras y sistemas en la nube con amplio uso de modelos, ahora apoyados por IA y acceso de banda ancha a bases de datos globales.

Por el momento, el INSMET continúa con un excelente sistema de pronóstico de huracanes y una presentación al público que logra satisfacer todas las expectativas cuando se aproxima un ciclón. Sobre el resto de las cosas hay que pensar como país.

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