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El léxico cubano sí tiene quien lo estudie

Cristian Martinez
15 noviembre 2023 | 0 |

¿Ha oído usted hablar del Tesoro lexicográfico de Cuba? Como un “gran proyecto” lo define su directora, Aurora Camacho Barreiro, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística (ILL). A propósito de su participación en el I Certamen de Seminarios de Hispanismo Internacional de la Fundación Duques de Soria, Juventud Técnica conversa con la también miembro de la Academia Cubana de la Lengua.

El Tesoro… ha tenido dos etapas: una primera, de 2009 a 2013, y una segunda, retomada en 2020, cuando se presentó a los programas de ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y se aprobó como proyecto nacional.

Parte del equipo del «Tesoro…» durante una reunión de trabajo en marzo de 2020. Foto: cortesía del ILL.
Parte del equipo del «Tesoro…» durante una reunión de trabajo en marzo de 2020. Foto: cortesía del ILL.

Durante estos años, tanto Aurora Camacho Barreiro como su equipo de trabajo, integrado, fundamentalmente, por especialistas del ILL y maestrantes y doctorandos cubanos en universidades españolas, revisan con lupa el léxico cubano decimonónico. En dicha tarea reciben, además, la colaboración de estudiantes de la Facultad de Artes y Letras (FAyL) y de la de Matemática y Computación (MATCOM), de la Universidad de La Habana (UH).

La tecnología, una aliada del proyecto

Como casi todo en la actualidad, un proyecto de gran envergadura como este no podía estar de espaldas a la tecnología. Aplicaciones informáticas les facilitan el trabajo y les permiten consultar, con unos cuantos clics, obras analizadas en la primera etapa, diccionarios de la pasada centuria. También otros textos no propiamente lexicográficos, pero de interés para la investigación del vocabulario.

En esta segunda edición, trabajan con una herramienta superior a la usada inicialmente. Creada por un grupo de profesionales de MATCOM, de la UH, la novedosa aplicación permite visualizar las obras fuentes. De este modo es posible acceder a los textos de referencia de los que se nutre cada entrada léxica.

El vínculo con MATCOM — materializado desde los inicios, pero afianzado con el tiempo — se manifiesta en la colaboración del profesor Damián Valdés y del estudiante Camilo Rodríguez. Este último diseñó el modelo de aplicación con la cual se trabaja a raíz de la propuesta ideada por los propios investigadores del ILL, conscientes también de que la lexicografía de nuestro tiempo debe estar “anclada a la tecnología”, como enfatiza Aurora Camacho.

Para el análisis de cada una de las obras, bucean constantemente en la biblioteca del ILL, la Nacional, la de la UH, así como otras importantes del país. ¿Pero qué hacen específicamente? Nos cuenta la directora del Tesoro… que cada uno procesa la obra y completa determinados parámetros como la palabra (el lema), la marcación correspondiente, las definiciones y los contexto de uso o ejemplos, a la vez que “rescata aquellas palabras que los autores definen dentro de las definiciones o explicaciones de los lemas y las sacan a la luz”.

— ¿Qué proyectos similares han existido en la historia de la lexicográfica cubana?

— En materia de diccionario de diccionarios, que de eso es de lo que estamos hablando cuando hablamos de tesoro lexicográfico, hasta donde tengo noticia no hay ninguna obra similar en la perspectiva que supone el procesamiento en una nueva planta de obras lexicográficas. En esa condición y bajo esas peculiaridades, no existe un trabajo u obra precedente, al menos en Cuba.

Aurora Camacho, directora del «Tesoro…», durante la presentación del proyecto en la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana, 2023. Foto: tomada de la cuenta de la Facultad de Artes y Letras en Medium

— ¿Por qué se eligió el léxico cubano del siglo xix para la segunda etapa del Tesoro…?

