Un conmovedor homenaje a la prestigiosa académica Norma Vasallo Barrieta reunió este miércoles en el Aula Magna de la Universidad de La Habana a profesionales cubanos, líderes de organizaciones, colegas, estudiantes, amigos y familiares para juntos agradecer su legado y rememorar su presencia.
El momento representó un diálogo con su obra, en donde algunos de los más cercanos discípulos demostraron el compromiso y la importancia de seguir posicionando los temas de género y las causas justas.
El Dr. Julio César Pagés, quien fuese además su amigo, se refirió a la calidad de Norma Vasallo como ser humano y detalló en experiencias personales cómo ella nunca olvidaba incluir los motivos de sus luchas, el feminismo y la igualdad e inclusión social.
Asimismo, habló de cuán arduo había sido demostrarle la necesidad de un programa para las masculidades, que reconociera los derechos de los hombres, debido a que ella no era una persona complaciente, sino una mujer de exigencias y hechos.
Sobre el merecido tributo, Pagés, acotó: “este es solo un canto a la vida de Norma pues diariamente podemos hacer pequeños homenajes para que su presencia no sea efímera y esa Cátedra de la Universidad no muera”.
En palabras escritas por el profesor cubano Manuel Calviño, leídas durante la velada, este relató las más de cinco décadas de amistad con Norma, quien hoy, sin lugar a dudas, persiste en la “memoria emocional”.
A modo de colofón, los presentes guardaron un minuto de silencio para honrarla y seguidamente el emblemático salón acogió los aplausos como muestra de agradecimiento a su ardua labor académica y profesional.
En el libro de condolencias de la Casa de Altos Estudios, quedaron también para el recuerdo y la historia las palabras y mensajes emotivos de discípulos, amigos, colegas.