Infografía: Claudia Alejandra Damiani
“Parecía grande y peluda, similar a una tarántula arbórea, aunque no se conocen tarántulas arbóreas en Cuba. En un principio, pensé que el bueno y juguetón Elier estaba tratando de engañarme con una araña no cubana. Sin embargo, tenía piernas peludas, como las arbóreas, pero carecía de las puntas súper acolchadas de las patas que ayudan a las arbóreas a escalar y mantenerse en superficies verticales”, así describió David Ortiz en una publicación en Facebook su primera impresión de la Trichopelma grande.
Esta tarántula acompañó a Ortiz en España, México y República Checa durante años, hasta que el año pasado iniciaron los estudios a profundidad con una evaluación morfológica más profunda y el análisis de su ADN que a ubicaron en la familia del género Trichopelma, una tarántula cubana común. Solo que en esta resulta la más grande y peluda de su tipo.
Ante tal descubrimiento junto a Elier Fonseca Hernández, en Viñales, Pinar del Río, JT abordó a David Ortiz para más detalles.
“Fue un hallazgo realmente emocionante. Elier trabajaba con estudiantes en la Sierra de Quemado y halló un ejemplar muy inusual en un bosque húmedo. Era casi de madrugada cuando lo encontró y se dio cuenta de inmediato de que era algo único. Lo llevó al laboratorio y cuando lo vi, no podía creerlo: una tarántula con patas que parecían hisopos, algo jamás visto en Cuba”, rememoró con emoción David Ortiz, biólogo especializado en biología evolutiva, específicamente en arañas que tienen baja capacidad de dispersión.
—¿Cuál es la importancia de este descubrimiento para la biodiversidad y el ecosistema de Viñales?
—El hallazgo destaca la riqueza y singularidad de la fauna cubana, con una gran proporción de especies endémicas debido a su aislamiento y clima tropical. También subraya lo especial que es Viñales, con sus mogotes actuando como islas biológicas, promoviendo la evolución de especies únicas. Es un recordatorio de la necesidad de proteger estos ecosistemas valiosos.
“Viñales es un sitio biológicamente muy especial. Debido a que aún no sabemos por qué Trichopelma grande tiene esas patas tan peludas aparentemente siendo una especie no arborícola, es difícil saber qué presión ambiental promovió su evolución, pero definitivamente no es algo común”.
—¿Cómo contribuye esta nueva especie al conocimiento científico sobre arácnidos?
—En Cuba hay más de 600 especies de arañas registradas y esta tarántula es la número 12 del género Trichopelma. Su apariencia única revela que su forma de vida es única dentro del género, con presiones evolutivas diferentes. Aún no sabemos cuáles.
—¿Existen amenazas específicas para la supervivencia de esta especie?
—Aunque todavía falta mucho por estudiar, los especímenes encontrados provienen de una zona muy restringida en Viñales. Esto, junto con su ausencia en otras colecciones, sugiere que podría tener una distribución limitada y ser escasa, lo que la convierte en una potencial prioridad de conservación.
—¿Qué medidas de conservación recomendarías para proteger a esta tarántula y su hábitat?
—Lo más crucial es preservar su hábitat. Viñales es una joya biológica y su conservación es vital para proteger todo lo que allí vive. Además, cambiar la percepción de las tarántulas como animales indeseables puede ayudar a fomentar su protección. Comencemos a verlas como organismos biológicamente únicos que tienen un papel biológico muy importante, por ejemplo, en el control de las poblaciones de insectos.
—¿Qué planes tienen para futuras investigaciones sobre esta especie?
—Aún no hay planes inmediatos, pero sería importante regresar a los sitios de hallazgo para encontrar hembras y estudiar su modo de vida. Esto nos daría una comprensión más completa de la biología de la especie.
—¿Hay otros aspectos de la biodiversidad local que planean explorar a raíz de este descubrimiento?
—La fauna de arañas cubanas dista mucho de estar profundamente estudiada, y ahora mismo desafortunadamente la vieja guardia de aracnólogos cubanos está en edad de jubilación y los “nuevos” hemos emigrado. Esperemos que pronto haya nuevos estudiantes interesados en las arañas cubanas. Mientras tanto, desde fuera, otros como yo, seguiremos tratando de aportar nuestro granito de arena a su estudio.
—¿Qué implica para la investigación no haber encontrado ejemplares femeninos?
—Las hembras son esenciales para comprender el modo de vida completo de la especie. Sin ellas, nos faltan aspectos importantes sobre su biología y comportamiento (si tienen los hisopos en las patas o no), o (si viven en madrigueras con tapa como otras especies de Trichopelma o tienen otro modo de vida), y cuán grandes pueden crecer, porque aunque esta araña es muy grande comparada con otras de su género, las hembras deben de ser más grandes aún.
—¿Cómo ha sido la reacción de la comunidad científica?
—Ha habido mucho interés tanto de colegas como de medios de comunicación de todo el mundo. Es alentador ver tanta atención y reconocimiento por este descubrimiento.
El descubrimiento de la Trichopelma grande, una tarántula sorprendentemente peluda y de mayor tamaño que las conocidas, no solo destaca la riqueza biológica de Viñales, sino que también subraya la importancia de proteger estos ecosistemas y continuar las investigaciones de otras especies que habitan allí y pueden ser otros hitos científicos.