— Una vez que trabajamos el Tesoro… en su primera edición nos dimos cuenta de que se habían quedado muchas obras fuentes por estudiar. En aquella oportunidad, en la que no pudimos acceder a ellas para procesarlas formalmente, supimos que existían otras de interés lexicográfico que, por su datación, se alineaban antes de la pionera Diccionario provincial de voces cubanas (1836), de Esteban Pichardo, como El viaje de Perico Ligero al país de los moros, del mexicano Antonio López Matoso (1816), y el Cuadro estadístico de la isla de Cuba (1829), de Dionisio Vives, no consideradas por los estudios lexicográficos cubanos.

En este sentido, apunta la miembro numeraria de la Academia Cubana de la Lengua que un trabajo del lingüista Humberto López Morales les permitió acercarse a los dos últimos libros mencionados. Si bien estos se encontraban incorporados a la herramienta en la primera edición, figuraban solo como datos complementarios. Es decir, sin procesar y sin incluir en el lemario.

Basándose en experiencias de equipos internacionales, como el Tesoro lexicográfico del español de América — coordinado por la Universidad de La Laguna, con Dolores Corbella, Alejandro Fajardo y Cristian Díaz al frente — , que sugería la indagación en el siglo xix, decidieron ir más allá de las cuatro ediciones del diccionario de Pichardo (1836, 1849, 1861, 1875) y del Diccionario crítico, etimológico, comprensivo, de José Miguel Macías (1885), por mencionar solo dos ejemplos. Eran conscientes de la existencia de otros textos, no nacidos con fines lexicográficos, pero en los cuales podían encontrarse “listas de palabras, vocabularios, glosarios, grupos de definiciones”.

A los especialistas del ILL, el siglo xix los “enamoró” y “sorprendió”, toda vez que esa centuria fue “fundamental — recuerda Aurora Camacho — en la historia cubana, en el afianzamiento de la nacionalidad, de manera que en esa indagación salieron a la luz piezas de extraordinario valor para la lexicografía, como las Definiciones que pone [Jacobo de la] Pezuela en su Diccionario geográfico, histórico… (1863), o la Guía del contribuyente (1867), que, aunque no es común, puede aportar léxico o fraseología”.

De igual forma, resalta del año 1854 la Colección de voces poco usadas, propuesta por Juan Bautista Sagarra, y la Geografía de Cuba, de Pichardo. Precisamente, en esta última obra, su autor destaca en el prólogo explicaciones de gran interés para la lexicografía; a su vez, en la tercera parte, propone un vocabulario, propiamente dicho, de gran interés.

Es probable que los integrantes del proyecto vean el siglo xix como inagotable, toda vez que una tercera etapa del Tesoro… está prevista para el período 2024–2026. Se dedicará a la visibilización de los resultados de tanto esfuerzo y a ahondar en las “tipologías que pueden aportar léxico de interés para la descripción de la variedad cubana del español”. Esta es una indudable contribución al “mejor conocimiento de nuestra lengua, cultura y de nuestra nación”, como precisó la investigadora del ILL.

Nuevas luces para el Tesoro…

En febrero de 2023, el equipo del ILL conoció de la existencia de una convocatoria de la Fundación española Duques de Soria (FDS) para evaluar proyectos que, en caso de ser seleccionados, serían defendidos, posteriormente, en el I Certamen de Seminarios de Hispanismo Internacional. Desde ese propio momento se valoró la posibilidad presentar el Tesoro… y así se hizo. Apenas unos meses más tarde, el 23 de abril, recibieron la noticia de que fueron uno de los equipos seleccionados por el Comité Científico del Observatorio Permanente del Hispanismo.

https://fds.es/proyectos-de-investigacion-de-taiwan-cuba-y-argelia-seleccionados-en-el-i-certamen-de-seminarios-de-hispanismo-internacional-de-la-fds/

Además de la propuesta cubana, también merecieron el reconocimiento El primer contacto de las lenguas de dos imperios: manuscritos en chino-español-hokkien en las costas del Mar Meridional de China durante la primera globalización (Universidad Nacional Tsing Hua-Instituto de Postgrado de Historia, Taiwán), y El español y el hispanismo en Argelia (Universidad de Tlemcen, Argelia).

Hasta la sede de la FDS, ubicada en el Convento de La Merced, en España, llegaron nueve representantes del proyecto del ILL. Del 5 al 7 de julio de 2023 desarrollaron el seminario “Diccionarios como corpus. Testimonio diacrónico de la lengua y cultura cubanas del siglo xix”.

https://www.youtube.com/watch?v=ybbH44K0rE4

Siguiendo las pautas de la convocatoria, se realizó de forma singular: sin público aunque grabaron las conferencias para su posterior publicación en Internet y en paralelo con las presentaciones de los demás participantes en el evento. Esta vez se reunieron los antecedentes del Tesoro…, aí como los detalles sobre la herramienta informática utilizada para su desarrollo.

https://x.com/ILLdeCuba/status/1677657122966843392?s=20

La experiencia en España fue, de acuerdo con Camacho Barreiro, “formidable”. Se establecieron relaciones laborales de alto nivel con equipos de gran representatividad del trabajo lingüístico en Taiwán y Argelia. Tanto la académica como sus compañeros consideraron este seminario un momento idóneo para recuperar experiencias del trabajo de los otros equipos, específicamente, en obras que recuperan valores de la literatura y lengua taiwanesas, así como estudios del español en Argelia.

El equipo del Tesoro… durante la presentación del seminario Diccionarios como corpus. Testimonio diacrónico de la lengua y cultura cubanas del siglo xix. Foto: tomada del ILL.

En el contexto del seminario, la delegación del ILL asistente realizó también una mesa redonda. Como parte de la propuesta ganadora se planteó la presentación de un libro para que la FDS lo publicara. La iniciativa — que ya está en vías de materialización gracias al impulso de una dotación en euros entregada por la FDS — persigue la articulación de los resultados investigativos de esta segunda etapa, expuestos durante el evento.

https://www.youtube.com/watch?v=z5yvgUf73cc

Durante la celebración del evento, Aurora Camacho Barreiro recibió de manos del duque de Soria el diploma que acredita al Tesoro… como uno de los ganadores de la edición pionera del certamen. Asimismo, tanto ella como los demás integrantes del equipo merecieron, individualmente, un reconocimiento por su participación en el seminario.

El equipo del Tesoro… recibió un reconocimiento por parte de la FDS durante su estancia en España. Foto: tomada del ILL.

Tal distinción es “un punto de partida”, refiere la especialista en lexicografía. Las relaciones académicas establecidas contribuirán, sin duda, a un posterior “crecimiento profesional, intercambio de experiencias, bibliografía y asimilación de nuevos enfoques de trabajo”. Destaca, especialmente, “los aspectos culturales relacionados con el abordaje de la lengua”.

A su vez, afirma que el galardón sitúa al proyecto “en un lugar de reconocimiento internacional, lo pone a la luz con sus peculiaridades, aciertos y deficiencias”. Sobre estas últimas, la académica lamenta que el Tesoro…, “por razones tecnológicas y logísticas diversas, aún no haya podido visibilizarse y compartirse con la comunidad científica”, impedimentos que, “antes de fin de año deben haberse solucionado”.

Aun así, los aportes de este proyecto son innegables. Entre otros está, como enfatiza su directora, la ordenación y descripción de obras que reúnen material léxico y fraseológico más allá de los identificados tradicionalmente. De esta manera, con el estudio de otros autores y obras — que incluyen prólogos, palabras de presentación, guías de uso, modos de empleo, fuentes, referencias, bibliografías… — se enriquecen y completan los estudios léxicos sobre nuestra variedad de lengua.

El Tesoro… será, sin duda, una herramienta de consulta para quienes, en un futuro, emprendan la tarea de elaborar un diccionario histórico del español de Cuba, esfuerzo que, a decir de Aurora Camacho, para el país representaría “la mayoría de edad de los estudios lingüísticos y, específicamente, los lexicográficos”.

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